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jueves, 14 de junio de 2012

El Gobierno del PP entregará el Júcar a los valencianos. A los castellanos, ajo y agua, como siempre.

Por Javier Martínez.

Según informa Levante (14/06/2012), el Gobierno español opta por interpretar a su antojo, y con claro sesgo favorable hacia la Comunidad Valenciana, las sentencias del Tribunal Supremo sobre el reparto competencial del territorio del Júcar que enfrenta desde hace años a este trozo ninguneado de Castilla (y que algunos tuvieron la ocurrencia de llamar CLM), con Valencia (la niña bonita del Estado como buena periférica que es).
"El Gobierno español opta por interpretar a su antojo, y con claro sesgo favorable hacia la Comunidad Valenciana, las sentencias del Tribunal Supremo sobre el reparto competencial del territorio del Júcar"

El 60% aproximadamente del territorio y de los ríos de la Confederación Hidrográfica del Júcar son ríos independientes del Júcar (el área de la Albufera, aunque en el mapa se incluya en amarillo, también es independiente), no pertenecen a la Cuenca Hidrográfica del Júcar. Su unión administrativa a éste tiene fines políticos que perjudican al interior castellano, que pierde así, al distorsionarse territorio y población, el control político-administrativo del río. El Júcar es el único río de la CHJ que consigue desembocar en el mar (y no todos los años), pues el Turia es desecado artificialmente, justo antes de entrar en Valencia capital (el caudal ecológico se lo pasan por el forro). La dependencia de la Comunidad Valenciana de un recurso tan estratégico como escaso, es total. Empero, los castellanos no hemos sido capaces de explotar económicamente esa situación, el Estado nos lo impide. ¿Por qué las cuatro cuencas al norte del Júcar (verde, morado, amarillo y naranja) no forman parte de otra Confederación Hidrográfica independiente? ¡Hasta Cataluña tiene voz y voto en la CHJ! ¿Por qué las cuatro cuencas alicantinas (morado, naranja, amarillo y verde) al sur de la cuenca real del Júcar (amarillo) no forman parte de la Confederación del río Segura, si a fin de cuentas están orientadas hacia el sureste?
Así, el digital valenciano informa que el gobierno ‘opta por mantener la unidad de cuenca en el Júcar’ pese a que es notorio que el río Turia, el Palancia, el Cenia, y un largo etc., no son afluentes del Júcar, son otras cuencas hidrográficas distintas, independientes (como existen otros casos en la península, que sí se recogen con una demarcación con gestión apartada, caso por ejemplo, de las cuencas del norte de Cataluña, que no pertenecen al Ebro), y cuya inclusión en ésta sirve para aumentar territorio y población y entregar así, ad eternum, la gestión del río Júcar a los valencianos perjudicando a los castellanos (con mayor territorio y aportación hídrica al río), que somos, como de costumbre, restospañoles para el Estado periferista.

Recordemos que por la capital del Turia, Valencia, el Júcar ni pasa, por lo que correspondería a Cuenca capital (la única ciudad importante por la que sí discurre directamente el río), la sede de la Confederación Hidrográfica, con todo lo que eso supone de inversiones y empleo público estable y cualificado además de poder económico, administrativo y político para la ciudad.


Cínicamente, el digital valenciano denomina 'unidad de cuenca' a lo que sabe son varias cuencas hidrográficas distintas. Ese es el meollo del asunto, la trampa. El concepto político-administrativo de Demarcación (sic) de Cuenca del Júcar se creó precisamente para eso, para saltarse la cuenca hidrográfica real. En el subtítulo de la noticia se admite, probablemente inconscientemente,  que la situación es de claro privilegio. (Foto: Levante, 14/06/2012). La Cuenca Hidrográfica del Júcar, solo abarca las provincias de Cuenca, Albacete y la parte sur de la provincia de Valencia (sin la capital). Sin embargo, en el concepto de Demarcación, se añaden el centro-norte de la provincia de Valencia, Castellón y hasta parte de Tarragona, así como Alicante. Ironías de la chapuza, si Cataluña se independizase, le estaríamos reconociendo legalmente voz y voto en el Júcar a un 'país' extranjero. ¿Otra razón más para ser separador, expulsionista?
El Consejo Nacional (sic) del Agua aprobará un decreto que privilegia (sic) los intereses valencianos.

La propia prensa valenciana así titula, así lo admite y lo celebra ya, la misma que torpedea un día sí y otro también el corredor central ferroviario de mercancías (Algeciras-Madrid-Zaragoza-Travesía Central del Pirineo-París, con un ramal Lisboa-Alcázar de San Juan), llamado a ser la última oportunidad de desarrollo del interior castellano. Y es que solo para temas hídricos (y para endiñarnos el ATC), la prensa catalanista valenciana sí es españolísima. Para lo demás, es profundamente anticastellana.

Sede en Valencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ciudad por la que ni pasa el río, y donde ondea la enseña valenciana, pese a no estar transferida. Todo un símbolo de cómo entiende esa región (y el Estado periferista) el río.
‘El Consejo Nacional del Agua se reunirá en los próximos días para aprobar, con toda probabilidad, el texto de un real decreto que mantiene la demarcación Júcar con la misma estructura territorial de la actual Confederación Hidrográfica del Júcar. El texto elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente pretende resolver las controversias surgidas entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana en los últimos años y dar una salida a las diferentes interpretaciones del Tribunal Supremo sobre el reparto competencial del territorio Júcar’. Informa el citado diario previa interesada filtración. Salida que será favorable, únicamente, a los intereses de los valencianos.

Así, la prensa levantina informa sin tapujos: "la opción del ministerio consiste en trasladar la actual estructura territorial de la Confederación Hidrográfica del Júcar a la 'demarcación' Júcar de modo que se privilegian los intereses valencianos al mantener una mayor representatividad -fruto de su mayor participación territorial y poblacional en la cuenca del Júcar- en detrimento de Castilla-La Mancha, que aspiraba a incrementar su poder en el río Júcar mediante la parcelación de la actual cuenca hidrográfica" ¿No es esto una vergüenza señor Rajoy?, ¿desde cuándo tiene Valencia una mayor participación territorial en el Júcar? Yo se lo diré, desde que sumaron el Turia, el Palancia, la Albufera, etc., ríos independientes del Júcar.

“El real decreto abre la puerta a que tanto la Comunidad Valenciana como CLM asuman las competencias sobre sus cuencas internas, adscritas ‘provisionalmente’ a la Demarcación Júcar que preside Mª Ángeles Ureña, aunque parece harto improbable, ya que se trata de ramblas y barrancos casi sin agua en el caso valenciano y en el caso de Castilla-La Mancha de la cuenca endorreica de Pozohondo, sin  cauces definidos. En la práctica, el real decreto supone que la cuenca del Cenia se mantiene íntegramente dentro del Júcar y que la cuenca propia de la Albufera se integra también en el Júcar, y no como una cuenca autónoma, como pretendía Castilla-La Mancha. Tampoco se producirá la división del subsistema Vinalopó-El Alacantí que incluían los borradores elaborados por el Gobierno Zapatero”. Es decir, Valencia consigue sumar territorios y población que no pertenecen a la cuenca del Júcar para hacerse con el control político efectivo del río.
"Valencia consigue sumar territorios y población que no pertenecen a la cuenca del Júcar para hacerse con el control político efectivo del río"
Y es que señores, en este chapucero Estado autonómico, diseñado para mayor gloria de la periferia, lo de los peris es solo de ellos pero lo nuestro, lo castellano, es de todos los españoles… porque así les conviene, y si sacan más de otra forma, pues cambian el criterio y listo. Ellos eligen, nosotros no. Los periféricos, abreviadamente los peris, pueden, si lo desean y les conviene, gestionar sus ríos mientras los nuestros son de todos o incluso también son de ellos. Véase lo ocurrido con la transferencia del Guadalquivir donde Castilla la Nueva y Extremadura, que también tienen territorio en el río, han sido ninguneadas. ¿Porqué no transferir el Júcar, nuestra parte, a Castilla? Ah no, eso no; esto es España, 'el agua de los ríos es de todos' nos machacan una y otra vez los interesados de allí y los idiotas de aquí. ¡Y una mierda es de todos! Nuestra parte es nuestra. ¿Verdad que a los portugueses no les dejamos mandar en los ríos comunes, pese a que son históricamente tan españoles como los valencianos? Autonomías sí, claro que sí, pero no así; autonomía de verdad en las cosas verdaderamente importantes que afectan al territorio (infraestructuras, agua, patrimonio, etc.), y Estado fuerte en aquellas otras que nos igualan en derechos (Educación, Sanidad y Justicia) y deberes (Hacienda). Eso de que solo por el interés de quiero Andrés, señores peris, ha de ir acabándose. Las asimetrías para su padre.

“Esta distribución permite mantener 10 representantes de origen valenciano en el Consejo del Agua de la Cuenca por 9 procedentes de otros territorios. En la Junta de Gobierno se amplia de 5 a 7 los representantes de los regantes lo que permitirá, probablemente, la entrada de los regantes de aguas subterráneas de La Mancha, actualmente ‘invitados’”. ¡Manda huevos que los castellanos de la comarca manchega seamos invitados! ¿Y saben de dónde proceden los 9 representantes de 'otros territorios'? porque no crean que son todos castellanos, también están incluidos ahí los aragoneses y hasta un catalán. ¡Asco de país!

Río Júcar cerca de su nacimiento, en las inmediaciones de Tragacete (Serranía de Cuenca, Castilla)
"Esta distribución permite mantener 10 representantes de origen valenciano en el Consejo del Agua de la Cuenca por 9 procedentes de otros territorios"
“El nuevo real decreto facilitará la aprobación del nuevo Plan Hidrológico del Júcar” que será, como era de suponer, una tomadura de pelo para los intereses castellanos, como toda la vida, oigan. ¿Alguien sabe para qué queremos al PPSOE en Castilla? ¿Qué piensan hacer la señora Cospedal, el señor Ávila, Prieto, Pardo, Barreda, Bono, Guijarro, García-Page… y toda la banda del PPSOE? A una Castilla reunificada y unida, con políticos mínimamente castellanistas, no se le tomaría el pelo de esta forma tan humillante, ni siquiera se atreverían a expoliarle su oro líquido, el agua. No puede ser que el criterio demográfico sea, en la práctica, el método a través del cual tu vecino se cree con derecho de mandar en tu territorio y en tus recursos. El Estado, una vez más, apuesta, exclusivamente, por la periferia, prima y sacrifica a Castilla... y luego van, y nos llaman centralistas, como si la centralidad geográfica importase algo frente al periferismo legislativo-político.


El Estado saltándose los límites y la lógica de la Naturaleza para beneficio de la mafia especuladora costero-ladrillero-naranjera y sus insostenibles campos de golfos y parques acuáticos, para engordar aún más una economía dependiente de un recurso que ni tienen ni están dispuestos a pagar, y que después de habérnoslo expoliado con la aquiescencia del Estado periferista, incluso subvencionamos nuestro propio expolio. ¿Por qué no pagan los peris de una vez por el agua expoliada un precio justo, su valor real?, ¿nadie ve la descomunal deuda histórica que nos deben?, ¿por qué se enterraron los planes de regadíos en La Manchuela? Doblemente patético el apoyo que la coalición ecolojeta-independentista valenciana eQuo-Compromís hizo de los trasvases-expolios de agua castellana (Tajo y Júcar) en la pasada campaña electoral del 20/11/2011, al tiempo que se oponen oficialmente a los nuevos trasvases desde el Ebro.

La impostura política valenciana, no solo en temas como el del agua, no conoce límites. Los ecologistas, coaligados con los separatistas catalanistas de Compromís, no dudan sin embargo, en defender los trasvases Tajo-Segura desde la ominosa caverna mesetaria castellana, mientras recriminan sin despeinarse 'las contradicciones (sic) de PP y PSOE con el Tajo-Segura' (EFE, 14/11/2011). Así lo afirmaron Aitana Mas, candidata al Congreso por Alicante, y Joan Ribó, concejal en el Ayuntamiento de Valencia e histórico del separatismo valenciano de izquierdas, en rueda de prensa en Elche (Alicante). Peor aún, éste último no dudó en defender cínicamente 'una nueva cultura del agua [...] donde esta se lleve a las zonas donde más hace falta, reclamando que se mantengan los trasvases Tajo-Segura y Júcar-Vinalopó', e incluso se sacó de la manga la prioridad de los regantes levantinos sobre los castellanos, incluso sobre el consumo humano de los madrileños: 'el agua va a utilizarse para riegos ilegales (sic) de CLM, para privatizar el canal de Isabel II (sic) o para garantizar agua de las grandes urbanizaciones de Madrid (sic)' (El Mundo, 14/11/2011). Ecologismo y nacionalismo en versión valenciana: 'soy independentista; eso sí, el agua gratis de la centralista Castilla que no falte'. ¡ Toma coherencia! La posición oficial de las demás fuerzas políticas valencianas, es similar a la de Equo-Compromís, con el único matiz en el PP, que apoya todos los trasvases, incluido el del Ebro. PSPV-PSOE e EUPV-IU no apoyan los trasvases del Ebro, solo los del Tajo y Júcar. ¿Adivinan porqué?
"Incluso subvencionamos nuestro propio expolio. ¿Por qué no pagan los peris de una vez por el agua expoliada un precio justo, su valor real?, ¿nadie ve la descomunal deuda histórica que nos deben?"
Mientras en el resto del mundo civilizado la gestión tiende hacia una mayor transparencia, una mayor justicia territorial y explotación racional (perdurable en el tiempo) de la naturaleza en general, y de los ríos en particular, aquí vemos cómo el Estado periferista nos asigna a los castellanos el papel de segundones, de lugar de paso, de sitio para ser explotado por la periferia plácidamente, de colonia interior a la que succionar gratuitamente recursos, el papel, en definitiva, de Restospaña. Y hay que decir basta.


Voces de Cuenca (19/06/2012). Noticias como esta son recurrentes en Cuenca todos los años. El Estado, siempre presto a enviar nuestra agua cuasi gratuitamente (lo poco que se cobra nadie sabe a dónde va, probablemente, incluso acabe en las arcas de la propia CHJ en Valencia) a cientos de km, nos condena a vivir como africanos a los conquenses en pleno siglo XXI. Lo próximo será cerrar 37 escuelas rurales, alguna como la de Cañada del Hoyo con 13 alumnos matriculados. ¿Culpamos solo a la crisis financiera 'mundial' de la situación agónica de nuestros pueblos? El Estado tiene mucho de culpa; la Junta de Calamidades, convertida en un simple ente administrativo de escaso perfil político, también. En el PPSOE solo aspiran a alternarse en la Junta, aceptan el sistema, el modelo, no aspiran a reformarlo, salvo con la boca pequeña y siempre que sea víspera de elecciones. El oro líquido, cuyo valor en amplias zonas del planeta amenaza con superar al del petróleo (otro recurso también natural, pero que no es de todos, sino de sus dueños), y que bien podría ser la base sobre la cual construir un futuro prometedor en Castilla, lo estamos regalando (más bien nos obligan a regalarlo). Con la excusa de que 'el agua es de todos', resulta que es de todos menos de sus dueños, los castellanos. Sería muy fácil contentar a todos, españoles del interior y periferia, creando un mercado del agua con los recursos que excedan los caudales ambientales mínimos. Ellos necesitan comprar y nosotros vender, así de simple. ¿Por qué no poner un contador y una tarifa de precios? Además de justo y equitativo, poner precio al agua garantiza que no se despilfarra, evita que su demanda tienda al infinito, luego también desde el punto de vista ambiental es recomendable dicho mercado. Claro que, ¿porqué han de pagar un precio justo los peris si el Estado les 'legitima' el expolio? Y lo que vale para el Júcar, vale para el Tajo-Segura, y para el canal Cerneja-Ordunte (entre Burgos y Vizcaya), las tres principales vías de expolio hídrico a Castilla. A nadie se le escapa que si Vasconia y Comunidad Valenciana se independizasen, Castilla saldría beneficiada. ¿Hemos de llegar a eso?

El lago denominado Albufera de Valencia, que forma parte del Parque Natural del mismo nombre (en verde), pertenece, básicamente, al término municipal de Valencia capital, y aporta escasa población a la capital del Turia (que ostenta unos 800.000 habitantes). Pues bien, la Albufera es, desde el punto de vista hidrológico, independiente tanto del Turia como del Júcar, pues se alimenta de las precipitaciones de la zona, si bien tiene notables aportes debido a una extensa red de acequias de riego. Con el fin de conocer el balance hídrico que se da en este sistema cuasi artificial (el lago se mantiene gracias a esclusas o golas que le comunican directamente con el mar), la Confederación Hidrográfica del Júcar ha implantado una red de monitorización de caudales en todas las golas de salida del Parque Natural (sic), y en las acequias que tienen los aportes más importantes. Además se ha instalado un medidor del nivel de agua del lago. Y todo ello porque desde el punto de vista exclusivamente hidráulico y geográfico se reconoce su independencia y singularidad. A pesar de esa independencia hidro-geográfica, insistimos, tanto del Turia como del Júcar, no se representa así en los mapas de la CHJ, ni tampoco como 'parte' del Turia en su defecto, sino añadiéndosela al Júcar, la más irracional de las tres opciones. La explicación, obviamente, no es hidrológica ni geográfica, sino política. Al añadirla a la cuenca del río Júcar, el fuerte peso poblacional de Valencia capital (cuya riqueza se debe en buena parte, como en todo el Mediterráneo, precisamente al agua que succionan gratuitamente al vecino castellano) computa en ese río pese a que el Júcar, ni pasa por esa capital ni por su municipio, lo que le da el acceso y control político definitivo de la CHJ. Y es que los representantes de la CHJ, no son, como debería, proporcionales a la superficie que cada territorio aporta al río (Castilla controlaría su parte del río y la CHJ), sino en función de la población. En un Estado federal, siempre y cuando sea auténticamente federal, y no un churro o un simulacro para mayor gloria de la periferia, eso no sería así. No digamos ya en el hipotético caso de que Valencia y Castilla acaben siendo países distintos (al caso portugués les remito). Dada la situación actual, creemos puede calificarse al Estado claramente como pro periferia, no neutral ni inocuo, es decir, como periferista, en contraposición a centralista, como obscenamente suele afirmarse precisamente desde la periferia. Las sedes de las confederaciones hidrográficas, la política trasvasista del Estado durante décadas (tanto en la democracia como en la dictadura) y las redes de acueductos y demás infraestructuras hidráulicas, son claramente radiales, con todo lo que de anticastellano ello supone. Eso mismo puede afirmarse del resto de infraestructuras radiales (autovías, ferrocarriles, etc.). No deja de ser paradójico que sean precisamente los peris quienes utilicen el 'argumento' estrella de la radialidad de las infraestructuras para acusar al Estado, y a los castellanos, de centralistas. ¡Manda huevos!