sábado, 29 de septiembre de 2012

Cataluña escucha: vuestra independencia, nuestro negocio

Por Javier Martínez.
La manifestación independentista del pasado 11 de septiembre de Barcelona está trayendo cola. ¡Por fin se quitan las caretas! le comento a un hermano. ‘Hay que ser gilipollas para pasarse la vida insultando y menospreciando a tu mejor cliente y a quien ha de rescatarte del desastre económico’, me comenta él tras recordar el dato de que el 50% de su producción la venden en Restospaña. ‘Más gilipollas somos sus mejores clientes por seguir comprándoles a quienes nos desprecian y nos insultan, día sí y día también, desde ni se sabe’, coincidimos ambos.
A cualquier territorio hispánico hermano que necesite ayuda, se le debe socorrer. No así, si se muestra continuamente desleal, hostil y faltón al resto, como es el caso de Cataluña. (Foto: partido de la 'selección' catalana de futbol donde se permiten pancartas  antiEspaña). Ironías de la historia, la presuntamente región rica no es viable sin la ayuda de las presuntamente pobres... por una pésima gestión.
¿Realmente la riqueza de Cataluña (o Madrid), es de Cataluña y Madrid?
Todos sabemos que cuando una empresa multinacional decide lanzarse a la conquista del mercado español, se instalará, en un 80% de los casos, o más, en Madrid o Barcelona. No buscan el mercado madrileño ni barcelonés, sino el español (47 millones). También las empresas españolas, en un alto porcentaje, cuando adquieren cierto tamaño buscan nuevo emplazamiento en esas ciudades por la necesidad de estar más cerca de los centros de decisión, del poder político y financiero, del que dependen. La propia administración, pese a que es de todos, cuando elige sedes para sus organismos, descarta automáticamente a Villaconejos del Monte.
Esas empresas venderán en toda España (en donde recaudarán el IVA que paga el consumidor final, sea castellano o asturiano, no lo olvidemos), y de donde extraerán sus propios beneficios. Empero, crearán puestos de trabajo (que pagarán IRPF) prácticamente solo en sus sedes centrales (Madrid y Barcelona), y abonarán el impuesto de sociedades que les corresponda (IS), solo en donde tengan su sede central (ídem) pese a que el beneficio provenía de toda España. Si lo determinante es el mercado global español, no parece justo que luego venga un mamarracho, por muy presidente de la Generalidad que sea, a decirnos que la riqueza de Barcelona (que se beneficia de ser parte destacada de la jerarquización urbana económica española) es suya, y que ellos ‘pagan’ más impuestos y que soportan un déficit fiscal inadmisible. Mamarracho que incluso tiene la jeta de financiar campañas para decirnos que España, Restospaña más bien, les roba. No parece justo por dos razones. Ni Cataluña ni Madrid pagan impuestos, solo los recaudan (A). ¿Desde cuándo las administraciones o territorios pagan impuestos a los ciudadanos? Quienes pagan son los consumidores (IVA e impuestos especiales) que pisan España (españoles y turistas), los particulares españoles (IRPF) y las empresas con CIF español (Impuesto de Sociedades sobre el beneficio), es decir, las empresas españolas (que lo son todas aunque sean filiales de extranjeras o su capital no sea español). Ni Madrid ni Barcelona ‘tendrían’ la riqueza ni el tamaño que tienen… sin el mercado total español en el que operan, ni la riqueza que recaudan es enteramente suya (B). Simplemente, es de todos, y ello porque el mercado era único, de todos. Si se separan, dejarán de recaudar aquí y comprenderán entonces que no era suya.
Ortega y Gasset decía que el problema catalán no se puede solucionar, solo se puede conllevar, y que el destino de Castilla era poco menos que inmolarse por España. Ni una cosa ni la otra, ni lo queremos conllevar más tiempo ni creemos que Castilla deba ser sacrificada ante España más veces (ni esta debiera sacrificarnos siempre al interés periférico por razones de Estado). En las redes sociales se advierte cierto hastío social, cierta indiferencia hacia Cataluña (el CIS confirma que solo interesa al 0,2% de los encuestados), cierta transformación ideológica, etc. donde el 'que se vayan de una puta vez' es general. Defender la integridad de España a cualquier precio ya no está de moda, lo cual es bastante lógico. El Estado no ha resuelto el problema periférico y ha creado el problema interior.
"Ni Cataluña ni Madrid pagan impuestos, solo los recaudan, ni la riqueza que recaudan es enteramente suya"
Cuando un ciudadano de Cuenca o Soria paga un coche nuevo, el teléfono o la electricidad, en cuya factura se incluye el IVA, no parece serio que se contabilice ese impuesto como madrileño o barcelonés solo porque la sede de la SEAT, la telefónica o la eléctrica de turno, este en esas ciudades. Bueno, que se contabilice sí, pero que se crean que lo han pagado ellos no, y que se les olvide el porqué están en esas ciudades empadronados fiscalmente los impuestos tampoco. Insisto, ni Cataluña ni Madrid ni ninguna otra región pagan impuestos, solo los recaudan, y como los recaudan en toda España, son de toda España. Es cierto que en ambas regiones hay más población, y de renta más alta que la media (precisamente porque se les ha elegido para estar en la cúspide jerárquica económica española), y que por tanto, si se comete el truco de territorializar al analizar la solidaridad entre españoles, el resultado aparente es que de ambas regiones sale mucho dinero. En Madrid (donde se recaudan 60.000 millones anuales y se invierten unos 11.000) lo tienen claro, por eso reparten, porque saben que en verdad, no era suyo, ellos simplemente se benefician contablemente del efecto capitalidad. Podría decirse que es Madrid quien se beneficia de la solidaridad/generosidad del resto por haberla elegido capital económica. En Barcelona, que es co-capital económica a efectos prácticos, en cambio, no lo tienen claro, o más bien no les interesa tener claro que ellos también chupan, que diríamos en la calle. Lo que no dicen los listillos catalibanes (no confundir con catalanes) es que buena parte de esos dineros que salen (el famoso déficit fiscal que alegan) eran de los demás (por ejemplo el IVA) y que buena parte de los que no lo eran, eran ‘de ellos’ gracias a que son parte del mercado español, parte del todo. Y es que las empresas que sí nacieron en esa díscola región, y que adquirieron cierto tamaño, difícilmente hubiesen alcanzado tal tamaño sin el mercado español. Nuevamente el tamaño del mercado, en economía, sí importa. El mejor ejemplo lo tenemos en el FC Barcelona, club que por facturación puede equipararse a una gran empresa. No existen grandes clubes en pequeñas ligas de futbol. Los señores de Qatar Foundation y las distintas televisiones, difícilmente van a soltarle al Barça la pasta que le sueltan (y con la que se pagan los sueldos de Messi y compañía) si la empresa FC Barcelona reduce su mercado televisivo al ámbito de una región. En el primer año de independencia, la grandeza del Barça desaparecería. El ejemplo es extrapolable a cualquier otra compañía de cualquier sector, con la salvedad de que así como el FC Barcelona no puede deslocalizarse por ser un club deportivo, no duden de que las empresas, todas con ánimo de lucro, sí lo harán. Por cierto, patético Rosell defendiendo la independencia a la vez que quieren seguir compitiendo en la liga española. No bonito, no, no te equivoques, ni somos señorita de moral distraída ni ponemos la cama; asume las consecuencias de tu decisión como hombretón maduro que se supone que eres.

Libertad Digital, 26/09/2012. Y digo yo, señores Montoro y Rajoy, ¿por qué hemos de atender la petición de rescate?, ¿por qué no dejarla en stand-by hasta que se aclare todo en un referendum? Negando o aplazando el problema, hacemos el gilipollas.
Si España se rompe, de la misma forma que los españoles no pagamos impuestos en Francia ni los franceses aquí, los restospañoles que quedemos, no deberíamos pagar impuestos (IVA) al extranjero, es decir, a Barcelona, por compras realizadas aquí. Si no se rompe, pero se crea una Agencia Tributaria catalana, tampoco (en la práctica es una ruptura parcial más de España, un pasito más, fuente de agravios y trampas). Justo eso es lo que los catalanistos llevan intentando desde hace 130 años, que seamos colonia efectiva, que lo que nosotros pagamos, si lo recaudan ellos, sea considerado solo de ellos. La penúltima vez que lo intentaron fue con ocasión de la reforma del Estatut que el bobo de Zapatero les aceptó (que el IVA que paga un señor de Valladolid, Cuenca o Soria cuando compra un producto catalán, no vaya a su país, Castilla, sino al extranjero, a Cataluña, cosa que naturalmente no sucede si compra un buen champán francés o un vehículo fabricado en Alemania, ¡faltaría más!), y desean ahora intentar de nuevo pero bajo el eufemismo de pacto fiscal. Ya lo intentaron en todos sus anteriores Estatutos, como el del año 32, e incluso antes, y ya fue denunciado desde Castilla, por ejemplo en 1918 (recomiendo leer el Manifiesto de Castilla de 1918). Ahora vuelven a la carga. El pacto fiscal que ellos proponen (bajo la fórmula chantajista cuatrera de la bolsa o la vida, la pasta o la independencia) solo tiene en cuenta las manidas balanzas fiscales, pero casualmente no las balanzas comerciales ni las balanzas de ahorro-inversión, ni las balanzas de pensiones de la Seguridad Social, entre otras. De esas cuatro balanzas, en tres y media, siguiendo su despectivo vocabulario, su chulesca educación[1] y su nauseabundo razonamiento, nos roban ellos. Por eso no las incluyen. Podemos afirmar, parafraseándoles, que Cataluña roba a Restospaña, ¡y de qué manera! Y es que como era de prever, nadie crea asimetrías para quedarse igual o salir perdiendo.

"Justo eso es lo que los catalanistos llevan intentando desde hace 130 años, que seamos colonia efectiva, que lo que nosotros pagamos, si lo recaudan ellos, sea considerado solo de ellos"

"Carmen es una empresaria madrileña de 47 años que lleva 15 viviendo en Barcelona. La familia de su pareja, Jordi, es de la provincia de Gerona y es profundamente independentista. 'El sentimiento de que nos roban es general, entre los nacionalistas y los que no lo son. Yo, que soy antinacionalista y estoy en contra del dispendio de las autonomías, les pregunto cuánto les debo. Ellos piensan que les roban los otros, España, no sus políticos. Aquí el discurso racional no funciona. No se puede argumentar con un nacionalista, porque hay un punto de visceralidad que no se puede discutir. Mi sobrino de 11 años dice que España le está robando'" (El Confidencial, 13/09/2012)
"De esas cuatro balanzas, en tres y media, siguiendo su despectivo vocabulario, su chulesca educación y su nauseabundo razonamiento, nos roban ellos. Por eso no las incluyen. Podemos afirmar, parafraseándoles, que Cataluña roba a Restospaña, ¡y de qué manera!"
No quieren la independencia, sino la independencia en lo que les conviene, la independencia asimétrica, los privilegios, la independencia a medida, y por supuesto, los demás a tragar sin rechistar… porque si no, nos amenazan con largarse y dejar de robarnos. Las asimetrías son justo lo que los demás no queremos ni debemos dar, salvo que seamos también gilipollas e indignos, como decíamos al principio, cosa que tampoco hemos de descartar vistas las tibiezas de Rajoy (y su maricomplejines PP), y la bajada federalista de pantalones de Rubalcaba (y el permanente gusto sociata a pasarles la mano por el lomo a todo aquél que se declare desleal y antiespañol, incluso a admitirles en sus filas). Como se ve los catalanistas no renuncian a su vieja máxima de lo mío es mío, y lo vuestro de todos, solo que la novedad ahora es que le añaden ‘y si no es así, ya no te ajunto’ que dirían los niños. ¡Pues no me ‘ajuntes’, payaso, tú pierdes más! Huelga decir que las balanzas comerciales y de ahorro-inversión, compensan sobradamente a la balanza fiscal (que de todas formas, como hemos visto, la calculan bajo criterios falaces, torticeros y tramposos pues se apropian de un IVA que no es suyo). Repito, el que pagó era un señor de Valladolid.
Curiosamente, Cataluña nunca habla de territorializar las pensiones (balanza de pensiones interregionales), seguramente porque están satisfechos de robarnos (catalanistas dixit) un botín que va en aumento. Cataluña presenta un déficit de sus pensiones (que cubre el resto de España) desde el año 2009 y aumenta espectacularmente desde entonces. (Foto El Confidencial, 25/09/2012).
¡Ay va la hostia! Resulta que los altivos y díscolos territorios 'históricos', tan separatistas ellos, presentan una balanza en las pensiones negativa. Unos 5000 milloncejos anuales de expolio (catalanistas dixit) a los territorios 'no históricos' o segundones. Por favor, cuando salgan de España, no olviden cerrar la puerta. Lo que no entiendo es por qué los castellanos, y demás restospañoles, nos arrugamos ante sus desafíos. Madrid, por sí sola, aporta un superávit de 3.000 millones al año. "El divorcio sería carísimo y con unos costes económicos inasumibles en tiempos de crisis. Habría que subir los impuestos para crear un ejército, embajadas, federaciones deportivas,... y además, ¿cómo se repartiría la Seguridad Social, y los fondos de depósitos, y las garantías salariales comunes? harían falta normas o tratados que tardarían lustros en aplicarse, sin que los ciudadanos percibieran sus pensiones durante años, como ya ha pasado entre Serbia y Kosovo" (Javier García Roca, catedrático de Derecho Constitucional, Universidad Complutense, El Confidencial, 20/09/2012). Bien, ya tenemos las garantías para que acepten llevarse consigo la parte proporcional que les corresponda de las deudas comunes del Estado. Si la Generalidad y los gualtrapas que la dirigen no aceptan o no reconocen esa deuda, nos cobramos de los depósitos y cotizaciones de sus ciudadanos. ¿Algún problema? (Foto: datos oficiales de la Seguridad Social reproducidos por El Confidencial el 25/09/2012).
Y como el órdago que nos lanzan va de partir peras entre antiespañoles peris y restospañoles de interior, pasemos a analizar qué y cuánto pierden/perdemos, y qué ganamos, si es que alguien gana algo, que creo que sí. Dicen que la unión hace la fuerza, que unidos se crean sinergias antes inexistentes para beneficio mutuo, que con la unidad sobreviene la relevancia, etc., luego parece lógico pensar, que la desunión nos debilita a todos y que la ruptura, por tanto, perjudicará a todos. Cierto, pero de la misma forma que las bondades de la unión no nos trajo beneficios por igual, la ruptura no nos traerá perjuicios por igual. Y lo más sorprendente, es posible que incluso los castellanos salgamos ganando, cosa que voy a tratar de demostrar, porque se producirá un imparable proceso deslocalizador de empresas catalanas, de reequilibrio comercial e industrial que nos favorecerá (deslocalización empresarial hacia el interior preferentemente) y porque el Estado se liberará de la ya secular presión política pro periferia en inversiones y cientos de cosas más. Perder, solo perderíamos una cosa, un dolor crónico de cabeza.

"Es posible que incluso los castellanos salgamos ganando, porque se producirá un imparable proceso deslocalizador de empresas catalanas y porque el Estado se liberará de la ya secular presión política pro periferia"

Antes de continuar, dejar meridianamente claro que un servidor, abiertamente castellanista, no es partidario de romper España. No sería intelectualmente coherente defender la causa de la reunificación de Castilla y León (al menos sus 17 provincias nucleares), en una sola CCAA como algo intrínsecamente bueno, y negar las bondades a la unidad de Hispania siempre y cuando esta unidad sea igualitaria para todos los integrantes. No solo defiendo la unidad de España, sino la de toda Hispania, es decir, incluyendo al hispánico Portugal. Eso sí, siempre con un matiz, a favor de la unidad siempre que sea entre iguales, sin asimetrías ni privilegios de ningún tipo. Y al que no le guste, fuera… a disfrutar del viento frío, del invierno económico. Así, urge acabar con los conciertos vasco-navarros de una vez por todas, por ser fuente de injusticia, de agravios y de todo tipo de trampas y pillajes.
"Según un estudio publicado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, la equiparación de Cataluña con el País Vasco en términos de financiación por habitante, exigiría unos recursos adicionales de 16.000 millones de euros que habría que detraer del resto de CCAA de régimen común" y ello porque el concierto vasco-navarro es cualquier cosa menos neutro, no estamos ante un juego de suma cero. Tendría efectos devastadores sobre las demás CCAA, "¿Cuánto supondría eso sobre las demás regiones? significaría reducir en más de un 12% sus fondos". En opinión de Ángel de la Fuente, autor del estudio y uno de los mejores expertos en financiación autonómica del país, la propuesta de pacto fiscal es inviable política y económicamente. "sería imposible de vender en el resto de España al tiempo que el suicidio de cualquier gobierno central que la aceptase". No estoy tan seguro, ya tragamos poner en la Constitución unos privilegios similares para vascos y navarros, si bien es cierto que en aquella ocasión nos la colaron porque iba todo en el mismo lote, se veía como lo menos malo. "De la Fuente introduce un matiz. Según sus cálculos, y puesto que el nivel de renta catalán es inferior al vasco, es probable que los rendimientos del sistema de concierto no fuesen tan elevados. Aún así, tomando como referencia la valoración de las competencias estatales no transferidas al País Vasco que se hace en la última ley quinquenal del cupo (año 2007), su estimación es que un sistema de concierto a la vasca habría incrementado la financiación neta de Cataluña en algo menos de 11.000 millones, lo que todavía implicaría una reducción del 8% en la financiación del resto de las regiones españolas. Ahora bien, si las competencias estatales se valorasen correctamente, la ganancia neta de financiación para Cataluña derivada de la adopción del concierto se reduciría a unos 1000 millones, lo que supone un 5% de la financiación observada de la región con el sistema entonces vigente. En su opinión, lo que discrimina no es el concierto, sino la valoración de las competencias, que históricamente se ha hecho bajo presión del nacionalismo por su influencia en la estabilidad parlamentaria". Es el famoso pasteleo, que como se ve, no solo es real sino perfectamente demostrable y cuantificable, señores del PPSOE. "Tan asombrosa diferencia, se debe a que las reglas de valoración de las competencias contenidas en el concierto son enormemente generosas al País Vasco. El régimen foral dispone de una financiación adicional de 4500 millones respecto a lo que le correspondería en caso de que el cupo -lo que el País Vasco paga al Estado-, se hiciese con criterios razonables. El hecho de que las regiones forales estén exentas de financiar la solidaridad interregional (enunciada en la Constitución), le supone al País Vasco, por ejemplo, unos ingresos extras de 1790 millones. Igualmente, la valoración del resto de competencias estatales no transferidas al País Vasco, está enormemente sesgada a la baja. y por este concepto, se ahorra 1740 millones. Otros 950 millones salen de los cálculos que se hacen a la hora de valorar el IVA, y que se hacen con criterios desfasados, que no recogen el peso del País Vasco en el consumo nacional y en la base del impuesto. El caso de Navarra es muy similar al vasco. Otro informe publicado por el Instituto de Estudios fiscales (IEF) iba en la misma línea, y su conclusión era que las regiones españolas del régimen común, subvencionan cada año al País Vasco en 1820 millones de euros debido al cálculo que hace el Estado sobre la recaudación por IVA. Cataluña, Madrid y Andalucía son las regiones más perjudicadas por el procedimiento, en todos los casos por encima de los 300 millones anuales que se transfieren de forma ilegítima  de lo que en realidad correspondería si se aplicase la norma según lo recaudado. con más de 100 millones de aportación adicional y menos de 200 aparecen Castilla y León, Galicia y la Comunidad Valenciana. El resto aporta menos de 100 millones al País Vasco sin ninguna contraprestación". Joder, ¿y no se le cae la cara de vergüenza a nadie en el PPSOE? Continuemos. "En el estudio del CSIC, la rebaja en la portación en los territorios forales, a la caja común del Estado, explica por qué éstos disfrutan de una financiación por habitante (media en términos de competencias homogéneas) superior en un 60% a la media de las regiones de régimen común a pesar de contar con una normativa fiscal que tradicionalmente ha sido algo más laxa (especialmente en lo que afecta a los impuestos de sociedades y sucesiones). también explica por qué, pese a tratarse de dos de las regiones españolas de mayor renta per cápita, tanto País Vasco como Navarra presentan  un saldo fiscal positivo. Según sus palabras, esto significa que ambas comunidades están siendo subvencionadas por territorios que en promedio son más pobres. y entre éstos está Cataluña, cuya contribución a tal subvención rondaría los 1000 millones. De la Fuente considera que el sistema foral en sí no es un buen sistema, aunque podría ser soportable como una anomalía restringuida a una pequeña parte del territorio español. Pero sin que pueda generalizarse." Llegados aquí, hay que reconocerles a los catalanes que con su insistencia han contribuido a destapar lo perverso del sistema foral. Lo que les hace miserables, no es que lo denuncien como injusto, pues ciertamente lo es, sino que aspiran a copiarlo, no ha derribarlo. "La opinión de De la Fuenta, también está en línea con lo escrito recientemente por Antoni Zabalza, antiguo Secretario de Estado de Hacienda, y que como tal negocio los primeros modelos de financiación autonómica en nombre del gobierno socialista de Felipe González. En su opinión, el sistema de concierto es una anomalía en el panorama del federalismo fiscal. sin embargo, se pregunta, ¡por qué lo tienen el País Vasco y Navarra sin que eso suponga un descalabro para el España? La razón, en su opinión, es la relativamente pequeña dimensión de las dos comunidades forales. Entre las dos, utilizando datos de 2010, representan un 8% del PIB español. Cataluña representa un 18,6%. Restar al gobierno español un 8% de la autonomía fiscal que debería tener es un mal soportable, asegura. Pero restarle cerca del 27% sería muy preocupante,. Si el sistema de concierto, concluye, se generaliza, restarle un 100% sería una irresponsabilidad". La conclusión es clara, ¿cómo calificamos todo lo que 'nos restan' a los castellanos?, ¿entendemos ahora en qué consiste el mito de la economía vasca y navarra y el desastre de Castilla? (Los textos en cursiva y entrecomillados pertenecen a El Confidencial, 17/09/2012, el resto son comentarios mios)
¿Le conviene a Cataluña la independencia?
La respuesta la da El Economista (23/09/2012): “Cataluña mantiene un espectacular superávit comercial con España. Según los últimos datos disponibles, en 2011 Cataluña vendió bienes al resto de España por valor de 49.389 millones de euros, mientras que compró por valor de 26.705 millones. Este saldo comercial favorable de más de 22.000 millones compensa con creces los 16.400 millones de déficit comercial que Cataluña mantiene con el resto del mundo. Es decir, el 53 por ciento de las ventas fueron al resto del mundo y el 47 por ciento al resto de España. Aunque esos porcentajes de exportaciones pueden dar alas a las fuerzas que defienden la secesión de Cataluña de España, lo cierto es que aunque se venda algo más al exterior, la balanza comercial de Cataluña con el resto del mundo sigue siendo muy negativa y sólo la contribución favorable que le aporta el mercado español hace de la economía catalana un ‘ejemplo de vocación exportadora’ […] De esta forma, la conclusión es que debido al fuerte desequilibrio estructural entre las importaciones y las exportaciones (ya que Cataluña carece de materias primas), la economía catalana sigue dependiendo de sus ventas al resto de España para equilibrar su balanza comercial. Si, además de las exportaciones de bienes, se incluyen los servicios, el peso del mercado español es aún superior a la hora de compensar el déficit de la balanza comercial catalana. En la serie histórica entre el año 2000 y 2010, Cataluña siempre ha mantenido una balanza comercial negativa con el exterior, mientras que una vez incluida las ventas al resto de España esa balanza comercial siempre ha sido positiva”.
Así pues, parece que somos un gran negocio para ellos, nos venden más de lo que les vendemos y servimos para compensarles su balanza comercial total. Y digo yo, a la vista de esos datos, ¿quién ha de temer más la secesión, ellos o nosotros? Pues si como parece, les conviene más a ellos, no sé qué coños hacemos soportándoles sus chulerías. Somos su primer socio comercial, su socio estratégico, y ni por esas. No solo eso, sino que si tenemos en cuenta que la secesión de España acarrea automáticamente la salida de la UE (y las consiguientes nuevas fronteras y nuevas barreras artificiales al comercio mediante la instauración de aranceles, la salida del euro y la intensificación de todo tipo de trabas administrativas) parece claro que Cataluña quedará hecha unos zorros sin Restospaña ni la UE,  perderá sus ventas exteriores, perderá competitividad y atractivo empresarial, y las empresas radicadas allí buscarán nuevos aires. Se nos presenta una magnífica oportunidad, tras partir peras, de cazarlas sin escopeta siquiera, pues vendrán solitas, de reequilibrar industrial y comercialmente el país, ¿sabremos verlo en Castilla?
La independencia de Cataluña… ¿el negocio y la oportunidad de Castilla?
Mikel Buesa, catedrático de Economía Aplicada próximo a UPyD, nos recuerda en su artículo ‘Agua pasada…’ (Libertad Digital, 21/09/2012) las consecuencias materiales de la ruptura pacífica, no tan lejana (1993), de un país también europeo, Checoslovaquia. Voy a extrapolar el ejemplo centroeuropeo a Cataluña/Castilla, pues veo similitudes razonables, y a extraer conclusiones.
Entre las dos repúblicas había fatiga mutua, desentendimiento y diferencias de desarrollo. Chequia tenía entonces un PIB por habitante que superaba en un 60 por ciento al de Eslovaquia. La región más rica no soportaba a la más pobre y viceversa. El desequilibrio fiscal era notorio. Y sin embargo ambas habían forjado una fuerte interrelación económica, de manera que su comercio bilateral resultaba ser, veinte veces más intenso que el que podían mantener con cualquier otro país en condiciones equivalentes de distancia geográfica y tamaño. Lo que los economistas denominamos efecto frontera se manifestaba con total nitidez: compartir las instituciones, tener un sólido conocimiento mutuo, hablar lenguas muy próximas entre sí, etcétera, son factores que favorecen el comercio, en tanto que las fronteras separan los mercados y dificultan los intercambios, haciéndolos más costosos. En 1993 los dos países se separaron. La escisión fue acordada sin mayores tensiones, aunque ello no significó una ruptura total. De hecho, tratando de preservar sus relaciones económicas tras la desintegración política, crearon una unión aduanera y también un mecanismo de liquidación de cuentas entre los dos Estados para ahorrarse los engorrosos costes de una relación caracterizada por su amistoso ostracismo. Fue una prevención casi completamente inútil, pues en pocos años los intercambios se redujeron drásticamente y en 2001 la intensidad de los mismos era sólo cuatro veces superior que la que se constataba con respecto a otros países del mundo. El efecto frontera se había reducido drásticamente, con lo que se volvía a demostrar que la aparición de una divisoria política constituye una poderosa barrera para el comercio”.
Hago un alto aquí para destacar que aunque esa ‘divisoria política’ es más fuerte cuando de fronteras entre países se trata, tampoco deben infravalorarse las fronteras administrativas absurdas entre las autonomías castellanas (que comparten espacio físico y económico), razón de peso para fusionar, al menos, todas las provincias nucleares castellanas (y leonesas que así lo quieran) en una sola CCAA. Las fronteras en la meseta deben desaparecer. Continuemos.
“La República Checa [léase aquí Cataluña], la más rica de las dos, fue la que más perdió con la secesión. Una parte de sus mercados se desvaneció en poco tiempo; y con ellos perdió impulso la producción y el empleo. Al comenzar la década de 2000 la población había disminuido, y el PIB por habitante, con relación al promedio de lo que ahora es la Unión Europea, se había reducido significativamente, hasta el 71 por ciento. En Eslovaquia [léase aquí Castilla, más pobre] la economía fue algo mejor, aunque sin que se registrara nada parecido a una aceleración del desarrollo. La población experimentó un pequeño repunte y el PIB per cápita ganó tres puntos porcentuales con respecto a la media europea, hasta alcanzar un nivel equivalente a la mitad de ésta. No parecía, por tanto, que la secesión hubiera sido un buen negocio para ninguno de los dos territorios, aunque las dificultades que afrontaron no fueron tan intensas como las que se desvelaron en las antiguas repúblicas soviéticas o en algunas de las viejas repúblicas yugoslavas. Tal vez por ello decidieran emprender una nueva aventura que acabaría en su reencuentro dentro de la Unión Europea. En 1995 Eslovaquia pidió su adhesión; un año más tarde lo hizo la República Checa. La apertura de negociaciones tardaría aún varios años y sólo se hizo efectiva cuando la Unión acordó englobar a ambos países en el paquete de diez que, de manera conjunta, se integraron a partir de 2004. La influencia del padrino alemán –deseoso de ampliar su pujanza hacia el este– y el optimismo europeo de la época fueron las claves de ese logro. Desde entonces, las dos naciones han progresado, más Eslovaquia [Castilla] que la República Checa [Cataluña], de manera que casi han llegado a converger entre sí en cuanto a renta por habitante. Así, ahora los eslovacos sólo son un ocho por ciento más pobres que los checos, cuando la distancia que les separaba en 1993 era cinco veces más grande. Todo esto es agua pasada. Una vieja historia nacionalista que tal vez no hubiese habido que evocar si no fuera porque ahora, en España, hay quienes se miran en el espejo checoslovaco. Se ven reflejados en él porque sus voces ancestrales así se lo susurran. Y tratan de ignorar las enormes diferencias que les separan de ese caso tan singular. Compárese, si no, a Cataluña con cualquiera de esas dos repúblicas. La región española forma parte, para empezar, de un país miembro de la Unión Europea. En ésta no hay nadie que muestre el menor deseo de apadrinarla. La intensidad de sus intercambios con el resto de España es más del doble de la antes apuntada para Checoslovaquia, con lo que su secesión tendrá efectos depresivos en la región mucho más profundos que los que se dieron en ese país”.

"No es que me fuera, es que me echan. Es insostenible para una editorial tener su sede en un país extranjero que habla otro idioma. La situación actual no está para otra guerra del cava. En una guerra como esta habría muertos y heridos graves. Otros negocios también acabarán yéndose de Cataluña." (Libertad Digital, 28/09/2012). Alguien debería ahora recordarle al señor Lara que él se forró con las estériles e interminables polémicas españolismo-catalanismo, pues se dedicó a financiar a ambos en La Razón y en Avui (donde se escribieron algunas de las más repugnantes columnas anticastellanas firmadas, entre otros muchos, por Salvador Sostres). El grupo Planeta, incluye destacadas empresas como Antena3 y Onda Cero. De hecho Arbora-Ausonia ya ha anunciado que se traslada a Madrid, entre 300 y 400 trabajadores serán desplazados. Gracias, 'señor' Mas, nosotros sí somos educados, mil gracias.
Derecho de admisión.

La pregunta que me hago como castellano, a la vez que como castellanista harto de insultos (‘los castellanos son opresores y los andaluces y extremeños vagos’ reza el mantra catalanista) ante la secesión en ciernes es: ¿el proceso de reequilibrio económico territorial que se dio en Checoslovaquia, de PIB, empleo y renta per cápita, de nivelación, sería entonces también aquí más rápido y profundo que en el caso checoslovaco? Porque de ser así, como me imagino, los catalanistas nos están haciendo un favor, están favoreciendo la deslocalización empresarial, de empleos y de renta a nuestro favor. Si ellos quieren suicidarse voluntariamente y eso nos beneficia, no seré yo quien se lo impida. Que se larguen y rapidito… incluso podríamos darles un empujoncito (irónico Boadella dixit) y expulsarles, a fin de cuentas, ¿solo ellos tienen ‘derecho a decidir’ si mantenemos la casa común, si viven con nosotros?, ¿el resto no tenemos nada que decir, no deberíamos también decidir si viven con nosotros? Igual nos sorprendemos y votan no a la autodeterminación mientras nosotros votamos sí a la expulsión alegando nuestro ‘derecho de admisión’ a la par de nuestro ‘derecho a decidir’. Un auto de terminación es lo que merecemos todos (en nuestro caso para bien). No hay que olvidar que al menos las multinacionales foráneas instaladas en Cataluña no lo hicieron pensando en el raquítico mercado catalán de solo 7 millones de consumidores, sino en el español de 47 (y en el europeo de unos 300 al que se tiene acceso directo por ello), y con una buena frontera que dure al menos tantos años como tiempo necesiten negociar entrar de nuevo en la UE (que se presupone largo pues han de ponerse a la cola, tras Turquía, ahí es nada, y otros, y no tienen padrino), y cuya adhesión ha de producirse por unanimidad de todos los europeos (ironías de la vida, quieren ser independientes y acabarán dependiendo de nuestro voto afirmativo), pues es harto probable que les interese a esas multinacionales la deslocalización hacia el mercado donde ya tenían el cliente, es decir, hacia Restospaña (donde está Castilla y otros muchos más territorios de segunda gracias al infumable mapa autonómico español que se diseñó en la Transición y a cuyo fin podríamos estar asistiendo).
“Los impulsores de la separación entre la República Checa y Eslovaquia repudiaban el sistema socialista porque acababan de salir de él; pero son legión los secesionistas catalanes que aspiran a instaurar una república socialista que les alejaría definitivamente de Europa. Si don Francisco de Goya pudo escribir en uno de sus caprichos que ‘el sueño de la razón produce monstruos’, al observar todo esto podemos pensar, parafraseándole, que el sueño de la nación es un esperpento”
Como se ve, si la unidad española es un gran negocio para Cataluña, la previsible independencia de ésta (y de alguna otra región más), puede acabar siendo un gran negocio para el resto si se sabe gestionar bien la nueva situación. Es el momento de reequilibrar el país de una vez por todas, de acabar con el donut español (Tagus dixit). ¿Qué hará la Seat y Nissan si la mitad o más de su producción la vende aquí?, ¿preferirán perder el minúsculo mercado catalán o el español? Si de mí dependiera mudaba la fábrica ya. No en vano las grandes empresas y el mundo financiero ya le han dejado ver a Artur Mas su desacuerdo con la deriva emprendida. Otra cosa son las tiendas de barrio y el pequeño empresario local, que sin duda votará el proteccionismo que CiU le vende… con lo desastroso que eso es para el consumidor y la economía  a medio plazo. Afortunadamente para los castellanos y demás restospañoles que quedemos, Artur Mas (CiU) es lo suficientemente idiota y fanático como para no dar marcha atrás. Y su heredero, Oriol Pujol, también.
"Mamá, hoy no puedo jugar en el parque, todos los niños son castellanos" contó Marta Ferrusola, orgullosa, que le decían sus hijos (Oriol Pujol y seis más) cuando eran pequeños. El odio anticastellano no solo se transmite en las aulas, también en el seno de las familias. Con Oriol Pujol, el heredero de Cataluña, nos aseguramos la futura ruptura en el caso de que Artur Mas se arrugue.  Buenas noticias, sin duda, dado que los pocos inconvenientes que sufriríamos en Restospaña (el país que quede sería algo más pequeño y bajo ningún concepto debería llamarse España, error que ya se cometió cuando Portugal se separó) serían ampliamente compensados con las ventajas (succión empresarial y recuperación de renta, impuestos, empleos y población a nuestro favor).
Por de pronto se me ocurren otras cinco cosas que de forma inmediata nos beneficiarían si se largan. En primer lugar dejarán de poner palos en la construcción de la Travesía Central del Pirineo (TCP) y en el proyecto Corredor Central ferroviario de mercancías, cuya mutilación y freno se debió a presiones políticas catalanistas que el PSOE de Zapatero/Blanco aceptó, y que representará varios puntos de PIB anuales adicionales en todo el interior peninsular durante décadas, y su correspondiente traslado a empleos. En segundo lugar creo que deben ir pensando en comerse su basurita nuclear, pues se quedan sin ATC (la UE obliga a que cada estado miembro almacene y recupere sus residuos, no pueden exportarse ni importarse). En Cuenca os lo agradecemos, aún está fresco aquel 'nos alegramos de que el ATC vaya a Cuenca'. En tercer lugar, el barón Thyssen-Bornemisza ya dejó firmado con el Estado, que en caso de que Cataluña se independizase algún día de España, la colección de arte más importante en su género del mundo no se dividiría, la parte que se expone en Barcelona volvería a Madrid. No todo va a ser perder empresas, digo yo. En cuarto, la Academia Militar de Suboficiales de Talarn, que da de comer a una comarca leridana entera, a buen seguro que en Soria o Cuenca la recibiríamos con los brazos abiertos. Y en quinto lugar, y para terminar (esto daría para otro largo artículo), las ayudas agrarias de la PAC europea que España recibe, serían ahora repartidas solo entre agricultores y ganaderos restospañoles, tocando a más, y quitándose de encima a competidores del agro catalán sin las cuales no podrán subsistir. Señores de CiU y demás catalibanes, ánimo, dense prisa.
"Según ha manifestado Rodríguez Ibarra (presidente socialista de Extremadura durante 24 años), el ex presidente del Gobierno Zapatero (PSOE) , 'llamaba a la minoría catalana, y les soltaba la pasta para que votaran a favor, y ahora por lo visto les debemos y fuimos los demás los que nos llevamos el dinero'. 'Durante 24 años negocié cuatro sistemas de financiación autonómica, que siempre cambiaban porque el gobierno catalán exigía nueva financiación, y que tras cerrarlos, los catalanes, siempre decían que 'habían ganado'" (Libertad Digital, 23/09/2012). ¿Y lo cuentas ahora?, ¿por qué no expulsasteis a Zapatero?
Hacia un nuevo equilibrio centro-periferia: una deuda histórica con Castilla que por fin puede saldarse.
Desde que aparecieron los problemas secesionistas en varios puntos de la periferia peninsular a finales del siglo XIX (hace unos 130 años) hasta ahora, toda la política del Estado, tanto de las dos dictaduras como de las dos repúblicas como de la democracia, ha ido dirigida a 'contra restarlos', a calmarles  satisfaciéndoles (lo cual es un inmenso error puesto que les realimenta, les hace atractivo el hábito de chantajear, acrecentándolo), hasta el punto de volverse un Estado pro periferia, periferista, que gira en torno a la periferia. El interior, con la excepción de Madrid, no existe, ha sido premeditadamente puesto en situación de dependencia, cayó en el olvido precisamente porque no daba problemas.
Franco hizo, al menos, dos cosas rematadamente mal que nadie, ni a derecha ni a izquierda le reprocha (lo cual no nos extraña, pues al PPSOE Castilla y los castellanos le importamos una higa), y que por supuesto no lo van a hacer los beneficiados peris. Dos cosas que aún se mantienen.
La primera fue utilizar los fueros vascos, tal y como en la actualidad aún se hace, para la compra de voluntades, para pastelear a costa de un tercero. Les mantuvo los privilegios, a cambio de adhesiones y fidelidades políticas, a alaveses y navarros (las provincias ‘leales’ que le apoyaron en su golpe de Estado a la República), y los suprimió a vizcaínos y guipuzcoanos (las provincias ‘traidoras’). No hay razón histórica alguna que los justifiquen, ni entonces ni ahora, pues es conocido que históricamente fueros los hubo en todas partes y bastante mejores que los vasco-navarros (por ejemplo el de Cuenca, del que cuelgan toda una familia de fueros medievales). Privilegios que naturalmente alguien paga. Y dos. La derecha española de todas las épocas, Franco incluido, y esto es aún más vergonzoso, favoreció el asentamiento de toda la industria española en Vizcaya, Guipúzcoa y Barcelona para inundar de castellanos esas tierras y evitar así, presuntamente, que el separatismo rebrotara. Erró en el cálculo, la gente, con los años, se naturaliza, e incluso se vuelve conversa y agresiva con la fuerte 'necesidad' de demostrar su inquebrantable adhesión a la nueva fe, de ahí su radicalismo, para no ser rechazados, tachados de advenedizos o sospechosos. El burro Alfons López Tena, ex magistrado de origen valenciano-andaluz, es un buen ejemplar de ultracatalibán que públicamente ha renegado de sus orígenes y de los de su padre. Se calcula que más de tres millones de castellanohablantes, hicieron/hicimos las maletas hacia esas zonas. Y digo que es más vergonzoso y repugnante aún porque implica dos cosas premeditadamente planificadas: el abandono y hundimiento de Castilla y todo el interior (cuyos efectos de despoblación, envejecimiento, masculinización del mundo rural y descapitalización son bien visibles hoy), y la utilización del pueblo castellano como carnaza de choque para ‘solucionar’ los problemas de lealtad de los peris. Así, se atribuye a Leopoldo Calvo-Sotelo, ex presidente español, una espeluznante cita de 1984: ‘Hay que fomentar la emigración de gentes de habla castellana a Cataluña y Valencia para así asegurar el mantenimiento del sentimiento español que comporta’. Dejando a un lado la sutil insinuación de traición que dedica a las regiones citadas, y la estupidez de identificar sentimiento español con hablar castellano, deja claro el papel político asignado a los castellanos por el Estado: ser carne de emigración apta para procesos de dilución social. Cuanto más pobres seamos, más fácilmente emigraremos. Razón de Estado.

"El análisis de más de cien procesos de independencia desde 1900 confirman la regla de la caída del comercio en dos tercios, aunque la rapidez con que ocurre depende en gran medida de si la separación es hostil o amistosa. Este es el resultado de los trabajos de D. Julio Alcalde, el mejor estadístico que España ha tenido jamás, y también del prestigioso profesor de Harvard y del IESE en Barcelona y perfecto conocedor de la economía catalana, Pankaj Ghemawat" (Roberto Centeno, en 'Engaño a todo un pueblo (el catalán)', El Confidencial, 08/10/2012). En la foto, Francisco Franco, quién contribuyó como nadie a engrandecer a la desagradecida región catalana a costa de otras, a las que sacrificó premeditadamente.
Pues bien, ahora que Artur Mas ha decidido abrir el melón constitucional y precipitar la secesión, y dado que el efecto contagio a Vasconia será inevitable, igual, de rebote y sin buscarlo, se corrige esta situación, se reequilibra económicamente el país. Todo ello sí son deudas históricas pendientes de cobro, ¿es el momento de cobrarlas? La entrega a perpetuidad, sin compensación alguna, que dos dictaduras, la de Primo de Rivera y la de Franco, hizo de las aguas y propiedad de canales y pantanos burgaleses (ríos Cadagua y Cerneja, canal Cerneja-Ordunte, etc.) al ayuntamiento de Bilbao, son otro ejemplo de saqueo a Castilla. Igual necesitamos de la secesión de los peris para empezar a corregir el agravio, visto que el Estado actual es incapaz de reconocer, compensar y restituir el daño hecho a Castilla entre otras zonas.

A Franco le encantaba entregar, a perpetuidad y sin compensación alguna, las aguas de unos a otros. Le encantaba decidir por las generaciones futuras. De eso, en Castilla, sabemos un rato. Todos nuestros ríos están al servicio de los peris. Eso si que es una auténtica red radial por la que nos desangramos. (Foto: placa en catalán de 1964, para que luego digan que estaba prohibido un idioma que simplemente no era oficial, que es distinto, de agradecimiento por una concesión de agua a perpetuidad en una comarca  de Lérida. Placas de agradecimiento como esa de Mollerusa, lógicamente, en Castilla, no hay ni una, ni en Burgos, ni en Guadalajara ni en Cuenca)
Resumiendo: hasta ahora, con la propuesta de pacto fiscal, CiU no exigía la secesión de Cataluña stricto sensu, sino alcanzar una suerte de independentismo asimétrico (Pascual Maragall dixit), un status quo privilegiado dentro de España tal que disfrutarían de todas las ventajas de ser españoles pero sin ninguno de sus inconvenientes, es decir, sin serlo plenamente. En otras palabras, los nacionalistas catalanes querían la independencia, pero siempre y cuando la nación española no exija a su vez lo mismo respecto a Cataluña (Pablo Molina dixit). Quieren, como primera opción, el privilegio, y en segundo término, la independencia, nunca la tercera vía, la igualdad. Y claro, así, no paran de subir los restospañoles que deseamos independizarnos de Cataluña, por la vía de su expulsión preferentemente (no de su, o de nuestra, autodeterminación. Ante la Historia no queda igual una ruptura mediante expulsión que mediante autodeterminación), y acabar con un Estado que no duda en bajarse los pantalones cuando está gobernado por un PPSOE sin mayoría absoluta, o incluso con ella. Visto que no consiguen el privilegio (ya veremos si solo momentáneamente), como si hicieron vascos y navarros, han pasado a la opción segunda. Y nosotros, visto que la tercera vía de la igualdad no la defiende nadie, pues se admiten cada día más asimetrías, hemos de pasar a la cuarta, al expulsionismo puro y duro, al derecho de admisión,… sobre todo ahora que sabemos que el previsible desastre económico catalán a medio plazo (pongamos un lustro), económicamente puede ser un fuerte revulsivo para el interior peninsular. Dónde las dan las toman, amigos peris. El propio Jordi Pujol así parece temerlo. En junio, cuenta El Confidencial del 25/09/2012, “Pujol telefoneó a su ‘colega de correrías’, Rodolfo Martín Villa, para preguntarle por unos datos sobre la economía castellana que necesitaba para unos escritos que estaba preparando. El político leonés no tenía las cifras en la cabeza, así que se comprometió con el ex president a buscarlos en su biblioteca y hacérselos llegar. El hecho cierto es que Martín Villa le envió una carta escrita a mano con la información solicitada y unas cuantas apreciaciones personales. Al final de la misiva incluyó una coda que, según ha relatado el propio ex ministro a sus allegados, venía a decir algo así como: ‘He leído tus declaraciones en la prensa últimamente. Con la autoridad y prestigio que tienes, no deberías decir ese tipo de cosas’ [se refiere a las declaraciones de apoyo de Pujol a la independencia]. Martín Villa cree que se está traicionando el espíritu de la Transición, que del ‘café para todos’ se está pasando al ‘café para unos pocos’. Como si hubiera escuchado los consejos del leonés, Pujol parece haber reculado (‘La independencia es casi imposible’, reconoció hace unos días). Otra cosa es que dicha rectificación haya llegado ya, demasiado tarde”.
"Quieren, como primera opción, el privilegio, y en segundo término, la independencia, nunca la tercera vía, la igualdad"
La pregunta es, ¿para qué diantres le interesa a Pujol la economía castellana, en qué estaba pensando?, ¿la independencia es casi imposible o simplemente no es conveniente?, ¿solo por el interés te quiero Andrés? Va a ser que no, la mecha está encendida.

Listado de empresas españolas (las empresas tienen nacionalidad, no lo olvidemos, cif  español) con sede en Cataluña. En primer lugar aparece Gas Natural Fenosa, el precio de cuyos productos (gas y electricidad), por ser estratégicos, están regulados, es decir, se publican en el BOE. Dicho con otras palabras, sus beneficios son los que el Estado, y todos los españolitos contribuyentes de este sufrido país que desprecian les permitimos, y ahora viene un chikiliquatre y nos dice que esos dineros son solo de ellos. ¡Manda huevos! No solo eso, esa empresa, cuyo principal accionista es la castellana Repsol, procede de la fusión de Gas Natural por un lado (que a su vez es el resultado de la fusión de Gas Madrid y Catalana de Gas) y de Unión Fenosa por el otro (ídem Unión Eléctrica Madrileña y la gallega Fenosa). Recordemos que la sede se puso en Barcelona sencillamente porque Jordi Pujol así se lo exigió a Felipe González, entre otras muchas cosas y empresas (como Terra SA, ...), como pago a su apoyo. El catalanismo es así, por el interés te quiero Andrés, juntos mientras la teta del Estado de leche, y eso es lo que ha pasado, que ésta se ha secado, que la descomunal crisis amenaza con derribar al mismisimo Estado. ¿No surgió el catalanismo y todos los secesionismos periféricos precisamente en 1898?, ¿casualidad? En 2º y 6º lugar aparecen La Caixa y Banco Sabadell (aún sin incluir los datos de las distintas cajas, algunas castellanas, que el Banco de España les ha dado gratuitamente en gestión) y que extraen entre el 60 y el 70% de sus depósitos (con los que se financia la economía catalana) fuera de Cataluña. Los depósitos son la clave en las balanzas de ahorro-inversión. Se remunera a cero, o próximo a cero, a su titular mientras se emplea ese dinero para financiar la inversión en lugares lejanos. La intermediación bancaria es eso, se financian cuasi gratuitamente a costa de millones de ahorradores de 8.000 pueblos de España, y se presta a unos pocos miles de particulares/empresas de unos pocos lugares donde si es rentable invertir (7 u 8 áreas industriales españolas solo, las capitales de provincia y poco más). El tradicional ahorro castellano (Soria, Cuenca, ...) y ahorro rural de miles de sitios, financia, financió a Bilbao, Barcelona y Madrid. Ambos bancos no podrían sobrevivir fuera de España, acabarán mudándose. Y eso por no hablar del Esquema de Protección de Activos (EPA) contra pérdidas que España les ha concedido con dinerito del contribuyente español.  En 3er y 4º lugar aparecen Wolkswagen y su filial Seat (motor industrial catalán de origen público cuya ubicación la decidieron militares españoles y cuyas tropecientas crisis también las pagamos todos los españolitos). Va a ser que si se va una, se van las dos. Esperemos así sea (yo se de uno que no volverá a tener un Seat como no se trasladen ya). Ludger Fretzen, máximo mandatario del grupo alemán en España, lo tiene claro: "si Cataluña continúa por la vía de declararse independiente, trasladaríamos nuestra sede a Madrid. Desveló que ya ha celebrado varias reuniones donde se ha tratado este conflicto. En concreto ha analizado con el departamento de recursos humanos como se realizaría el traslado" (informa La Voz Libre). Adelante señor Mas, en Venta de Baños, Guadalajara, Toledo o Tarancón nos frotamos las manos solo de pensar que el futuro de Seat puede estar aquí. En 5º y 8º lugar aparecen Celsa y eDreams, dos grupos no estratégicos perfectamente prescindibles, sustituibles por otros. Seguiremos comprando los viajes en El Corte Inglés. En 7º lugar aparece la concesionaria de autopistas Abertis, en cuyo accionariado están las castellanas ACS y OHL que podrían presionar para el cambio de sede inmediato fácilmente con el argumento de que el fuerte apalancamiento que requiere esa actividad no soportaría una salida del euro. Y si no se mudan, se les expropia y punto, algo que puede justificarse porque Abertis tiene dos concesiones del Estado estratégicas: el negocio de la TDT, y sobre todo, el de Hispasat (comunicaciones vía satélite). En 9º lugar tenemos al grupo Planeta, que ya ha advertido que su negocio es inviable en una Cataluña independiente y que recalaría en cualquier sitio de habla castellana. En 10º lugar aparece un zombi bancario, CataluñaCaixa, que ha tenido que ser rescatada con dinerito de todos los contribuyentes españoles ahora traicionados. En 11ª posición tenemos a Nissan Motor Ibérica, cuya sede ya estuvo en Madrid, y con factoría también en Ávila. Sería esta una gran ubicación para la fábrica barcelonesa. Anímese señor Mas y declare la independencia cuanto antes, en Ávila le esperamos con los brazos abiertos. En el nº 12 aparecen los alemanes supermercados Lidl. Son las empresas de distribución y servicios las más baratas, fáciles y rápidas de deslocalizar. En el nº 13 aparece la constructora Comsa.Ente, un negocio ahora ruinoso. Pueden quedársela enterita con sus deudas. En la posición 14 del escalafón está la suiza Nestlé España que como no se deslocalice le acabará pasando como al cava o a Nutrexpa, boicot seguro. A Nutrexpa, justo es recordarlo, ya somos muchos los que le hacemos boicot por haber apoyado su presidente, el 'señor' Ferreró, la campaña de 'España nos roba' y la independencia. Pues nada, para que no tenga que devolvernos el IVA que los consumidores pagamos, para que no nos llamen más ladrones, lo mejor es no comprarles nada... y si de paso así forzamos su traslado, miel (nunca de la Granja San Francisco) sobre hojuelas. Podríamos seguir pero creo que es suficiente para hacerse una idea de cuál es el panorama futuro.
"El Ejecutivo español ha llamado a un aparte a los jefes de las grandes compañías catalanas a las que ha transmitido un solo y nítido mensaje: ¡Vosotros veréis!... quebrar vuestras empresas es cuestión de unas semanas y sólo vosotros sois capaces de embridar a un locoide tan estulto como envalentonado... ¿Han entendido el mensaje?" (Graciano Palomo, en 'España o quiebra', El Confidencial, 06/10/2012) ¿Quién dijo que no se podía acabar con el faltón nacionalismo excluyente? ¡Claro que se puede! Basta con dejar que se den de bruces contra la pared a la que ellos solitos se dirigen..., y si de paso, mientras se destruyen voluntariamente, nos beneficiamos castellanos, aragoneses y valencianos (y en menor medida otros restospañoles) de la deslocalización empresarial, deme, señor Pujol, una sola razón para defender su pertenencia a España. A mí sí que se me han acabado, con la diferencia de que mi defensa de la unidad de España sí fue sincera y leal siempre, no como la suya, que jamás existió, fue puro tactismo, puro negocio. No les aguantamos ni un insulto más. Todos los españoles que sí deseamos mantenernos unidos exigimos nuestro derecho de admisión, de expulsión. Quién no se comporte, quién no acepte igualdad, quién busque privilegios y ventajas mediante chantajes, a la puta calle, y esto incluye a los restospañoles que acepten la deshonra de las asimetrías. La foto, que circula por internet, muestra irónicamente al FC Barcelona tal y como sería dos años después de la independencia; sin duda, una forma gráfica de describir cómo acabará, por ejemplo, el puerto de Barcelona (y toda la economía catalana). Dicho puerto recibe un 70% de su tráfico de mercancías con origen o destino el resto de España. Es fácil imaginar donde irá ese negocio si levantamos una frontera: a Valencia (lo que consolidará un magnífico eje ferroviario Madrid-Valencia por mi Cuenca natal). ¡Por fin el Estado se desligará del periferismo! 
Hablemos claro. Es hora de decir lo que realmente ha significado para los castellanos la historia de España de los últimos 130 años a cuenta de los secesionistas peris, cómo éstos han conseguido condicionar (y hasta doblegar) al Estado y cómo eso nos ha afectado al resto. El Estado nos ha utilizado para fines políticos, como caballo de Troya. Las presiones y tensiones secesionistas periféricas aparecidas en España al final del s XIX (y que llegan hasta nuestros días), han hecho de España un país que no piensa en desarrollarse territorialmente de forma sólida, equilibrada y justa, sino en salvarse, en mantenerse a flote más o menos unido. Para ello, desde el Estado se ha planificado sistemáticamente, durante esos 130 años aproximadamente, una política de inversiones tendente a diluir el secesionismo, no ha desarrollar el país, que ha acabado por hundirnos a todos menos a los territorios secesionistas. Y en eso continua. En tiempos de Primo de Rivera, se planificó una red radial de carreteras y ferrocarriles pensando más en controlar militarmente el territorio periférico que en el desarrollo económico conjunto del todo. Huelga decir lo desastroso que eso ha sido, para las tierras del interior (Madrid no es sino una excepción que confirma la teoría). Y todavía lo estamos pagando. Las Repúblicas tampoco cambiaron esa política, incluso asumieron el discurso político periférico. Al final de la guerra civil, la población de Cataluña no llegaba a los 3 millones. Cuarenta años después, al finalizar la dictadura, alcanzaba casi 6 millones. La administración franquista trabajó duramente en desarrollar industrialmente todas aquellas regiones con riesgo de escisión (teórico o real) al tiempo que abandonó premeditadamente hasta el hundimiento a las restantes. La combinación de ambos factores tenía por finalidad inundar de población castellanohablante la periferia. No fue casualidad. El hambre inducida en los castellanos para favorecer inmigraciones al servicio del Estado. Los castellanos, utilizados como caballo de Troya por el Estado. Algo similar está haciendo Marruecos con el Sahara o China en el Tíbet. La red de infraestructuras hidráulicas (Trasvases) planificada por la II República, pero ejecutada por Franco, también es radial, sirve para engordarles a costa de que nosotros quedemos famélicos. ¿Han visto ustedes alguna compensación por ello? Yo tampoco. Ni podemos vender agua ni podemos utilizarla. Y hasta hoy. ¿Casualidad? Durante la Transición se diseñó un mapa autonómico que permite que el castellano sea el único pueblo hispánico que no vive agrupado bajo una única administración regional, el único pueblo dividido y diseminado por seis CCAA (Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Castilla -La Mancha, y la comarca de Requena-Utiel, en la Comunidad Valenciana). Divide y emigrarán. La red de autovías y AVEs iniciada en los años 80 del s XX por Felipe González, y ampliada por todos los gobiernos posteriores, es un simple desdoblamiento de las viejas carreteras radiales, lo que perpetúa el desastre del interior castellano. ¿Casualidad? Pues bien, cínicamente tenemos encima que soportar que la radialidad que nos ha hundido sea para beneficio del centralismo castellano, ¡manda huevos! ¿También la radialidad del acueducto Tajo-Júcar-Segura es centralismo castellano?, ¿porqué se pospone continuamente el Ebro-Segura?, ¿casualidad? Las presiones peris al Estado han hecho de España una rueda de carro, un país fuertemente escorado, altamente desvertebrado, quizás de forma irreversible, y de Castilla una caricatura de lo que antaño fue. No solo Castilla, obviamente, de todo el interior peninsular (Aragón, Extremadura y casi toda Andalucía). Hoy a Castilla solo le queda agarrarse a su último clavo, a Madrid, y eso también les jode a los peris. No soportan que Madrid, justo cuando más se ha descentralizado España en su historia, despega con fuerza. Los planes de imposición lingüística y asimilación cultural, de descastellanización forzosa de inmigrantes que todas las regiones bilingües ejecutan no son sino una vuelta de tuerca más que el Estado, arrodillado, tolera. Solo ellos tienen derecho a la singularidad lingüística en España; en sus propias regiones, en cambio, no se respeta. Y el Estado, siempre al servicio de los intereses peris, mirando para otra parte. Conseguido un Estado escorado hacia ellos, trasvasada toda la riqueza y el capital humano (el interior está exhausto), solo queda una etapa final: descastellanizar a los inmigrantes, asimilarlos, y hacer de Castilla un recuerdo solo para los libros de historia o literatura. Y ya lo tienen todo. Ante ese panorama, ¿porqué hemos de temer ahora la secesión de Cataluña y de alguna otra región más? quizás nos estén haciendo un favor sin proponérselo. El Estado es incapaz de cambiar; el PPSOE que lo gobierna es cortoplacista, mediocre y solo van a su avío. Y los peris exactamente igual. Desgraciadamente, la ruptura es la única forma de acabar con esa política pro periférica ya secular. Estamos hartos del 'dame más o me voy' y del 'tómalo todo pero no te vayas'. Y digo desgraciadamente, porque en verdad, la idea de la unidad de España es buena, tiene lógica económica y sentido geográfico e histórico innegable. El sentimentalismo noble y sincero hacia España nos tiene atrapados a los castellanos, siempre esperando que llegue un arreglo que jamás llegará. Nos atrapa y nos paraliza mientras otros se aprovechan. Admitamos de una vez que España tiene un cáncer sin curación en sus extremidades, no todas, y que amenaza metástasis. O lo extirpamos o nos mata. Nuestra debilidad económica y política es un reflejo, un efecto de esa enfermedad que cultivan a placer los peris, que son la causa ulterior. Quizás nos está faltando cuajo para admitirlo. 'Castilla hizo a España y España deshizo a Castilla y sigue deshaciéndola' que pronosticaba Sánchez-Albornoz. Y no le faltaba razón pese a que él mismo apostaba por España. Hasta ahora, los secesionistas peris se dedicaban al juego de 'pujolear', al amenazo-rasco, a tensar la manguera pero sin romperla. Afortunadamente, Artur Mas no sabe 'pujolear', pastelear. Es más necio, más zafio, y al ir por las bravas a por la pasta, ha roto los puentes, ha roto la manguera que tanta succión nos produce al resto. Por eso nos viene bien que se declare abiertamente independentista, que sea bruto. Se acabaron las ambigüedades. También eso dejará en evidencia al PPSOE si cede o se coaliga de nuevo con CiU en el futuro. El escenario político se clarifica, se acaba con el indolente travestismo político del PPSOE de los últimos 35 años. Y no parece que Mas pueda enchufar la manguera de nuevo. Si lo hiciera quedaría como cagancho en Almagro ante los ojos de los suyos, tan estultos como él. Buenas noticias, van en serio; el rumbo equivocado de los últimos 130 años podrá ahora corregirse. Dijo acertadamente David Cameron, primer ministro británico, a los escoceses: '¡Let them go!(¡que se vayan!). O sí o no, no hay nada que negociar, pero aténganse a las consecuencias'. Eso mismo les digo yo. Ya está bien de defender la unidad de España incluso por encima de nuestro propio trozo de España, Castilla. Ya está bien de proponer 'matrimonios federalistas' con quienes no hacen otra cosa que ponerte los cuernos. De nuevo los ingleses como espejo en el que mirarnos.
"¡Let them go!(¡que se vayan!). O sí o no, no hay nada que negociar, pero aténganse a las consecuencias".

Escucha Cataluña, estamos hartos de vuestras trampas. ¡Fuera de aquí! "El consejero de Economía  catalán, Andreu Mas-Colell, presentó las balanzas fiscales del conjunto de España la pasada primavera [...] hay muchas formas de hacer las balanzas fiscales y cada una de ellas lleva a un resultado diferente. Desde el Gobierno de CiU se escogieron dos métodos: el de carga-beneficio y el de flujo monetario. Hasta aquí no hay nada raro, porque son los procedimientos más comunes. Eso sí, el equipo de Artur Mas no se quedó ahí, sino que dio un paso más y decidió hacer los cálculos neutralizados (es decir, aplicándoles un ajuste en función de componentes como el ciclo económico o el déficit público). Dado el 'amor' que los políticos catalanes demuestran por la 'transparencia', sería lógico pensar que iban a publicar los cuatro resultados: carga-beneficio neutralizado, carga-beneficio sin neutralizar, flujo monetario neutralizado y flujo monetario sin neutralizar. Pues no... Resulta que el señor Mas-Colell sólo presentó dos: los neutralizados (o cocinados, como cada uno prefiera). Y qué casualidad, eran justamente los dos que más convenían a las tesis de CiU. En uno, aparecía un déficit fiscal de de 16.409 millones, y en el otro, de 11.261 millones. Mientras, en la documentación más detallada (es decir, fuera de las notas de prensa) se incluía una tercera cifra, que daba un déficit de apenas 791 millones. pero, ¿y el cuarto método de cálculo? Ni una palabra sobre el mismo. Ahora sabemos que con este sistema habría aparecido ¡un superávit de 4.015 millones de euros!" (Libre Mercado, 09/10/2012, citando a su vez a La Voz de Barcelona del 08/10/2012). Cataluña, no solo es desleal, no solo hace trampas sino que no duda en montar campañas insultantes como la de 'España nos roba'. Y no es un hecho aislado e infrecuente. Cataluña no debe autodeterminarse, debe ser expulsada. El resultado es el mismo, pero ante la Historia no queda igual. Lo primero implicaría que eran una colonia que por fin se han liberado de sus opresores restospañoles. Lo segundo, que tenemos agallas. (Foto, portada de El Periódico, el 11 de septiembre de 2012)
"Cataluña no debe autodeterminarse. Debe ser expulsada. El resultado es el mismo, pero ante la Historia no queda igual. Lo primero implicaría que eran una colonia que por fin se han liberado de sus opresores restospañoles. Lo segundo, que tenemos agallas"

P.D.: "Lo que está claro es que, mientras no se aclaren las cosas, en Cataluña no se va a invertir. Esto ya pasó en Quebec. En los años 70, Montreal era un 50% más rica que Toronto, el centro económico de Canadá. Hoy, la economía de ésta última es el doble que la de aquella. Es la consecuencia lógica de la incertidumbre. Nadie se plantea invertir en una zona que crea conflictos voluntariamente" (Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado de la Marca España, en Libre Mercado, 16/01/2013). Recordemos que la principal eléctrica de Montreal se trasladó a Toronto. Madrid es el Toronto castellano. Nada que temer con la posible independencia de Cataluña o País Vasco. Pensar más en nuestro trozo de España, en Castilla, que en toda España, es algo que no sabemos hacer los castellanos. Hasta ahora. Señores de Iberdrola y GasNatural Fenosa, ya tardan. No esperen a que el desafío secesionista fracase. Mikel Buesa realizó una interesante encuesta cuando se presentó el secesionista 'Plan Ibarreche' para el País Vasco: una de cada cuatro empresas medianas o grandes (las que tienen capacidad tractora sobre la economía) contestó que se marcharían si el secesionismo triunfaba. Por eso no me opongo, preveo que no se marcharán muy lejos. "Tras el conflicto territorial entre China y Japón las ventas de las empresas de éste último país en el mercado chino se están hundiendo. Es el caso de Toyota, de Nissan o de nuestra propia compañía" (Lluís bach, presidente y consejero delegado mundial de Orangina schweppes, propiedad del grupo japonés Suntory, ABC 25/10/2012). 
"Pensar más en nuestro trozo de España, en Castilla, que en toda España, es algo que no sabemos hacer los castellanos. Hasta ahora" 

[1] “Nosotros somos educados” llegó a espetar Artur Mas tras entrevistarse con Rajoy, con lo que implícitamente está señalando que el resto no lo es. Cuán diferente hubiese sonado un simple 'somos educados'.