Por Javier Martínez.
2012 será un año de destacadas conmemoraciones históricas para Navarra que afectan, de lleno, a Castilla, y cuya manipulación y explotación política por los de siempre ya ha empezado en 2011. Resulta evidente que a algunos no les gustan los vínculos que navarros y castellanos mantenemos porque la geografía y la Historia así lo quisieron, y desearían otro pasado, y sobre todo, otro futuro. El panvasquismo separatista, tanto vascongado como navarro, éste último minoritario, nos promete un año fuertemente anticastellano. El aperitivo servido en 2011 así lo anticipa. Denunciar la campaña anticastellana que se avecina es el objetivo del presente artículo. Después que cada cual saque sus propias conclusiones y se engañe solo.
Navarra conmemora dos de los acontecimientos más relevantes de su historia: su participación en el bando cristiano, junto a Castilla y Aragón, en la crucial batalla de las Navas de Tolosa de 1212, de la que se cumplen 800 años, y el quinto centenario de 1512, año en el que se consuma la conquista de Navarra y su incorporación a Castilla.
El VIII centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa, acontecimiento que, según la tradición, da origen al escudo de Navarra con las cadenas y la esmeralda de Muhammad An-Nasir, conocido por los cristianos como Miramamolín, recuerda la gran y exitosa ofensiva cristiana encabezada, conjuntamente, por los reinos hispánicos de Castilla, Navarra, Aragón y Portugal (cuyo rey no asistió pero envió tropas), no así de León, cuyos soldados eran voluntarios a título personal, frente a las tropas almohades, que tuvo lugar en Sierra Morena, la entonces frontera sur castellana y de Occidente, en la actual provincia de Jaén.
El triunfo de la acción conjunta de los reinos cristianos supuso un notable avance en el proceso de recuperación de los territorios ocupados a partir del siglo octavo por los ejércitos musulmanes invasores de Hispania.
Se conmemora, asimismo, el V centenario de la conquista de Navarra por las tropas de Castilla (que pone fin a largas disputas y guerras civiles internas navarras que descomponían el viejo reino, uno de cuyos bandos atrajo y ayudó en la entrada de Castilla y Aragón, y que cierra la unidad de España tal y como la conocemos en la actualidad), la conquista militar, el consiguiente proceso de unión jurídica a Castilla y la incorporación política a la Monarquía de España. En realidad, o más acertadamente, lo que se consuma es la incorporación a Castilla de la mayor parte del territorio navarro, ya que la zona más septentrional del reino, la Baja Navarra, seguiría otros derroteros históricos, incorporándose posteriormente a Francia.
A raíz de su vinculación a Castilla, Navarra utilizaría desde entonces la misma brújula política que aquella, participando del mismo destino (modernización de sus estructuras sociales, participación navarra y asunción de responsabilidades en la corte y participación en la gran aventura americana, destacando los navarros en importantes funciones como conquistadores, misioneros, gobernadores, empresarios, militares, comerciantes, etc.).
La conquista castellano-aragonesa de 1512. Navarra fue invadida en 1512 por
|
Y esto, por lo visto, no gusta a algunos y es lo que se quiere revertir mediante la ruptura ‘con Castilla’ (y Aragón, no lo olvidemos), y la unión/entrega de Navarra al proyecto de una Vasconia independiente. No es un simple cambio de brújula en el contexto español, probablemente legítimo, es la creación de una frontera, de la ruptura pura y dura, lo que está en juego. Vasconia busca en Navarra la legitimación histórica que no tiene. Y para ello nos tememos que una vez más, necesitan de una Castilla mostrada como culpable, culpabilizada y opresora no sabemos muy bien de qué. Identificar hasta la náusea lo castellano con la opresión y lo único español son los objetivos previos a una posterior ruptura del país. ¿Les rebatimos o tragamos? El ‘españolismo’ navarro, y de todas partes, seguro que lo hace. La cuestión es ¿y desde el castellanismo, debemos articular un discurso, una respuesta? No es solo su historia, también es la nuestra, no es un asunto ajeno. Ni debemos permitir que desde el nacionalismo vasco se nos zurre ni puede ser solo el españolismo quien responda porque eso ahonda en la falsa identificación de lo castellano con lo español que tan injusto nos parece a los castellanos como a los demás españoles y que es fuente de tantos problemas y manipulaciones actuales que no hacen sino resquebrajar lentamente a España.
(1) Aclaración: decimos 'pasó de nuevo de reino a Corona', y lo ponemos con cautelas entrecomillado, pues no es una Corona real al uso ya que no hubo fusión con Navarra sino anexión, por mucho que se respetaran sus instituciones, y porque es conocido que Castilla y León crearon previamente, siglos atrás, una auténtica Corona, fórmula constituyente según la cual se fusionan voluntariamente dos reinos parcialmente, es decir, comparten rey y bandera, la famosa cuartelada, pero no Cortes, ni cuerpo jurídico por ello, aún. Corona que superaron en poco tiempo (pues acabaron en una fusión total al fusionar también sus Cortes, es decir, acabaron de nuevo en un único Reino unificado denominado Reino de Castilla y León). La etapa de Corona (escrito con mayúscula) es para la historiografía moderna, una simple etapa jurídica que en el caso castellano y leonés fue intermedia (en Aragón no fue así, fue definitiva, nunca se superó, jamás los distintos reinos y territorios de esa Corona fusionaron sus Cortes), una fórmula jurídica constituyente efímera que toma su nombre precisamente de que se comparte rey o corona real (escrito con minúscula), o período interregnos, pues sirve de puente entre un viejo reino (que ha de unirse a otro viejo reino) y el nuevo reino unificado resultado de ambos, y que puede adoptar un nuevo nombre (no fue el caso) o mantener el de ambos (Castilla y León). No es, como dicen alegremente algunos con demasiada frecuencia, una suma de territorios conquistados o agregados. Los territorios conquistados a los musulmanes tras la fusión, tanto en la etapa de fusión parcial (Corona) como en la posterior de fusión total (Reino Unificado) son tan Castilla y León como los conquistados previamente a ésta, eso es indiferente.
P.D.: Llegado julio de 2012 (mes exacto en el cual tuvo lugar la famosa batalla), nadie, ni de la Casa Real, ni del Ejército, ni del Gobierno de España (lo preside Rajoy, del PP), ni de la Junta de Andalucía (Griñán, del PSOE en coalición con IU), consideró oportuno conmemorar la crucial, para España y Occidente, Batalla de las Navas de Tolosa. Que cada cual reflexione y saque sus propias conclusiones acerca del país en que vivimos y los gobernantes e instituciones que tenemos.
(1) Aclaración: decimos 'pasó de nuevo de reino a Corona', y lo ponemos con cautelas entrecomillado, pues no es una Corona real al uso ya que no hubo fusión con Navarra sino anexión, por mucho que se respetaran sus instituciones, y porque es conocido que Castilla y León crearon previamente, siglos atrás, una auténtica Corona, fórmula constituyente según la cual se fusionan voluntariamente dos reinos parcialmente, es decir, comparten rey y bandera, la famosa cuartelada, pero no Cortes, ni cuerpo jurídico por ello, aún. Corona que superaron en poco tiempo (pues acabaron en una fusión total al fusionar también sus Cortes, es decir, acabaron de nuevo en un único Reino unificado denominado Reino de Castilla y León). La etapa de Corona (escrito con mayúscula) es para la historiografía moderna, una simple etapa jurídica que en el caso castellano y leonés fue intermedia (en Aragón no fue así, fue definitiva, nunca se superó, jamás los distintos reinos y territorios de esa Corona fusionaron sus Cortes), una fórmula jurídica constituyente efímera que toma su nombre precisamente de que se comparte rey o corona real (escrito con minúscula), o período interregnos, pues sirve de puente entre un viejo reino (que ha de unirse a otro viejo reino) y el nuevo reino unificado resultado de ambos, y que puede adoptar un nuevo nombre (no fue el caso) o mantener el de ambos (Castilla y León). No es, como dicen alegremente algunos con demasiada frecuencia, una suma de territorios conquistados o agregados. Los territorios conquistados a los musulmanes tras la fusión, tanto en la etapa de fusión parcial (Corona) como en la posterior de fusión total (Reino Unificado) son tan Castilla y León como los conquistados previamente a ésta, eso es indiferente.
P.D.: Llegado julio de 2012 (mes exacto en el cual tuvo lugar la famosa batalla), nadie, ni de la Casa Real, ni del Ejército, ni del Gobierno de España (lo preside Rajoy, del PP), ni de la Junta de Andalucía (Griñán, del PSOE en coalición con IU), consideró oportuno conmemorar la crucial, para España y Occidente, Batalla de las Navas de Tolosa. Que cada cual reflexione y saque sus propias conclusiones acerca del país en que vivimos y los gobernantes e instituciones que tenemos.
genial artículo. Copio la referencia para darle difusión en grupos de facebook.
ResponderEliminarun saludo castellanista!
Genial el blog. Es importantísimo que la conciencia castellana se desarrolle si queremos parar los pies a la gangrena separatista. Saludos desde Asturias, otra región amenazada por el imperialismo gallego.
ResponderEliminarGracias a ambos, agradezco vuestra participación.
ResponderEliminarEsta bitácora no tiene más finalidad que dar respuesta y rebatir las a mi juicio interesadas y frecuentes injusticias que contra Castilla principalmente, pero también contra otros territorios, se lanzan diariamente, así como servir a la verdad. Después, que cada cual saque sus propias conclusiones. En mi caso, lo tengo claro, tan necesaria es la reunificación de Castilla y su recuperación económica y política, como el mantenimiento de la unidad de España, cosa que por otra parte no existe... pues falta Portugal, el quinto reino hispánico.
Saludos.