domingo, 21 de diciembre de 2014

Derecho a decidir, a excluir y a miccionar

Por Javier Martínez.

"El derecho a decidir implica decidir sobre todas las cosas. [...] ¿Quiero que Cataluña se independice? No, no quiero pero sé que la casta española ha insultado a los catalanes, se que la casta española no ha entendido que España es un país de países, una nación de naciones. [...]  ¿Derecho a decidir? por supuesto. Respetaré la decisión de los catalanes acerca de su futuro político."

La cita es de Pablo Iglesias Turrión, macho alfa de Potemos, que es como se llama en el reino animal a los líderes de la manada -aunque sean hembras-, en un esperado mitin en Barcelona (21/12/2014) tras el calculado perfil bajo adoptado ante el anticonstitucional butifarrendum secesionista del 9N. En la misma, nos deja claro que cuando los peris nos insultan con lo de "España nos roba", “nos expolian”, "nos oprimen", “los españoles son chorizos por ser españoles” y un largo y nauseabundo etc., en realidad les insultábamos nosotros; nos deja claro también que España es un país de países… pero él no sabe cuál es el suyo (Castilla, al que nunca cita), ni le importa lo más mínimo -y eso que tiene una bandera con dos cuarteles rojos, aunque sea rojo carmesí-, su estado de postración y expolio real de recursos humanos e hídricos por ejemplo. Nos deja meridianamente claro, en suma, que el unilateral derecho a excluir, digo a decidir a quién hago extranjero en su propia tierra, solo les corresponde a los catalanes (toma democracia, toma igualdad) no pudiendo los castellanos expulsionistas como yo independizarse de esa tropa desleal ni mediante el voto. Y es que los castellanos no pasamos de restospañoles para la banda de Potemos, somos simples españoles de segunda con menores derechos. Somos Restospaña, no Castilla, a la que como digo, jamás menciona. Y eso que somos uno de esos países, según dice. Para Potemos, Cataluña puede votar sus relaciones con Castilla y demás pueblos hispánicos. A la inversa no. Nada nuevo en la izquierda troyana española.

A ver, Pablito, ¿la casta española ha insultado a los catalanes? ¿Por qué no te presentas a presidente de los catalanes, que tienen una casta educada que jamás roba ni insulta a nadie, ni nos trata como una raza inferior -como a unos vulgares lúmpenes-, y nos dejas en paz? Por cierto, ¿llamar casta a todo hijo de vecino no es insultar?, ¿un eurodiputado de Potemos como tú no es casta pero los demás sí? Estás triunfando, es cierto, pero cubriéndote de mierda. Triunfas a base de apelar al resentimiento, al enfrentamiento y la envidia entre españoles, a hurgar en la desgracia de millones de parados (¿cuántos empleos has creado tú en tu vida?), apelando a las vísceras, a las bajas pasiones, llamando "perros de la derecha" a cuantos no te hacemos la ola. No me extraña que comulgues con las tesis excluyentes de los castellanófobos peris. Ellos también nos llaman perros callejeros (xarnego en catalán) desde hace más de cien años. Aún recuerdo cuando los profesores de bachillerato, mayoritariamente catalanistas del PSOE, nos humillaban en clase con lindezas como: “que levanten la mano los que saben hablar en valenciano”. Y la levantó uno, Salva se llamaba, que para más inri era valencianista, ergo furibundo anticatalanista. “Y ahora que levanten la mano los analfabetos”. Tendría yo unos 16 años. 

Esa gentuza está hoy reclamando el derecho a excluir a quién hago extranjero y a quién no de una puta vez, que han pasado 35 años y ya toca abrir el candado del 78. Y el criterio de exclusión no es otro que el idioma. En otra ocasión, otro profesor de la misma cuerda izquierdista-catalanista, soltó sin despeinarse: “lo que no puede ser es que los castellanos vengan aquí y se casen con gente de aquí. Eso no puede ser.” Enseñanza de instituto público. Ya saben Vds. por qué abandoné de bien joven la izquierda: por falta de oxígeno, el hedor era insoportable; tanto el PSOE como IU o Compromís (entonces BNV) dejaban bien claro que ser castellanohablante y de izquierdas eran cosas incompatibles. Si naciste castellano, automáticamente eras un fascista imperialista opresor. Así es como me hice “de derechas” (y castellanista), para respirar, un sencillo acto defensivo. Ese es el lodazal ideológico periférico que apoyas, Pablo. No es que quieran autodeterminarse (eufemismo que esconde la exclusión social lingüística, la ruptura jurídico-político-administrativa, la separación de grupos humanos por razón de lengua, de origen), es que además quieren determinarnos a los demás, quieren hacerlo sin que los castellanos y demás restospañoles podamos decir ni mu, unilateralmente "o sobre todas las cosas". No hace falta pues apelar a la unidad de España o a la común soberanía popular que por común, entre todos debemos decidir si la mantenemos o la troceamos. Es también una cuestión de igualdad. Y hasta de dignidad. ¿O nosotros no podemos tener nuestros sentimientos, nuestro corazoncito?

¿Decidir sobre todas las cosas?, ¿nos ha llamado cosas?, ¿hay unos derechos por encima de otros?, ¿por qué nos excluyes de decisiones que nos afectan?, ¿también café para tres en cuestión de derechos? Si nos odian y vilipendian continuamente, ¿el derecho a expulsarles no debería ser reconocido?, ¿cuáles son los límites de la autodeterminación, el barrio, el municipio, la comarca, la provincia? Así se crean más problemas de los que resuelves, si es que resuelves alguno. ¿No se te ha ocurrido que la principal fuente de castas, de sillones a gogó, surgió del troceamiento de Castilla en 11 CCAA?, ¿qué tenemos que hacer los castellanos para disfrutar de semejante derecho, llevarnos a casi mil inocentes por delante como los vasquistas?, ¿vilipendiar, despreciar e insultar por tierra, mar y aire durante cien años como los catalanistas?, ¿esa es la fuente, el origen de ese restringido derecho?, ¿qué hay del derecho de los padres a decidir la lengua de la educación de sus hijos?, ¿no eras tú el que decía que hay que decidirlo todo? Me parece a mi que tú no has entendido que España es, o intenta ser, un Estado de derecho, un país de iguales, y tú a lo único que aspiras es a "asimetrizarnos" más. Los complejines. Para Castilla, no eres más que un vulgar troyano. Otro más. Y para Cataluña, el pico que cava la fosa que separará a sus dos comunidades lingüísticas, que acabarán a palos, ¿o no has pensado que los castellanohablantes catalanes acabarán pidiendo autodeterminarse de los catalanohablantes? Recuerda Yugoslavia, observa lo que ocurre en Ucrania con los ucranianos pro-rusos (rusófonos). Ahí tienes escrito el final. No lo ves porque ignoras que Castilla -tu país-, y su alma nacional castellana, existen y laten con fuerza, aunque deambule aún sin organizar políticamente. (Foto: Pablo Iglesias en Barcelona, Efe)

Creo que la unidad de España es, objetivamente, coherente, necesaria y buena para todos (por eso no soy independentista), pero igualmente se que votaría la expulsión de más de uno debido a que los veo incorregibles, colmados de incurable odio anticastellano, a que son un lastre sin solución que agotan al país, a que no nos merecemos el trato que nos dispensan y a que aquí no cabe un tonto más y, o los tiramos por la borda, o el barco se hunde. España, mejor rota que asimétrica, es lo menos malo para Castilla.

El chorrito de Tania Sánchez

Mira Pablo, como veo que te cuesta, te lo voy a explicar con un ejemplo algo escatológico, el de la meada, que es muy sencillito, a ver si así te enteras. Imaginemos que los hombres de un pueblo cualquiera desean entrar en los servicios de las señoras, a ver qué tal miccionan éstas. ¿Por qué no proclamar la igualdad de hombres y mujeres en el acceso a los váteres, que ellas puedan entrar en el de los hombres y viceversa? Para ello, y para no presentar mácula alguna de antidemócratas, organizan un referéndum unilateral, esto es, solo para hombres, un 9 de noviembre, donde ejercer mediante urnas de cartón su derecho a decidir si entran o no en los váteres de las féminas. No es difícil colegir que semejante autodeterminación varonil, también determina a ellas, ¿verdad? Imaginemos ahora que ellas se oponen, no solo al resultado, sino a la celebración misma del referendo. ¿Podemos tacharlas de antidemócratas? No lo creo. Eso es lo que nos dicen los catalanistas a cuántos nos opusimos al butifarrendum catalán, y eso es lo que tu apoyas, Pablo: que los restospañoles (las señoras del ejemplo), traguemos con el “democrático derecho a decidir” de los catalanistas (los varones del ejemplo). 

¿Dónde está el artero engaño? Tan sencillo como que en democracia no todo puede votarse, no hay derecho a decidirlo todo, y aquellas cosas que si pueden decidirse, que se pueden votar, deben hacerlo cuantos se vean implicados, con independencia de lo que luego voten (estáis presuponiendo que los restospañoles votaríamos a favor de retener a los traidores catalanes. Y os equivocáis). Pero esa es ya otra cuestión. 

Vosotros, los unilateralistas (método por cojones), que tantas lecciones de democracia dais, no tenéis ni el cuajo ni los arrojos de plantear un referendo nacional porque teméis el resultado. Teméis que los expulsionistas, los únicos con motivos reales para la ruptura, arrasemos y acabemos con el cáncer para siempre. ¡Por fin habrá un grifo, un contador y una tarifa de precios para cada trasvase! Se acabó el expolio fiscal vasco-navarro. Fin a la miseria y la emigración en Castilla.

A un servidor, que está hasta el escroto de supremacistas personajillos pseudodemócratas que defienden que catalanes y vascos puedan decidir si quieren compartir o no casa común conmigo, sin que yo pueda igualmente decidir si les mando al averno, les aguanto o les acepto como iguales, no le queda otra -dado que hay muchos pablos que otorgan o se muestran condescendientes con la asimetrización-, que deciros alto y claro ¡váyanse a tomar por culo Vds. y su concepto de democracia! Al negarme un derecho que a otros les acepta, Vd. crea castas, la casta superior periférica y la inferior castellana, crea status jurídicos distintos entre españoles. Como dijo Labordeta, váyase a la mierda.

P.D.: ¿No les recuerda eso de "respetaré la decisión de los catalanes acerca de su futuro político" a cierta frase pronunciada por el bobo solemne que nos metió a todos en la descomunal crisis político-económica en que estamos? A ver si aprendemos de una vez que no deciden su futuro, deciden el nuestro, el de todos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

El castellanófobo Josep Fontana, Detritus Oloris Causa


Por Javier Martínez
(Artículo dedicado a Don Francisco de Quevedo y Villegas)

En su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid -en la no lejana fecha del 25 de noviembre de 2011- el bellaco de Josep Fontana Lázaro no dudó en declarar desde su mismo inicio “haber aprendido a conocer y estimar esta tierra”, en referencia a Castilla, gracias a amigos –estos si insignes historiadores- como Julio Valdeón, Felipe Ruiz Martín y Ángel García Sanz, alguno de ellos ya desaparecido que a buen seguro se revolverá en su tumba si llega a escuchar las últimas deposiciones verbales del infecto sujeto que hoy nos ocupa.

Poco tiempo ha pasado desde entonces, lo que descarta un cambio académico, ideológico o de parecer reflexivo pero también repentino dada la naturaleza de las declaraciones, y es ahora cuando esa cita adquiere su significado: no era cortesía sino cinismo, no había sinceridad, simplemente se estaba justificando, su subconsciente estaba tratando de ocultar, de excusar y negar sutilmente más bien, su subyacente castellanofobia, esa mezcla de odio, desprecio y envidia que ahora aflora y que su nada egregio cerebro no sabe controlar o eliminar. Imprudente y falto de razón, terco y porfiado en lo que dice, el viejo ideólogo izquierdista catalanista, ergo anticastellano -valga la redundancia-, ha soltado babas y espuma por la boca y nos ha deleitado con un nuevo excremento –lo que prueba una vez más que el hijoputismo anticastellano, es decir, el catalanismo (aquí en su versión de izquierdas)-, no descansa nunca. Lean un anticipo del excremento que el vil, mezquino y avariento Fontana nos lanza y contengan el vómito a continuación si pueden:

Observen la mirada porcina de Josep Fontana, castellanófobo confeso, en el momento de dar rienda suelta al animal de bellota que lleva dentro. Observen igualmente, cómo protege su reloj del potencial expolio que cualquier malicioso castellano que pase por allí a buen seguro le propina dada su intrínseca naturaleza "diferente". (Foto El Periódico de Cataluña, 22/10/2014)
"[…] Mil años nos han ido haciendo diferentes [de los castellanos] […] Tras la manifestación del 11 de septiembre del 2012, cuando se produjo aquella reacción, muy espontánea (sic), de la gente, que cogió a los políticos por sorpresa, mi idea era explicar por qué se había producido ese fenómeno, que la gente se dé cuenta [¿también espontáneamente?] de que (sic) no es una cuestión de los últimos dos años, sino de los últimos 500 años. [...] Cataluña es un país (sic) donde no hay grandes fortunas, ni grandes magnates feudales como en Castilla, ni grandes fortunas urbanas como en Italia. [...] Cataluña crea una sociedad que negocia [...] Se crea desde muy pronto un tipo de gobierno que genera unas constituciones y un tipo de derechos que la gente conoce porque les da garantías. Que les garantiza cosas tan importantes como no poder ser castigados sin juicio previo. Eso es algo que los militares castellanos no entienden. [...] Con la suma [palabra utilizada para evitar otra, unión] con la Corona de Castilla el sistema podría haber desaparecido y haberse provincializado. Y lo que hay es todo un intento de mantenerlo, desarrollarlo y actualizarlo. Hay una revolución catalana que va de 1480 a 1706. [...] En 1714 Cataluña, que está en pleno progreso y empuje económico, es coartada.
Entrevistador: Ese es el consenso actual entre los historiadores catalanes. Pero al otro lado se sigue hablando de la modernidad y el progreso traído por los borbones tras suprimir unas obsoletas rémoras medievales:
Respuesta: Es que no lo eran. [...] El mito del progreso borbónico es una tontería. Los borbones hacen que España, que aún era una gran potencia, pase a ser una ruina en 1808. Y aquello de que en Barcelona se luchaba por la libertad de toda España... lo que sucede es que son conscientes de que la libertad de aquí depende de que allí también exista. De aquí sale, en la burguesía, la idea de hacer una nación española en que las libertades sean equivalentes. El proyecto [ilustrado y liberal] de hacer una nación española rechaza la idea de que lo que se necesita es sujetar a la gente de aquí a las leyes de Castilla. Esta burguesía [catalana] en el XIX renuncia a la lengua y tiene ese entusiasmo porque quieren construir una cosa nueva. Ese fracaso del proyecto liberal era inevitable porque no se podían fusionar dos sociedades [castellana y catalana] distintas con mentalidades distintas. [...] La conciencia [catalanista] de lo que se perdió pervive en un medio popular, antes de que la burguesía empiece a mirar hacia atrás para crear mitos. Y los soldados se encuentran con problemas con sus superiores, el funcionario que reclama los impuestos suele ser castellano... En el teatro popular bilingüe el castellano se reserva a personajes ridículos, pretenciosos y autoritarios. Las cosas vienen de abajo, y no cambiarán hasta finales de siglo, cuando la burguesía ve que no tiene nada que hacer en la política castellana. [...] No hay ningún Gobierno posible en Madrid, de derechas o de izquierdas, que se pueda permitir negociar una declaración de independencia. Y el otro; la ilusión de los políticos españoles de que todo esto es como un delirio, una enfermedad, pasará y todo seguirá siendo como antes. No. Nada será como antes. Porque si algo importante pasó el 11 de septiembre del 2012 es que fue la gente la que dijo que estaba hasta las narices.
Entrevistador: refiriéndose a la segunda guerra carlista [Vd. dice que] «Madrid no entiende nada»...:
Respuesta: La sociedad castellana en la baja edad media tiene un problema considerable, el de las tres religiones. En lugar de tolerancia, un problema. Nosotros no nos libramos [de la intolerancia], pero no marca tanto nuestra cultura. La palabra raza es una palabra de origen castellano en cualquier lengua del mundo. Raza era un defecto en un tejido. Y se transmite ese significado a la raza de moros y judíos. Este hilo de intolerancia hace que nunca acaben de entender que los otros hablen distinto, que sean distintos. O que quieran tener unas formas de vida distinta. No lo entienden. Y ese no lo entienden lo ves cada día. Han sido educados para no entender nada. Y cualquier cosa que se les ponga por delante... ahora me dicen que soy un viejo estalinista que se ha hecho nacionalista. Cuando entré en el PSUC era tan nacionalista como ahora. El programa del PSUC hablaba de autodeterminación. Sé que algunas cosas que he escrito irritarán. Pero editar el libro solo en catalán ayudará a que lo lean menos.
Entrevistador: ¿No habrá traducción [al castellano]?:
Respuesta: He dicho que no. Quería explicar cosas a gente que tiene la misma cultura, que ha tenido las mismas experiencias, que se ha encontrado con los mismos problemas y con la que tenemos una visión del mundo compartida, que es lo que acaba fabricando toda esta identidad.
Entrevistador: ¿Se rinde? ¿No hay nada que hacer [con los castellanos]?:
Respuesta: No es eso solo. He escrito este libro pensando en lectores catalanes. Si he de hacer los mismos razonamientos a lectores castellanos, lo tendría que reescribir completamente. Y no sé si vale la pena el esfuerzo."
(Entrevista a Josep Fontana, presentado como "maestro de historiadores" (sic), en El Periódico de Cataluña digital, 22/10/2014, promocionando su última deposición castellanófoba de próxima aparición en estanterías de papel higiénico: 'La formació de la identitat. Una història de Catalunya', un nauseabundo y ofensivo chorroborro)

"Los castellanos han sido educados para no entender" (Josep Fontana, candidato a Premio Gilipollas del año). Captura de El Periódico de Cataluña, 22/10/2014, lugar donde ha defecado un anticipo de sus castellanófobas teorías.

Ahí queda eso para los anales de la Historia. Anales de ano, no de años, que es por donde este miserable puerco eructa sus opiniones y su marronáceo magisterio. Y digo yo, ¿a qué espera la Universidad de Valladolid para retirarle el título de Doctor Honoris Causa?, ¿no sería mejor declararlo animal de mirada baja, personajillo non grato, o simplemente, Detritus Oloris -u Horroris- Causa? Sin duda se ajustan mejor al perfil de bellaco gualdrapa que lleva dentro, al de mamífero artiodáctilo del grupo de los Suidos dada su jeta alargada, sus pezuñas, nariz y mirada porcina. 

¿Qué pasa en Cataluña que no hay semana que no nos vomiten un desprecio?, ¿qué pasa en Castilla que estas cosas ni se denuncian, ni se publican, ni se rebaten? ¿De qué somos culpables los castellanos para merecer semejante y continuado trato por parte de los peris (internauta Villaroel dixit)? Si a un catedrático emérito castellano de Historia se le ocurriese soltar algo así, que no es el caso, contra Cataluña o los catalanes se armaría, con razón, la de San Quintín. En cambio, contra Castilla, todo vale, nunca pasa nada, sale gratis. Nadie la defiende, nadie se defiende. La anulada e indolente -quizás por troceada y triturada territorial, política y socialmente- sociedad castellana, ausente de todo debate, ni se inmuta pese a que le llueven los escupitajos. No es ni el primero ni el último que difunde esas burdas falacias anticastellanas en el Principado. Es algo que se empeñan en expandir desde la oficialidad política y cultural. Esas teorías tienen muchos ecos, gozan de gran difusión, de enorme aceptación entre los fétidos ideólogos catalanistas de todo pelaje que alimentan el cerebro inerte de sus gentes, tan contaminadas de odio al castellano. El éxito editorial con esos ingredientes está asegurado, que se lo digan a Sánchez-Piñol, otro juntaletras que padece castellanitis aguda. ¿Qué responder, qué hacer con abrazafarolas como el zafio Fontana? Cualquier cosa menos perder el tiempo razonándole a un suido fanático, a un malandro del bolígrafo; ¿pienso para cerdos tal vez? No sé a Vds., pero a mí no se me ocurre ninguna utilidad mejor que meter su verraco cuerpo, previa trituración, en el dornajo, y usarlo como carne picada, como hamburguesas para los de su misma especie, como pienso para los de su piara. Razonar y debatir se reserva a humanos, es cualidad exclusiva de la vida inteligente. Y no es el caso.

P.D.: Raza, del latín radĭa, de radĭus. Basta una simple consulta al diccionario para comprobarlo.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Álbum fotográfico fiestas de San Mateo, Cuenca 2014

Por Javier Martínez

San Mateo 2014, Cuenca: Homenaje al Pendón de Castilla o Pendón Real de Alfonso VIII, 21 de septiembre de 2014


Detalle de balcón en Cuenca, con la Banda Real de Castilla. San Mateo 2014



Concentración castellanista en Cuenca, San Mateo 2014













Detalle de balcón en Cuenca decorado con el escudo de Castilla oficial en todo el reino desde 1230.


Detalle de la decoración de la fachada principal del ayuntamiento de Cuenca durante las recreaciones históricas de la conquista de Cuenca, San Mateo 2014.

Recreaciones históricas y representaciones teatrales en la Plaza Mayor de Cuenca a cargo del grupo recreacionista local Conca. San Mateo 2014 (Foto vero4travel.com).


Ofrenda floral en la estatua de Alfonso VIII. Cuenca, 21 de septiembre de 2014. (Foto vero4travel.com)

Detalle del Arco de Bezudo, castillo de Cuenca. San Mateo 2014 (Foto vero4travel.com)

Casco histórico de Cuenca. Al fondo castillo de Cuenca (Foto vero4travel.com)

Recreación histórica de la conquista de Cuenca al pie de la catedral. Detalle de soldado castellano. San Mateo 2014. (Foto vero4travel.com)

Detalle representación teatral al pie de la catedral de Cuenca, con los reyes de Castilla y Aragón (Foto vero4travel.com)

(Foto vero4travel.com)

(Foto vero4travel.com)

(Foto vero4travel.com)

(Foto vero4travel.com)

Plaza Mayor de Cuenca, San Mateo 2014 (Foto vero4travel.com)

(Foto vero4travel.com)

Mercadillo medieval durante fiestas de San Mateo, Cuenca 2014 (Foto vero4travel.com)

Cartel convocatoria castellanista al Homenaje del Pendón de Castilla.

Detalle de balcón en casco histórico de Cuenca (Alfonsus Rex) durante fiestas de San Mateo 2014.
(Foto A. Álvarez)

(Foto A. Álvarez)

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Federalismo asimétrico o el West Lothian castellano

Por Javier Martínez

Nadie duda que la onda expansiva del referendo escocés de mañana alcanzará de lleno a España (y a toda la UE). La cuestión no es si lo hará sino cómo lo hará en función del resultado. Si sale sí, más o menos ya sabemos lo que ocurrirá por estos pagos. Los peris hispanos se crecerán y verán en el mismo un aval a sus tesis.  Pero, ¿qué pasaría si Escocia finalmente dice no a la independencia? ¡Pobres ingleses!, la de asimetrías pseudofederales que les esperan. Al Reino (todavía) Unido, a la desesperada y a última hora, no se le ha ocurrido otra cosa que ofrecer a Escocia más chuletas y caviar, más trasferencias, aumentando las desigualdades políticas entre británicos (las indignas e insidiosas asimetrías, puras asechanzas), si votan por la unión. Y pobres castellanos, porque dicho modelo (ya tenemos el tipo de onda expansiva) mucho me temo que acabará imponiéndose también aquí como al Reino Unido le salga bien. Así que castellanos y demás restospañoles, átense los machos y cierren los bolsillos.

¿Por qué me compadezco de los ingleses/castellanos? No es que la unión sea mala, que objetivamente no lo es ni aquí ni allí, es que la unión trapaceada, mediante engaños a una parte, mediante caramelos selectivos solo para unos pocos, la unión entre desiguales, es un agravio y una indignidad intolerable, sea cual sea la parte colocada en posición de colonia efectiva. Juntos e iguales, tan importante lo uno como lo otro, o antes rota que asimétrica y a correr todos por separado.

¿Qué es ‘la cuestión West Lothian’?, y sobre todo, ¿existe una cuestión semejante en Castilla y demás Restospaña?

Ardua cuestión esta que nadie parece querer abordar, ni allí ni aquí. La periodista Celia Maza (El Confidencial, 15/09/2014) nos recuerda que "en el Reino Unido siempre ha existido la paradoja de que los parlamentarios deben votar sobre cuestiones que afectan a regiones [se refiere a las cuatro naciones que componen el Reino Unido] distintas a aquellas en las que fueron elegidos y al mismo tiempo no pueden decidir sobre asuntos que sí incumben a su propio distrito. Es una contradicción que se discute desde 1886, pero que adquirió especial protagonismo en 1977 cuando el laborista Tam Dalyell, diputado por la circunscripción de West Lothian (Escocia), preguntó en la Cámara de los Comunes: ‘¿Hasta cuándo van a tolerar los diputados ingleses que haya al menos 119 diputados de Escocia, Gales e Irlanda del Norte ejerciendo un importante, probablemente decisivo, efecto en la política inglesa cuando ellos mismos no tienen voz en los mismos asuntos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte?’ Si finalmente se transfieren poderes a Edimburgo, Londres ya no tendrá capacidad para decidir sobre los asuntos del norte de la frontera [inglesa], pero los escoceses sí podrían seguir votando en cuestiones claves de Inglaterra. Desde entonces, la bautizada como 'Cuestión West Lothian' es un fantasma incómodo al que nadie quiere hacer frente. En efecto, ahora existen 59 asientos en la Cámara Baja ocupados por diputados de circunscripciones escocesas. Si, finalmente, tras una eventual victoria de la Unión en el referéndum [independentista escocés], se transfieren poderes a Edimburgo, Londres ya no tendrá capacidad para decidir sobre los asuntos del norte de la frontera, pero los escoceses sí podrían seguir votando en cuestiones claves que sólo atañen a Inglaterra” y ello porque el parlamento de Westminster no es inglés sino británico. Huelga decir que la cuestión West Lothian se agravó cuando a finales de los noventa del siglo XX al laborista Tony Blair se le ocurrió crear los parlamentos escocés, galés y norirlandés pero no el inglés... que a la postre acabaría generando un hasta entonces inexistente nacionalismo inglés alimentado por el agravio.

Ni más ni menos que el genuflexo federalismo asimétrico que se plantea aquí, que no es sino una forma rebautizada del café para tres o una versión remasterizada de las autonomías de vía lenta y rápida de hace unos años, es decir, un acatamiento indigno de la máxima periférica “lo mío es mío y lo vuestro de todos”.

Los ingleses no quieren la ruptura del RU, pero si ha de haberla, no quieren componendas, quieren que sea con todas las consecuencias. Se acabó lo de mantener la libra común, etc. Incluso si deciden quedarse quieren que se reduzca la inversión del Tesoro británico en Escocia, que se prohíba que los diputados escoceses en Westminster puedan votar asuntos exclusivamente ingleses, o que se les impida entrar en la OTAN y la UE. Los ingleses no son indulgentes ni complacientes con los escoceses, de quienes empiezan a hartarse, incluso aunque decidiesen quedarse en el RU. Quieren, por ejemplo, que se reduzca la inversión pública en Escocia hasta los mismos niveles que en el resto del RU y por primera vez a la mayoría le importa un bledo si las relaciones entre Escocia e Inglaterra empeoran. (El País, 21/08/2014). ¿Qué ha pasado, qué se ha roto? Supongo que oír permanentemente cosas como que nos independizamos porque así el petróleo será solo para nosotros tras años de haber sido subvencionados por Londres o pese a que las inversiones y la tecnología necesarias invertidas para extraerlo eran inglesas pesa lo suyo. Y es que no se puede estar solo a las maduras en una unión o pasarse el día amenazando con divorciarse. Al final la otra parte también acaba queriendo el divorcio... y haciéndotelo pagar. Y no creo que la condición humana sea muy distinta en otras partes. Aquí pasará igual. Ninguna encuesta oficial o privada se atreve a medir o informar sobre el expulsionismo en España, pero existir existe. Como dato curioso, señalar que son los seguidores del UKIP, Partido por la Independencia del RU que aboga por sacar al RU de la UE quienes más duros se muestran con los escoceses y que este partido, cuanto más crece y madura, menos partidario es de salir de la UE y más parece un partido nacional de Inglaterra. Escocia ha obrado el milagro, el giro inglés. ¿Acabaremos viendo lo mismo aquí?
Reformulo y adapto la pregunta: ¿hasta cuándo van a tolerar los diputados castellanos del Congreso de los Diputados que haya tropecientos diputados de Perifelandia ejerciendo un importante, probablemente decisivo, efecto en la política castellana cuando ellos mismos no tienen voz en los mismos asuntos de Perifelandia ya trasferidos?, ¿por qué ellos votan sobre asuntos policiales que afectan a la Guardia Civil, verbigracia, si nosotros no podemos votar sobre los que afectan a los Mozos de la Cuadra?, ¿por qué vascos y navarros pueden votar sobre asuntos fiscales nuestros si nosotros no votamos sobre sus parasitarios fueros fiscales?

Digo yo que una cosa es no ser, o no sentirse, castellanista, y otra muy distinta es ser tonto al cubo y ni saber que se es castellano. Este es el caso del madrileño Pedro Sánchez, flamante nuevo secretario general del asimétrico PSOE, partido que propone las desigualdades políticas y jurídicas entre españoles como “salida” a las deslealtades periféricas. Bien claro lo dejó en la entrevista de Gloria Lomana en Antena 3TV el pasado 10//09/2014: "¿Está Vd. a favor de conceder los privilegios fiscales de vascos y navarros a los catalanes? No. ¿Y de quitárselos a vascos y navarros? Tampoco". ¿Es o no estulto?

Volvamos al caso británico y a su extrapolación a España, algo que ya ha dado mucho juego en otros artículos de esta bitácora. Michael Keating, profesor de Ciencia Política en la escocesa Universidad de Aberdeen y del Instituto Europeo de Florencia, en “La independencia de Escocia” (Ediciones de la Universidad de Valencia, 2009) afirma lo siguiente: “Mientras los escoceses tengan otras opciones, es poco probable que el final del Reino Unido venga de la secesión escocesa. Es más posible que venga, aunque resulte extraño decirlo, de la secesión de una Inglaterra que ya no está dispuesta a pagar el precio político y económico de la Unión”.

¿Alguien se imagina siquiera un aserto como ese en un texto redactado en una universidad de Castilla? Si los escoceses finalmente no se van, será porque los ingleses pagarán la unión, y estos, que no se han desprendido aún del ambiente victoriano, ni se van a enterar, estarán tan felices.

En España, somos los castellanos principalmente quienes pagamos el coste de la unión, véase la red radial de infraestructuras terrestres, incluidas las humillantes infraestructuras hidráulicas properiferia, véase el desprecio institucional hacia los derechos de los castellanohablantes, véase nuestro troceamiento territorial e institucional, véase la infrarrepresentación política o la política industrial, o véase, en fin, el modelo parasitario fiscal de vascos y navarros,... y lamentablemente, buena parte de nuestro pueblo más feliz que una perdiz.

jueves, 28 de agosto de 2014

Castellanofobia hasta en el discurso del nuevo rey.

Por Javier Martínez.

Hoy toca látigo, advertidos quedan. Si algo subyace en el discurso de la llamada coronación-proclamación, en adelante la Llamada, y que no tiene perdón ni razón ni explicación, es su sutil pero evidente carácter castellanofóbico a poco que se rasque un poco. Discurso, no lo olvidemos, que gozó del visto bueno previo del presidente del gobierno (Rajoy) y del jefe de la oposición (Rubalcaba). Unos dos meses hace ya de eso (la vida en el lodazal ibérico sigue igual), y nadie parece haber reparado en ello.

El reinado de El Preparao (al parecer va sobrao de méritos para el cargo de Jefe de Estado, como si en un sistema monárquico estos importaran algo frente a la bragueta), empieza como acabó el de su padre, El Campechano, diciendo en voz alta a quien quiera oírlo, que está dispuesto a malvender la dignidad de los castellanos (y demás restospañoles) a cambio de una prórroga de tiempo, de falsa normalidad y tranquilidad, rogada, casi suplicada, a los peris separatistas y que no evitará un cataclismo aún mayor dentro de unos años, quizás meses, visto el órdago catalanista con cronómetro, dinamita y mecha encendida.

¿Se han fijado Vds. a qué cuatro escritores citó el nuevo rey en su discurso?, ¿se han parado a pensar qué tienen en común y cuál es la razón ideológica última de que sean esos y no otros?

El gallego Castelao, el vasco Gabriel Aresti, el catalán Espriú y el andaluz Antonio Machado. Cuatro jinetes de las nacionalidades “históricas”, las cuatro niñas bonitas del Estado periferista. ¿Casualidad? Restospaña no cuenta, directamente nos esconden a castellanos, aragoneses y navarros, los auténticos reinos históricos. Y para mayor oprobio se elijen personajes, entre otras causas, por su odio explícito a Castilla, lo castellano y los castellanos.

Vamos con el primero. Entre los méritos de Castelao figuran citas como éstas:
“El día 25 de julio del 1935 estábamos celebrando el mitin de las arengas en la Quintana de Santiago, y un patriota gritó: ¡Viva España! En seguida surgieron del público unos jóvenes separatistas y apalearon al interruptor patriota. Yo di por bien empleado aquel castigo

“En la Unión Soviética  el problema de las nacionalidades quedó resuelto, previa y definitivamente, por medio de la libertad y de la democracia. […] Nosotros debemos aceptar para España una solución idéntica a la que dio la URSS y no conformarnos con otra”.

España no es una nación sino un conjunto de grupos humanos étnicamente desunidos (sic)”

“Siendo Galicia el reino más antiguo de España le fue negada la capacidad para asistir a las Cortes [castellanas], y ésta es una ofensa imperdonable; pero peor ofensa fue la de someternos a Zamora -una ciudad fundada por gallegos, pero separada ya de nuestro reino y diferenciada étnicamente de nosotros-. Con razón el exaltado Vicetto escribió estas palabras: ‘¿Y quién le negaba [a Galicia] ese derecho de igualdad y solidaridad entre los demás pueblos peninsulares? Se lo negaba la canalla mestiza de gallegos y moros que constituía los modernos pueblos de Castilla, Extremadura, etc. Se lo negaba, en fin, esa raza de impura, adulterada sangre”

Lo que el mundo distingue como español ya no es el castellano, es el andaluz, que tampoco es andaluz, sino gitano. A este respecto hay que decir que no negamos la hondura cultural de Andalucía, sólo comparable a la nuestra; pero es que allí los fondos antiguos y de mayor civilización están ahogados por la presencia de una raza nómada y mal avenida con el trabajo. […] Más… ¿qué es la golferancia y el señoritismo sino un remedo de la gitanería? ¿Qué es el flamenquismo sino la capa bárbara en la que se ahogaron los fondos tradicionales de España, la cáscara imperial y austríaca, los harapos piojosos de la delincuencia gitana? Hoy el irrintzi vasco, el renchillido montañés, el ijujú astur, el aturuxo gallego y el apupo portugués están vencidos por el afeminado olé… Pues bien; los gallegos espantaremos de nuestro país la plaga de Egipto aunque se presentara con recomendaciones…, porque somos la antítesis de la golferancia y del señoritismo, de la gitanería y del torerismo.”

Comunista y pro-soviético, ergo antidemócrata, antiliberal y republicano, además de antiespañol, anticastellano (“la canalla mestiza, raza impura”) y racista, perdón por la redundancia, ¿no había otro asno peor para un discurso real? La respuesta es no, por eso se eligió a éste. Rosalía de Castro por ejemplo, nos insultaba incluso más, nos despreciaba mejor, pues al menos lo hacía en una excelente prosa. Igual de ruin, era menos zafia. Por eso la descartaron.

Vamos con Salvador Espriú, un poeta con algunas cosillas interesantes, pero que nunca pasó de escritor local. A él se le atribuye la frase: “Castilla y Aragón hicieron a España, y Castilla se la cargó”. Con lo cual, todo lo demás sobra. Ya tenemos el mérito aportado para haber sido seleccionado por el marido de la bi-abortista, divorciada, republicana, atea, izquierdista y sindicalista reina consorte, alias La Prota. Este Rey todo lo elige bien, no cabe duda. Conste que a mí, todas esas cosas me traen sin cuidado, pero pensaba que no así al Rey.

De Aresti, de cultura y lengua materna castellana, siempre se elogió por la excluyente piara periférica del norte seguidora del bellotari Sabino Arana, que la abandonase en su obra en favor del vascuence aprendido a trompicones de adulto. Eso da puntos para Felipe VI y lo de menos es lo intrascendente de su obra. Su único mérito puntuable pasa por escribir en vasco (algo lícito ojo), pero no tanto por el vascuence en sí, que nada relevante escribió en él ni culpa tiene este idioma, sino por hacerlo habiendo renunciado al castellano. Normal, en castellano no pasaría de vulgar mindundi, un don nadie, pero en vasco es un héroe nacional.

¿Y qué pinta ahí el gran Machado? Presenta una brillante trayectoria literaria, pero cuidado, que no es esa la causa de su inclusión, sino el haber escrito cosas fácilmente utilizables contra los castellanos por los peris de toda ralea tales como "Castilla miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora", así como por propagar una visión lúgubre y negra en sus versos de los campos duerinos.

¡Basta ya! Por ser castellanos, ¿a quién debemos pedir perdón?

Fernando Martínez Larrañaga es un excelente heraldista que nos explica, en El Mundo 20/06/2014, el significado del nuevo guión del nuevo Rey. Así, dice: "El guión real  sobre el que se bordan las armas de Su Majestad, se modifica, es de damasco carmesí, volviendo al tradicional color histórico. Sólo a partir de 1833 se convirtió en morado y, más tarde en azul, color utilizado por Don Juan Carlos I". Parecería un guiño a Castilla si no fuera por los autores seleccionados para el discurso de proclamación. Si ha elegido el  damasco carmesí para su guión/pendón personal, no es por un guiño a Castilla, como algunos castellanistas han creído ver, sino por ser el más tradicional color de la monarquía hispánica pues tanto la castellana como la navarra, e incluso la aragonesa (cuyo color de fondo también es el rojo de gules al que se le sobreponen  barras de oro) utilizan el rojo de gules o carmesí. El abandono del yugo y las flechas, símbolos respectivos de Ysabel y Fernando (ver iniciales) así como de las Aspas o Cruz de San Andrés (primera bandera oficial de España) si me parece infinitamente más significativo: son símbolos históricos de unión que la indocumentada izquierda rechaza. Parece como si la monarquía quisiera republicanizarse, o más bien, congraciarse estúpidamente con quienes nunca la aceptarán. No estaría de más que el nuevo Rey apoyase la creación de unas CC.AA. que se ciñan a los territorios verdaderamente históricos y no a los disparates actuales. 
El Rey autonómico.

¿Observaron Vds. que por primera vez tenemos un Rey que no jura ni por España, sino “por las comunidades autónomas”, tóquense los pies, a las que pretende “respetar sus derechos”, ergo, es Rey de España o Rey de las autonomías?

¿Sus derechos, qué derechos? Majestad, voy a recordarle algo: la reunificación de Castilla, que es perfectamente constitucional, sigue siendo ninguneada, ni se toma en consideración, y Vd. no ha jurado los fueros de Castilla (que garantizaban entre otras cosas la integridad del reino, la unidad de Castilla), como debiera, aunque sea de forma simbólica, sino que ha jurado por los escombros autonómicos resultantes del troceamiento de la misma. Ese juramento no es válido. Mucho debiera vos temer por ello dado que “sea el Rey tenido por soberano de Castilla tras la jura de los fueros, et si non los jurare, non sea tenido por Rey ni obedesçido por castellanos”.

Majestad, tanto adular a la carcunda neo-carlista-caciquil separatista de las CCAA histéricas, que no históricas, tan malolientemente anti-castellanas ellas en sus procesos de invención nacional, no soluciona nada. Antes al contrario, les envalentona y provoca que hayamos llegado todos al paroxismo, a la exaltación extrema de afectos y pasiones, a la desafección hispánica generalizada, al hasta aquí hemos llegado. Los castellanos nos sentimos permanentemente escupidos y agraviados por los peris. Y Vd. les ha dado correa en su discurso. Mucho me temo que la institución ha perdido el sentido de la ubicuidad (ser y estar en todas partes por igual) así como la perspectiva histórica, y con ella el norte y la razón de ser de su corona, y eso, unido a que el signo de los tiempos no favorece a la institución monárquica, acabará siendo letal. Recuerde aquello que alguien dijo y muchos pensamos: “los españoles somos monárquicos… hasta Felipe II; después, ni uno más”. Argumentalmente desnudo y sin brújula, ¿a dónde va el Rey?

El Rey asimétrico

¿Es posible tener dos títulos de Rey a la vez en el reino? El Campechano, ya lo dejó claro: conserva el título, el tratamiento de Majestad y la residencia. Es de suponer que el sueldo también, claro. En una República, ¿pagaríamos a dos presidentes, tendrían sueldo sus consortes? Pues todavía hay quien se cree que la monarquía es barata. Ahora, el título de Rey ya no se hereda al morir, no es único; ahora se desdobla, ergo no tenemos un Rey sino dos (cuatro con los consortes). Hacen lo que les rota. ¿No querían Monarquía? pues toma dos tazas. Monarquía desdoblada o asimétrica, con Rey de primera y de vía lenta. Si hay tipos y clases de españoles, por qué no de reyes. La nueva España naciente es así, asimétrica. O eso pretenden.

Y mientras, el cronómetro del órdago secesionista catalán corriendo. Sea cual sea el resultado, habrá turbulencias que alcanzarán la Constitución. Y como se abra el melón constitucional, probablemente en la dirección de crear un Estado federal asimétrico (dos conceptos antagónicos), con varias clases y categorías de españoles, la monarquía no contará ya con apoyo político y popular suficiente ni protección.

Todo parece indicar que si hay cesiones a Cataluña éstas serán en forma de asimetrías. Un catalán no está contento si no es diferente, si no se siente singular, asimétrico, si no come en mejor plato. A ellos lo que realmente les pone es el café para tres, no la ruinosa independencia. El resto, servimos el café. Un catalán es feliz si castellanos y asturianos no tienen la autonomía que si reclaman para sí, si lo suyo es de ellos y lo nuestro de todos. Es un inmenso error aceptar las desigualdades entre españoles, negociar componendas, cosa que ya sucede con vascos y navarros y su derecho a parasitar fiscalmente al resto de españoles, los restospañoles. Ante eso, el resultado será una tremenda desafección hacia España por parte de los que hasta ahora se mantenían leales al proyecto común, de quienes hacemos de esqueleto. Mucho me temo que el Estado optará por la bajada de pantalones y la humillación a Restospaña antes que la ruptura. Craso error. Es cuestión de tiempo, basta esperar a que vuelva el ambiguo, pusilánime y equidistante PSOE. Anticipo mi postura: o juntos e iguales (que despotriquen lo que quieran) o antes rota que asimétrica. Si se confirman nuevos privilegios, asimetrías, desigualdades, singularidades o cualquier otro eufemismo que quieran acuñar, se acabó España. Ni tricolores ni rojigualdas, cuarteladas y punto. Y quede bien claro que en primera opción prefiero sin dudarlo unidad e igualdad.

jueves, 8 de mayo de 2014

Campeonato Mundial de Combate Medieval 2014: Belmonte (Cuenca, Castilla). Crónica fotográfica.

Fotos procedentes de http://nueva-bardulia.blogspot.com.es/ y la web oficial www.castillodebelmonte.es 

Vídeo del Campeonato Mundial de Combate Medieval de Belmonte 2014 en La Sexta.

Selección Española de Combate Medieval en el Campeonato Mundial de este deporte celebrado en el castillo de Belmonte (Cuenca, Castilla) entre el 1 y el 4 de mayo de 2014, con la Banda Real de Castilla como pendón y como vestas (vestimenta) oficial.







La Banda Real de Castilla, una franja diagonal amarilla con dos cabezas de dragones o quizás lobos en los extremos, es el emblema histórico castellano elegido por la selección española de combate medieval, un deporte en alza que aspira a ser olímpico. Los dragones eran animales mitológicos (no reales) de las montañas cantábricas, cuna de los primeros castellanos, si bien es más probable que en realidad fuesen cabezas de lobos. La llamada Orden de la Banda fue creada por Alfonso XI de Castilla hacia 1332 quién autorizó a un grupo de caballeros afines a que vistieran como él (de ahí lo de Real). Al parecer, los reyes de Castilla continuaron utilizando como vesta real (vestimenta real) el color rojo sangre (denominado en heráldica rojo de gules y literariamente carmesí o bermellón) con una banda diagonal amarilla con dos dragantes que ya usaban los condes de Castilla como distintivo y símbolo de nobleza, y que a su vez, recogían la tradición romana de utilizar lobos dragantes (con la boca abierta mordiendo o tragando algo) en las empuñaduras (manípulo) o bastones de mando de las legiones romanas que con Escipión entraron en Hispania. Esa tradición en el uso de símbolos amarillos sobre fondo rojo es bien perceptible en todos los símbolos de Castilla, incluido su primitivo y primer pendón (castillo amarillo sobre campo de gules) anterior al cuartelado, que es una evolución clara del mismo (quién lo sustituyó tras su unión parcial, formando una Corona, y posterior fusión total con León, que quedó absorbido). Según algunos autores, el diseño de la actual bandera de España, conocida como la rojigualda, se inspiró en la Banda Real de Castilla. Es una teoría menos conocida, difundida y aceptada que la de su diseño inspirado en las armas de Aragón. En cualquier caso, no está claro que se inspirase en una u otra, en ambas o en ninguna. Otra teoría, aún menos conocida, y probablemente menos fiable, también apunta al origen castellano-leonés de la rojigualda (el amarillo sería el color castellano, por el castillo, y el rojo sería el color leonés y provendría del león rojo. Resulta menos fiable porque el color del león rampante no está claro que fuese originalmente rojo, sino morado, púrpura o rosado. Por cierto, a modo de curiosidad, la rojigualda se izó por primera vez en un acuartelamiento y buque de la Armada Española por marineros de y en la provincia de Gerona, y el gualdo es el color amarillo intenso que se obtiene de la flor de la gualda, la usada para teñir las telas durante siglos, tanto en Castilla como en Aragón (lo que queda reflejado en las armas de ambos reinos) al igual que sucede con el rojo de gules, que ambos lo emplean (también Navarra). Así pues, el rojo gules, rojo sangre, o los coloquiales rojo carmesí y rojo bermellón, es el mismo en Castilla, Aragón y Navarra. Durante siglos se ha discutido si diferenciar o no el púrpura del gules. En todos ellos, para su obtención, se recurría a la concha de un molusco marino (el púrpura o murex) poco frecuente tanto en el mar Cantábrico como en el Mediterráneo (que ya los romanos buscaron y los fenicios comercializaban con anterioridad a nuestra era), a la grana kermes árabe, el coccum o cochinilla de los griegos (ambos una planta) distintos del costoso púrpura fenicio.




Combatientes de 19 países acudieron a la cita.