lunes, 25 de julio de 2011

Plaza de Mangana, ruta de la arquitectura cutrelux

Por Javier Martínez
La Plaza de Mangana, y su entorno, es, según los historiadores, la zona más antigua de Cuenca. En ella se situaba el Alcázar musulmán, la antigua judería, etc. Hoy es una zona inóspita para el viajero, turista y lugareño debido, sin duda, a la incultura de todos ellos que son incapaces de valorar el fabuloso estilo cutrelux de la mayoría de sus adefesios arquitectónicos con los que nos han ido obsequiando nuestros excelentísimos y cultos gobernantes, munícipes y regionales, legislatura tras legislatura.

Aspecto de entrada a la plaza de Mangana: mamotreto de hormigón vallado, no sea que lo roben.
La primera pedrada a la vista, que embellece de forma indescriptible la zona, fue un monumento-mamotreto a la Constitución (alias, la violada), cuyo autor, el insigne escultor conquense, Gustavo Torner, declaró, años después de que a algún insensible con el arte con mayúsculas se le ocurriera eliminarlo: ‘es una obra pensada para ese lugar, no puede trasladarse a otro sitio’ a lo que deberíamos haber contestado, los no artistas: ‘ya, pero el lugar no se hizo para esa presunta obra’. Lo magnífico del bodrio no es solo su diseño (que en otra zona sería aceptable), ni su tamaño, sino su orientación y su apoyo en ese formidable muro de hormigón que impide ver la plaza para mayor desprecio a ésta.
 Horrible ascensor del aparcamiento, tapando las vistas sobre el Júcar. La baranda, como la de cualquier vulgar aparcamiento, y sobre bloques de hormigón blanco.
El segundo gran bodrio del que los conquenses no somos capaces de enorgullecernos, pese a los denodados intentos de nuestros bien educados artistas y gobernantes (que no nos merecemos, literalmente), es el Museo de las Ciencias de Castilla la Troceada, construido en un delicado y sutil hormigonazo que solo los más necios no alcanzan a apreciar como arte de alta escuela. Tan es así, que cuando se construyó, se generó tal polémica que a los dignísimos gobernantes se les ocurrió rebajar las pretensiones faraónicas del coloso de cemento, cristal y acero inicial, lo que constituye un reconocimiento implícito de que se estaba destrozando el lugar, pero no eliminarlo (lo que sin duda dice mucho de su alto orgullo y más alta cabezonería).
Al fondo, el lamentable Museo de las Ciencias de Castilla la Troceada en exquisito cementazo, y lugar que ocupa el nuevo ascensor de acero y hormigón.
Los paletos conquenses y demás bazofia inculta botarate nos tragamos con gusto el sapo. Hoy, seguimos tragando. Después vino otra ocurrencia monumental que también hace honor al premiado internacionalmente estilo arquitectónico, el cutrelux conquensis, para mayor gloria del lugar, el aparcamiento subterráneo que casi se lleva por delante la calle Andrés de Cabrera y el muro que la sujeta. Pero si algo es digno de ser destacado de tan ilustre monumento, y no suficientemente valorado por la chusma populachera inculta en temas artísticos y paisajísticos, es el gran ascensor que ahora nos tapa las feas vistas que sobre la Hoz de la cloaca serrana, de nombre Júcar, se contemplaban desde la citada plaza. Ahora nos hemos ahorrado tan esperpéntica vista. Claro que podremos recuperarla si descendemos unos escalones y bajamos a una de esas enormes explanadas-miradores de barandas de bloque de cemento blanco y aluminio. Muy medieval todo ello. Un encanto. 

Solo faltan las zapatillas colgando de los cables, sería inmejorable.
Acertadísima ha sido la idea de poner baldosas de cemento y chapar los muros, que no son de piedra como debieran, sino de chapas de piedra ‘para integrarlos en la zona’, y tapar lo que desgraciadamente se veía de la muralla del lamentable y viejo Alcázar. ¿Porqué no lo habrán derribado si no pertenece éste a nuestro más genuino estilo cutrelux conquensis? Otro de los aciertos vomitivos y nauseabundos, pero aciertos al fin y al cabo, ha sido derribar las casas de la plaza del Carmen que ocultaban la muralla… para servir, sus huecos, de aparcamiento de un fabuloso Audi A3, de un Golf de segunda mano o de almacén de maceteros del ayuntamiento. Y los turistas sin apreciar tan estupenda estampa. Pero no queda ahí la cosa. Últimamente, a algún iluminado se le ha ocurrido seguir completando la encantadora, bucólica y feudal estampa que ofrece la ruta arquitectónica del estilo cutrelux en la vetusta ciudad castellana, con un nuevo ascensor, esta vez junto a la nueva escalera que asciende desde Zapaterías (no confundir con Derribos Zapatero). Lógicamente, y para que se mantenga el entorno, el nuevo ascensor también es de hormigonazo, acero y cristal.
Adefesio tapando e impidiendo ver, y reconstruir, la muralla del Alcázar de Cuenca. Una gran chapa.
Y mientras tanto, la plaza lleva más de una década levantada, convertida en un lugar donde apreciar escombros y basuras, y la conversión en yacimiento arqueológico visitable durmiendo el sueño de los justos. Y mejor que no la toquen más, porque reconstruir en estilo original está prohibido, pero construir en cualquiera de los actuales, no. Y así nos luce el pelo.
Obras paralizadas durante años, en el que era uno de los mejores miradores de la ciudad.
Cuando pienso en lo bonito que sería ver los tres cubos de la muralla reconstruidos asomarse por encima del caserío, cambiando, recuperando, el perfil o skyline capitalino del medievo… A todos los alcaldes, concejales y demás pobladores de esta sufrida ciudad de las últimas décadas, mi más sincera enhorabuena, se lo han currao.
Proyecto no definitivo de Parque Arqueológico en Mangana. No contempla la elevación/reconstrucción de los tres, o más, cubos de la muralla, cuya construcción supondría recuperar el perfil de la Cuenca medieval que un día fue conocida como ‘la ciudad de las cien torres’. ¿Se imaginan tres torres más, similares a la actual, por encima de las casas de la plaza del Carmen, en la zona aproximadamente pintada de rojo?

2 comentarios:

  1. Alguien me puede decir las diferencias que hay entre el monumento a la constitución, y el monumento a la madera que se encuentra en la sierra de Cuenca (zona de Poyatos) ???
    Ambos son como una patada en el entorno en que se ubican.

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  2. Como no sea el precio...

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