Por Javier Martínez.
Hoy toca látigo, advertidos quedan. Si algo subyace en
el discurso de la llamada coronación-proclamación, en adelante la Llamada, y
que no tiene perdón ni razón ni explicación, es su sutil pero evidente carácter castellanofóbico
a poco que se rasque un poco. Discurso, no lo olvidemos, que gozó del visto
bueno previo del presidente del gobierno (Rajoy) y del jefe de la oposición
(Rubalcaba). Unos dos meses hace ya de eso (la vida en el lodazal ibérico sigue
igual), y nadie parece haber reparado en ello.
El reinado de El Preparao (al parecer va sobrao de
méritos para el cargo de Jefe de Estado, como si en un sistema monárquico estos
importaran algo frente a la bragueta), empieza como acabó el de su padre, El Campechano,
diciendo en voz alta a quien quiera oírlo, que está dispuesto a malvender la
dignidad de los castellanos (y demás restospañoles) a cambio de una prórroga de
tiempo, de falsa normalidad y tranquilidad, rogada, casi suplicada, a los peris separatistas y que no evitará un cataclismo aún mayor dentro de unos años, quizás meses,
visto el órdago catalanista con cronómetro, dinamita y mecha encendida.
¿Se han fijado Vds. a qué cuatro escritores citó el
nuevo rey en su discurso?, ¿se han parado a pensar qué tienen en común y cuál
es la razón ideológica última de que sean esos y no otros?
El gallego Castelao, el vasco Gabriel Aresti, el
catalán Espriú y el andaluz Antonio Machado. Cuatro jinetes de las nacionalidades
“históricas”, las cuatro niñas bonitas del Estado periferista. ¿Casualidad?
Restospaña no cuenta, directamente nos esconden a castellanos, aragoneses y
navarros, los auténticos reinos históricos. Y para mayor oprobio se elijen
personajes, entre otras causas, por su odio explícito a Castilla, lo castellano
y los castellanos.
Vamos con el primero. Entre los
méritos de Castelao figuran citas como éstas:
“El día 25 de julio del 1935 estábamos celebrando el mitin de las
arengas en la Quintana de Santiago, y un
patriota gritó: ¡Viva España! En
seguida surgieron del público unos
jóvenes separatistas y apalearon al interruptor patriota. Yo di por bien
empleado aquel castigo”
“En la Unión Soviética el problema de las nacionalidades quedó resuelto,
previa y definitivamente, por medio de la libertad y de la democracia.
[…] Nosotros debemos aceptar para España una solución idéntica a la
que dio la URSS y no conformarnos con otra”.
“España no es
una nación sino un conjunto de grupos humanos étnicamente desunidos (sic)”
“Siendo Galicia el reino más antiguo de España le fue negada
la capacidad para asistir a las Cortes [castellanas], y ésta es una ofensa
imperdonable; pero peor ofensa fue la de someternos a Zamora -una ciudad
fundada por gallegos, pero separada ya de nuestro reino y diferenciada
étnicamente de nosotros-. Con razón el exaltado Vicetto escribió estas palabras: ‘¿Y quién le negaba [a Galicia] ese derecho de igualdad y
solidaridad entre los demás pueblos peninsulares? Se lo negaba la canalla mestiza de gallegos y moros que constituía los
modernos pueblos de Castilla, Extremadura, etc. Se lo negaba, en fin, esa raza de impura, adulterada sangre”
“Lo que el
mundo distingue como español ya no es el castellano, es el andaluz, que tampoco
es andaluz, sino gitano. A este
respecto hay que decir que no negamos la hondura cultural de Andalucía, sólo
comparable a la nuestra; pero es que allí los fondos antiguos y de mayor
civilización están ahogados por
la presencia de una raza nómada y mal avenida con el trabajo. […] Más… ¿qué es la golferancia y el señoritismo sino un
remedo de la gitanería? ¿Qué es el flamenquismo sino la capa bárbara en la que se
ahogaron los fondos tradicionales de España, la cáscara imperial y austríaca,
los harapos piojosos de la delincuencia gitana? Hoy el irrintzi vasco, el renchillido montañés, el ijujú
astur, el aturuxo gallego y el apupo portugués están vencidos por el afeminado olé… Pues bien; los gallegos espantaremos de nuestro país la
plaga de Egipto aunque se presentara con recomendaciones…, porque somos la
antítesis de la golferancia y del señoritismo, de la gitanería y del
torerismo.”
Comunista y pro-soviético, ergo antidemócrata,
antiliberal y republicano, además de antiespañol, anticastellano (“la canalla mestiza, raza
impura”) y racista, perdón por la redundancia, ¿no había otro asno peor para un
discurso real? La respuesta es no, por eso se eligió a éste. Rosalía de Castro por
ejemplo, nos insultaba incluso más, nos despreciaba mejor, pues al menos lo
hacía en una excelente prosa. Igual de ruin, era menos zafia. Por eso la
descartaron.
Vamos con Salvador Espriú, un poeta con algunas
cosillas interesantes, pero que nunca pasó de escritor local. A él se le
atribuye la frase: “Castilla y Aragón
hicieron a España, y Castilla se la cargó”. Con lo cual, todo lo demás
sobra. Ya tenemos el mérito aportado para haber sido seleccionado por el marido
de la bi-abortista, divorciada, republicana, atea, izquierdista y sindicalista reina
consorte, alias La Prota. Este Rey todo lo elige bien, no cabe duda. Conste que a mí, todas esas cosas me traen sin cuidado, pero pensaba que no así al Rey.
De Aresti, de cultura y lengua materna castellana,
siempre se elogió por la excluyente piara periférica del norte seguidora del bellotari Sabino Arana, que la
abandonase en su obra en favor del vascuence aprendido a trompicones de adulto.
Eso da puntos para Felipe VI y lo de menos es lo intrascendente de su obra. Su único
mérito puntuable pasa por escribir en vasco (algo lícito ojo), pero no tanto
por el vascuence en sí, que nada relevante escribió en él ni culpa tiene este idioma, sino por hacerlo
habiendo renunciado al castellano. Normal, en castellano no pasaría de vulgar
mindundi, un don nadie, pero en vasco es un héroe nacional.
¿Y qué pinta ahí el gran Machado? Presenta una
brillante trayectoria literaria, pero cuidado, que no es esa la causa de su inclusión, sino el haber escrito cosas fácilmente utilizables contra los castellanos por
los peris de toda ralea tales como "Castilla
miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus harapos desprecia cuanto
ignora", así como por propagar una visión lúgubre y
negra en sus versos de los campos duerinos.
¡Basta
ya! Por ser castellanos, ¿a quién debemos pedir perdón?
El Rey autonómico.
¿Observaron Vds. que por primera vez tenemos un Rey
que no jura ni por España, sino “por las comunidades autónomas”, tóquense los
pies, a las que pretende “respetar sus derechos”, ergo, es Rey de España o Rey
de las autonomías?
¿Sus derechos, qué derechos? Majestad, voy a
recordarle algo: la reunificación de Castilla, que es perfectamente
constitucional, sigue siendo ninguneada, ni se toma en consideración, y Vd. no
ha jurado los fueros de Castilla (que garantizaban entre otras cosas la integridad
del reino, la unidad de Castilla), como debiera, aunque sea de forma simbólica,
sino que ha jurado por los escombros autonómicos resultantes del troceamiento
de la misma. Ese juramento no es válido. Mucho debiera vos temer por ello dado
que “sea el Rey tenido por soberano de
Castilla tras la jura de los fueros, et si non los jurare, non sea tenido por
Rey ni obedesçido por castellanos”.
Majestad, tanto adular a la carcunda neo-carlista-caciquil
separatista de las CCAA histéricas, que no históricas, tan malolientemente anti-castellanas
ellas en sus procesos de invención nacional, no soluciona nada. Antes al
contrario, les envalentona y provoca que hayamos llegado todos al paroxismo, a
la exaltación extrema de afectos y pasiones, a la desafección hispánica generalizada,
al hasta aquí hemos llegado. Los castellanos nos sentimos permanentemente
escupidos y agraviados por los peris. Y Vd. les ha dado correa en su discurso.
Mucho me temo que la institución ha perdido el sentido de la ubicuidad (ser y
estar en todas partes por igual) así como la perspectiva histórica, y con ella
el norte y la razón de ser de su corona, y eso, unido a que el signo de los
tiempos no favorece a la institución monárquica, acabará siendo letal. Recuerde
aquello que alguien dijo y muchos pensamos: “los
españoles somos monárquicos… hasta Felipe II; después, ni uno más”. Argumentalmente desnudo
y sin brújula, ¿a dónde va el Rey?
El Rey asimétrico
¿Es posible tener dos títulos de Rey a la vez en el
reino? El Campechano, ya lo dejó claro: conserva el título, el tratamiento de
Majestad y la residencia. Es de suponer que el sueldo también, claro. En una
República, ¿pagaríamos a dos presidentes, tendrían sueldo sus consortes? Pues
todavía hay quien se cree que la monarquía es barata. Ahora, el título de Rey
ya no se hereda al morir, no es único; ahora se desdobla, ergo no tenemos un
Rey sino dos (cuatro con los consortes). Hacen lo que les rota. ¿No querían
Monarquía? pues toma dos tazas. Monarquía desdoblada o asimétrica, con Rey de primera
y de vía lenta. Si hay tipos y clases de españoles, por qué no de reyes. La
nueva España naciente es así, asimétrica. O eso pretenden.
Y mientras, el cronómetro del órdago secesionista
catalán corriendo. Sea cual sea el resultado, habrá turbulencias que alcanzarán
la Constitución. Y como se abra el melón constitucional, probablemente en la
dirección de crear un Estado federal asimétrico (dos conceptos antagónicos),
con varias clases y categorías de españoles, la monarquía no contará ya con
apoyo político y popular suficiente ni protección.
Todo parece indicar que si hay cesiones a Cataluña
éstas serán en forma de asimetrías. Un catalán no está contento si no es
diferente, si no se siente singular, asimétrico, si no come en mejor plato. A
ellos lo que realmente les pone es el café para tres, no la ruinosa
independencia. El resto, servimos el café. Un catalán es feliz si castellanos y
asturianos no tienen la autonomía que si reclaman para sí, si lo suyo es de ellos y lo nuestro de todos. Es
un inmenso error aceptar las desigualdades entre españoles, negociar
componendas, cosa que ya sucede con vascos y navarros y su derecho a parasitar
fiscalmente al resto de españoles, los restospañoles. Ante eso, el resultado
será una tremenda desafección hacia España por parte de los que hasta ahora se
mantenían leales al proyecto común, de quienes hacemos de esqueleto. Mucho me
temo que el Estado optará por la bajada de pantalones y la humillación a
Restospaña antes que la ruptura. Craso error. Es cuestión de tiempo, basta
esperar a que vuelva el ambiguo, pusilánime y equidistante PSOE. Anticipo mi
postura: o juntos e iguales (que despotriquen lo que quieran) o antes rota que
asimétrica. Si se confirman nuevos privilegios, asimetrías, desigualdades,
singularidades o cualquier otro eufemismo que quieran acuñar, se acabó España.
Ni tricolores ni rojigualdas, cuarteladas y punto. Y quede bien claro que en primera opción prefiero sin dudarlo unidad e igualdad.