Por Javier Martínez
Los ministros de Transportes de la Unión Europea han rechazado revisar, y por ello, recuperar, la Travesía Central de los Pirineos (TCP) que forma parte del eje 16, (o corredor central ferroviario, y que en su día el PSOE sin mayoría parlamentaria de Zapatero mutiló por exigencias de CiU), e incluirla en la lista de los 10 proyectos europeos de infraestructura prioritarios que se beneficiarán de la cofinanciación de la Unión durante su construcción. España, país que demandaba, entre otros cambios, que se incluyera de nuevo este eje ferroviario, ha sido el único país en rechazar el acuerdo, que ahora debe negociarse en el Parlamento Europeo. La noticia ha sido acogida con gran satisfacción por la prensa periférica española, cosa que no nos sorprende, principalmente de Cataluña y Valencia, pese a que esta última saldría también beneficiada de la TCP, e incluso Lérida y Tarragona, la Cataluña de segunda, si se estudia bien. Antiespaña es así, quiere que exista Restospaña.
El cambio de Gobierno en España ha generado un conflicto con la Comisión Europea y el resto de socios europeos, que sí han dado por bueno este acuerdo, ya que se limita a ratificar lo pactado en octubre de 2011 (cuando en España gobernaba el anticastellano PSOE) y que España quiere ahora modificar sustancialmente por insuficiente (no solo se pretende incluir la TCP y volver a la situación de 2004) y donde solo se incluyen 10 grandes corredores de transporte de mercancías por ferrocarril que enlazarán puntos estratégicos dentro de todo el territorio comunitario (Aragón, Castilla la Nueva, Extremadura y el sur del Portugal quedan fuera, mientras Andalucía queda obligada a ‘volcarse’ hacia Murcia para conectarse a Europa; ¿tiene sentido que Sevilla o Córdoba deban dar la vuelta por Murcia para conectarse a Europa?). Tras el relevo en el Ejecutivo español, la nueva ministra de Fomento, Ana Pastor, envió a Bruselas el pasado mes de febrero una nueva documentación en la que se reclamaba que el corredor central, que unirá Algeciras con Francia a través del centro del país y el paso pirenaico, se incluyese dentro de las prioridades de la Unión Europea.
En ese documento, el Gobierno, igualmente, había pedido también que se calificaran como prioritarios los aeropuertos de Málaga, Alicante, Gran Canaria y Tenerife Sur, así como el puerto de Vigo. Sin embargo, ninguno de ellos se ha incorporado a una lista que la Comisión Europea diseñó el pasado mes de octubre y que ahora ha obtenido el visto bueno de los Estados miembros, con la única excepción de España. No ha habido ni un solo cambio, muchos de ellos muy beneficiosos para Castilla como se informaba en esta bitácora. Así, por resumir, se incorporaban 16 nuevas plataformas logísticas multimodales, de las cuales 13 iban en territorio castellano: Ciudad Real, El Bierzo, Benavente, Zamora, Miranda de Ebro, Burgos, Palencia, Área Central, Aranda de Duero, Soria, Arévalo, Ávila y Segovia, además de Pontevedra, Monzón y Castellón. Tampoco se subsanan las tropelías en Cantabria y Rioja ya denunciadas.
Sí se incluyen, entre los proyectos prioritarios, el corredor Mediterráneo, que unirá Algeciras con Portbou (Gerona), y el corredor Atlántico, que enlazará Lisboa con Estrasburgo pasando por Valladolid y Burgos, entre otras localidades castellanas. Bruselas cree que estos 10 proyectos son claves para el desarrollo del mercado único y la mejora de las exportaciones en los estados miembros, al crear un mapa ferroviario que enlaza los principales puntos estratégicos de la industria europea.
Uno de los requisitos para formar parte de este programa global de transportes es que las obras hayan finalizado antes de 2030, algo que según la Comisión Europea sería imposible para la TCP. El comisario Kallas aseguró recientemente que con los precedentes europeos actuales de túneles se tardaría ‘más de 20 años’. Sorprende tal afirmación ya que el estudio de viabilidad encargado por la propia Bruselas, no ha concluido. De cualquier forma, faltan 18 años, algo perfectamente al alcance, luego parece una burda excusa, más aún si se tiene en cuenta que si se aceptó una cláusula, a propuesta del Reino Unido, según la cual los plazos podrían flexibilizarse en función de la evolución de la crisis económica.
Kallas se mostró inflexible y ha rechazado cualquier cambio de la lista debido a que según él se crearía un 'precedente diabólico' puesto que si se acepta, 'otros Estados miembros se presentarán con otras propuestas'
La ministra de Fomento, Ana Pastor, espera ahora que el Parlamento Europeo, que en este aspecto tiene codecisión, incluya el paso pirenaico dentro de los proyectos prioritarios de la red transeuropea de transportes lo que aseguraría su cofinanciación y su terminación en 2030 (y no en 2050 como pretenden catalanes, vascos y valencianos).
"El Gobierno no puede compartir la propuesta actual de la Comisión porque con ella no se asegura el acceso equilibrado de todas las regiones [españolas] al espacio europeo", ha dicho. Actualmente el diseño del eje central une Algeciras con Madrid y Zaragoza, donde queda inconcluso, y se ve obligado a enlazar con la vertiente Atlántica (por Vasconia) y con la Mediterránea (por Cataluña) para llegar a Francia. La TCP pretende alcanzar Toulouse sin pasar por ambas regiones lo que marcaría un hito geopolítico sin parangón.
Pero la 'pelea' del Gobierno parece una misión complicada ya que no cuenta con el respaldo si quiera de todos los eurodiputados españoles (todos los que pertenecen a Antiespaña, y algún idiota más, votarán porque el interior español no tenga, también, su corredor ferroviario. Votarán contra Restospaña, como llevan años anunciando que harán. Nótese el matiz ‘también’). Además, el comisario de Transportes, Siim Kallas, se ha negado a revisar esta propuesta e iniciar de nuevo las negociaciones. "Tuvimos negociaciones muy difíciles con el ministro José Blanco [el felón, no lo olvidemos] desde hace más de dos años y algunos elementos ahora no pueden cambiarse. No podemos crear ese precedente". Se deduce que no es que no se pueda, es que no se quiere.
La inversión en infraestructuras
España estima una inversión necesaria de unos 200.000 millones de euros en infraestructuras hasta el año 2030, según han confirmado técnicos de Fomento. Sólo la adaptación de todo el corredor Mediterráneo a la vía ancha UIC (la homologada en Europa) y los enlaces con los diferentes puertos y aeropuertos requerirá una inversión de alrededor de 47.000 millones de euros (otras fuentes hablan de 53.000 millones). Eso supone, solo durante la construcción, elevar varios puntos el PIB de la zona y miles de empleos.
La Comisión Europea tiene previsto destinar 31.700 millones de euros a este plan para crear una Red de Transportes Unificada en toda la UE. Esta cantidad corresponde al presupuesto 2014-2020, dentro de las previsiones financieras que en estos momentos se están negociando en Bruselas e irá destinada solo a las obras de esos únicos 10 proyectos prioritarios, donde también se incluyen obras de mejora de las telecomunicaciones.
La cofinanciación se hará con diferentes porcentajes en función de cada proyecto. Por ejemplo, para estudios de viabilidad Bruselas pagará hasta el 50%. Para obras, hasta el 20%, aunque se podría aumentar al 40% para proyectos transfronterizos. El requisito que fija Bruselas es que estas obras estén concluidas antes de 2030.
Ésta ha sido la principal excusa para descartar la TCP (y con ella todo el eje central, que pasa a la red global o secundaria) que demanda el nuevo Gobierno español. Según los estudios preliminares que ha hecho la Comisión, una vez que empiecen las obras de excavación, éstas se prolongarían durante al menos 20 años. Actualmente España y Francia se ayudan de una aportación europea de 10 millones de euros (el 50% del total) para elaborar un estudio sobre la viabilidad de este túnel subterráneo.
Solo nos queda la decisión del Parlamento europeo (donde no faltarán españoles que nos darán la puñalada por la espalda definitiva), y el buen hacer de Ana Pastor. Difícil lo tiene, la felonía de Blanco, Zapatero y todo el PSOE, fue bien planificada y mejor ejecutada. Pastor recordó, no obstante, que 'la CE analiza, y en algunos casos diseña, pero quien ejecuta las obras son los Estados'. La posición de Castilla, y todo el interior peninsular, es ahora de total dependencia, de territorio secundario. Repugnante PSOE y repugnante Antiespaña. O se independizan o mejor los independizamos, pero con esa gente no podemos seguir.
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Expansión 22/03/2012. El corredor central, aprobado en 2004 por Europa, va ahora contracorriente. |
Ver aquí noticia en Expansión.com 22/03/2012 reproduciendo a Efe