Por Javier Martínez.
Fundado por los condes de Lara, Gonzalo Fernández y su esposa Muniadona, en el año 912 (se conmemoran ahora sus 1.100 años de vida), fue su hijo, el conde Fernán González (930-970), primer conde independiente de Castilla, el que lo llevó a su máximo esplendor mediante numerosas donaciones. Tal fue su devoción por este monasterio, imprescindible en la historia de Castilla, que se hizo enterrar en él junto a su esposa Sancha.
Ambas tumbas permanecieron en el cenobio hasta que en 1841, tras la desidia y abandono que siguió a la desamortización de Mendizábal, fueron trasladadas a Covarrubias, también en Burgos, lugar por ello de 'peregrinación' castellanista en la actualidad.
Monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos, Castilla) |
Comenzó así la decadencia y expolio del importante monasterio castellano, con el traslado de la portada de la iglesia al Museo Arqueológico Nacional en 1895, el de un sepulcro románico de gran belleza (que la tradición dice haber pertenecido a Mudarra), a la catedral de Burgos, así como varios frescos al Museo Metropolitano de Nueva York y al Museo Nacional de Arte de Cataluña (la tierra que, una vez descuartizado el Archivo Histórico de la Guerra Civil, con sede en Salamanca, por el Gobierno español por exigencias de los nacionalistas catalanes que apoyaron a Zapatero 'y a la gobernabilidad' de España, alberga ya ‘sus’ documentos y nuestro arte, como se ve, sin que nadie parezca reclamarlo. Y es que para el Estado periferista que padecemos desde hace décadas, cuatro ‘papeles’ catalanes sin excesivo valor sí son un ‘expolio’ a restituir, no así numerosos frescos medievales castellanos).
Monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos, Castilla) |
En este 1.100 aniversario, una plantación de 1.100 árboles autóctonos conmemorará la fundación de este edificio, situado en un paraje a punto de ser declarado Parque Natural, informa el presidente de la asociación Tierra de Lara, Borja Rosales, a la agencia Efe. Borja Rosales ha recordado que la conmemoración de la fundación del monasterio incluye varias citas culturales en las que participarán los 32 pueblos que componen la asociación, y cuentan con el apoyo del CSIC, la Universidad Juan Carlos I y la Junta de Castilla y León.
En un lugar destacado del bosque se ha plantado una sabina con una placa de homenaje al escritor burgalés Jorge Villalmanzo, recientemente fallecido y colaborador de la asociación, además de experto en temas de naturaleza.
El bosque, plantado por voluntarios, lleva el nombre de Fernán González en homenaje a quién la historia conoció como ‘el Buen Conde’, y su devoción por el monasterio.
«Quiso Dios al buen Conde esta gracia facer,
Que moros nin cristianos non le podían vencer»
Que moros nin cristianos non le podían vencer»
(Última estrofa de 'El Poema de Fernán González')
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