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domingo, 9 de octubre de 2016

Jordi Pujol reaparece: “los castellanos son arrogantes, envidiosos, decadentes, cerrados, resentidos, hostiles, intransigentes, intolerantes, ignorantes…”

Por Javier Martínez.

Y se queda tan pancho, el muy fresco Sancho Panza. Jordi Pujol (Jorge Polluelo en castellano), es un pollo de mucho cuidado aunque parezca un gusano por lo rastreras de sus opiniones.

El octogenario ex presidente catalán estaba escondido y calladito desde 2014, cuando asediados sus siete millonarios hijos por las investigaciones policiales confesó, para ver si colaba y desviaba la atención policial sobre el 3%, que evadía grandes sumas de dinero desde 1980 pero procedentes de una herencia sin declarar que naturalmente nadie cree. Y reaparece ahora, no para dar cuentas de la procedencia de los dineros, sino para hacer lo que mejor hizo a lo largo de toda su oronda vida: sembrar odio y escupir a los castellanos, una fórmula política de indudable éxito en aquellas tierras, porque en eso, y en nada más, consiste ser catalanista.

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La derecha castellana también pasteleó con el tipejo. Por eso se nos sube a las barbas, porque le salen gratis sus desprecios. Nadie los denuncia, nadie los rebate. Lo que en este artículo exponemos, ni ha sido noticia.


Cierto es que la ex honorable albóndiga convergente, para muchos el padre del catalanismo contemporáneo, nunca dudó en hacer pública su castellano-fobia en cada ocasión que se le presentaba y en hacer de ello su ideario político. No hay nada nuevo de lo que sorprenderse pues. Como todo catalanista (no confundir con catalán) que se precie, tiene a lo castellano siempre en el centro de su diana y se considera autorizado a vilipendiarlo.

¿En qué consiste su última flatulencia intelectual[1]? En esto (tápense antes la nariz), de aroma entre podrido y nauseabundo:

“Puede ser útil reflexionar sobre las actitudes positivas y negativas propias de algunos territorios […] Empecemos por Cataluña […] nuestro nivel económico y social relativamente alto [es]  consecuencia, al menos desde hace varios siglos, de una mentalidad productiva […] que nos hace ser envidiados y antipáticos. Añádase a esto el hecho determinante de la lengua. […] [En cuanto a Castilla]. La arrogancia castellana viene de Asturias y de la Reconquista. Y de la mentalidad que fue configurando. Religiosa y no religiosa (España es Asturias y el resto territorio conquistado a los moros). Y de hechos históricos que hicieron de Castilla (y de la España configurada por Castilla) un Estado en todos los sentidos muy importante y con un cierto mesianismo. Desde América hasta la Contrarreforma, pasando por el papel hegemónico en Europa durante exactamente un siglo. [Arrogancia] Que la posterior decadencia no amortiguó. La hizo más cerrada y resentida, pero no menos arrogante. Ni menos intransigente y hostil a la diferencia. Más intolerante. Castilla tiene motivos para el orgullo. Su contribución a la cultura y a la historia universal ha sido muy importante. Han tenido grandeza. No tiene sentido ignorarlo, o ridiculizarlo por las deformaciones o caricaturas que ella misma a veces ha hecho. Es erróneo, contraproducente, injusto y poco inteligente no valorar la aportación que Castilla ha hecho al Mundo. Pero eso no le da derecho a la arrogancia ni al rechazo. Castilla desprecia cuanto ignora”
Hablando de rechazo, de intolerancia, de resentimiento...
Como se ve, empieza por un ‘nosotros, los catalanes, somos cojonudos y la pera limonera’, mientras que ellos, los castellanos, son antagónicas piltrafas acaparadoras de todos los vicios y defectos posibles. Obsérvese cómo introduce unos pretendidos elogios históricos pero como causa y explicación posterior de nuestra miserable forma de ser. Hay que ser ruin. 

No terminan aquí los desechos vomitados por éste personajillo de ínfima consistencia moral. Ahora le toca recibir a Andalucía, por su condición de castellana, claro. Así, prosigue asegurando que “hay un hecho incontrovertible que es el gran progreso que ha habido en Andalucía durante los últimos 40-50 años” si bien, rápidamente nos matiza que el mérito no es de ellos, sino debido al “mucho apoyo de la Administración española y las muy beneficiosas ayudas europeas […] Sólo hay que comparar el cambio que ha hecho Andalucía con el estancamiento que sigue habiendo en el sur de Italia”, como si en el sur de Italia no se hubiese hecho el mismo esfuerzo inversor por parte de las autoridades italianas y europeas y como si no fuese precisamente eso la prueba de que los andaluces algo habrán hecho bien. El caso es rebajarles el mérito, le resulta intolerable reconocer algo bueno a cualquier castellano. Y es que aunque en este artículo distingue entre castellanos de la meseta y castellanos del sur (habitualmente los catalanes no lo hacen), aquí si lo hace es para dejar claro que si los castellanos estamos un escalón por debajo de los catalanes, los andaluces son castellanos de segunda, el tercer escalón[2]. El poco honorable Jorge Polluelo, teme, además, al influyente poder político andaluz y a que copie del catalán su cansino victimismo. Eso es lo que subyace en su cita: “Una visión prometedora [la andaluza] pero con peligro de que se enquiste. De que el esfuerzo de superación no sea lo suficientemente sostenido. Y que reavive la tentación de buscar un enemigo exterior. Esto provocaría un perjuicio general. Por el progreso general y para la convivencia. Y por la misma Andalucía”. Tiene bemoles que un tipo que ha hecho de Castilla su enemigo exterior, apenas unas líneas más arriba, y que ha dedicado su vida política a sembrar enfrentamiento, odio y desprecio hacia los malos malísimos mesetarios y hacia los castellanohablantes nos venga ahora con esas. Hay que ser cínico, desvergonzado. 

No acaba aquí su periplo por ‘los valores y actitudes positivas y negativas de los territorios’ hispánicos. Le toca el turno a los vascos, a los que va a elogiar dando una coz, como no, a los castellanos. Dice la albóndiga catalanista:

“Existe el País Vasco. Un pueblo que ha conservado una personalidad muy fuerte. Que ha dado a su conciencia colectiva un sentimiento de orgullo. No al estilo castellano. Pero sí con un punto de distancia.”

Semejante coz demuestra, a mi juicio, que la albóndiguita no conoce límites, tiene capacidades de burro, de animal cuadrúpedo. Estamos ante un tipejo capaz de destinar su propia hez incluso al abuelo Florenci Pujol, el muerto al que groseramente echó la culpa de la fortuna de origen incierto para salvar a sus siete hijos y a sí mismo de la acusación de latrocinio sistémico al erario durante 24 largos años. Hay que tener pocos escrúpulos para culpar a tu propio padre muerto… para salvarte tú. Así que no nos extrañe que diga lo que dice de quienes no somos de su sangre.

A los vascos, eso sí, les recrimina que “respecto a Cataluña la actitud de Euskadi es reticente. No es arrogante ni envidiosa [como la de los castellanos], a los vascos no les interesa [se refiere al tema fiscal catalán] porque ellos [ya] tienen una situación de privilegio ganada a través de la historia que se debe respetar”

Esa vergonzosa y humillante (para los demás) situación de privilegio es precisamente lo que reconoce el albondiguita anhelan los catalanistas: ser más, recibir mejor trato que los restospañoles. El desinterés de los vascos hacia lo catalán lo  justifica en que éstos temen que pudiera cambiar “la ya muy antigua estructura del poder español. Y del papel particular que tiene Euskadi”. O sea, que según Jorge Polluelo los vascos están en realidad contentos con su actual estatus político y fiscal (por eso no se embarcan en el independentismo asegura) y temen perderlo si Cataluña reclama lo mismo. 

Puede que no le falte razón en ello pero no deja de ser chocante que lo que desean para sí mismos los vascos no lo desean para los demás (catalanes incluidos) y eso no es óbice para que “todo esto no debe provocar sentimientos negativos en Cataluña [hacia los vascos]”… como si recomienda hacia los castellanos que a fin de cuentas defienden lo mismo para todos. ”Simplemente nos debe hacer entender que su situación es diferente. Y que por lo tanto, como es lógico, miran en otra dirección”, les justifica. Distinta vara de juzgar pese a que la postura según él ‘castellana’ parece más justa incluso para ellos.

No acaban aquí las fobias anti-castellanas de la oronda albóndiga del 3%. Tras insinuar que el resto de regiones no pintan nada, asegura que en España hay un eje Bilbao-Madrid-Sevilla, al que denomina, suponemos que con consideración, ‘pacto del Betis’, que compite con el eje mediterráneo y que “es el eje que desde Castilla, o desde Madrid, se ha calificado a veces con un deje de desconsideración de ‘levantino’ y que a menudo se ha tratado de frenar. Un ejemplo reciente y clamoroso de ello ha sido la política ferroviaria del Estado y el esfuerzo constante de crear tensión entre Cataluña y País (sic) Valenciano”. Como se ve, la mano negra de los malvados castellanos es muy alargada, no así la de su familia, que alcanza hasta Andorra y un sinfín de paraísos fiscales.

Vamos a ver. Desde Castilla siempre se defendió un eje Algeciras-Madrid-Zaragoza-Travesía Central del Pirineo (TCP)-Toulouse, eje central que tendría un ramal entre Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y Lisboa (puerto de Sines más concretamente). Ni Bilbao ni Barcelona nos interesa por razones tales como la falta de lealtad, la hostilidad permanente manifiesta y la inestabilidad política ante una más que probable balcanización de ambas zonas, si bien es cierto que los políticos castellanos, en general, no se enteran demasiado de la película.

También nos interesa (Castilla da para mucho) otro eje ferroviario de mercancías entre Aveiro (Oporto)-Salamanca-Valladolid-Burgos-Irún o eje atlántico. Y punto. Y a Valencia, en mi opinión, le interesa bastante más un eje Valencia-Zaragoza que el corredor mediterráneo y ello porque una vez construida la TCP el camino a París o Milán, desde Valencia, es más corto por Zaragoza y Toulouse que por Barcelona. Así que no se haga pajas mentales. Fue en la cumbre hispano-lusa de Figueira da Foz de una década anterior cuando Aznar pactó con Portugal y la UE esa ruta (Eje central o eje 16) en una época donde ni se contemplaba ni se hablaba ni se reclamaba el corredor mediterráneo como Durán Lleida reconoció más tarde, y solo la debilidad política y mental de un tal Zapatero hizo que se dinamitase, por presiones de CiU y ERC, ese proyecto, como también dinamitó el trasvase Ebro-Segura y Ebro-Barcelona (auténticos corredores mediterráneos hidráulicos), ¡qué casualidad!, dejando intacto el Tajo-Segura. Aquí sí.

Para terminar, no pierde ocasión de hacer algo más de rancio victimismo con todo un clásico del pensamiento pigmeo: “España está nuevamente orientada hacia la gradual pero fuerte residualización de Cataluña”. Seamos serios, aquí, los únicos residuos manifiestos son los excrementos verbales con los que Vd. nos deleita cuando el nivel de bilis y pus alcanzados le hacen babear. He dicho.




[1] “Sobre idiosincrasias y valores en España. Difíciles de encajar”, Jordi Pujol Soley, 06/04/2015, en www.associacioserviol.cat
[2] Esto me recuerda a aquella otra aseveración pujoliana según la cual “el hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido […], es, por lo general, un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado […] constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España […] si por la fuerza del número llegase a dominar, destruiría Cataluña” (1976).

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Españolizar España

Por su interés, reproduzco íntegro un gran artículo firmado por Javier Orrico (reproducido por Periodista Digital, 24/09/2013), a propósito de las últimas declaraciones de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre sobre que "hay que catalanizar España":
Por Javier Orrico
"Hasta ahora habíamos creído que lo que defendía Esperanza Aguirre era españolizar España. Frente al marianismo mudo, el centrismo desleído y los potitos ideológicos, se trataba de reconstruir el Estado para volver a ser iguales, para tener una sanidad de todos, con hospitales abiertos a cualquier español, y una educación en la que se estudiara esencialmente lo mismo en La Coruña, Gerona o Valencia. Más que nada para poder viajar o vivir donde nos diera la gana. Y lo mismo con la Justicia, la Policía o los impuestos. Un país grande para respirar frente a estas patrias jibarizadas de hoy. Un país donde escapar del campanario de la aldea, que es lo que se consideró progresista hasta que los autoprogresistas se convirtieron en mamporreros de los jíbaros nacionalistas. Salvando aCorcuera, bronco, sincero y español, de cuando los socialistas creían en la igualdad y en que el progreso era unir.
Pero ha ido Aguirre a Cataluña a halagar a “una burguesía”, esa de “la pérgola y el tenis” que inmortalizó el gran Jaime Gil de Biedma, su tío; esa de las “Últimas tardes con Teresa”, de Marsé; esa que consiguió colarnos el mito de su civilidad y su europeísmo, cuando en verdad lo único que habían hecho era explotar la cobardía del Régimen de la Restauración (y de todos los que vinieron después), imponiendo un proteccionismo que hemos pagado los demás, no sólo como mercados cautivos, sino como factorías de mano de obra barata. La misma que hoy les molesta tanto si pide que a sus hijos les enseñen también en español.
“Hay que catalanizar España”, ha dicho Aguirre. Puede que haya querido ofrecer puentes, dulcificar el conflicto. Pero con eso, y alguna otra afirmación poco meditada, se anula a sí misma como alternativa y pervierte el conjunto de un discurso que su partido habría debido pronunciar hace mucho tiempo. A los políticos madrileños siempre se los acaba comiendo el hijo pródigo catalán, hasta que un día a los hijos leales se nos hinchen los mismísimos. Sobre todo cuando además ha añadido que hay que acabar con el “café para todos”, recurrente demanda catalanista para aparecer como los únicos que merecen distinción. Sólo ellos son singulares, sólo ellos son necesarios, como el señor alcalde de “Amanece que no es poco”. Los demás, al parecer, somos contingentes y hemos “surgido de la nada”, qué milagro histórico-genético. Si se lo hubieran dicho al general Martínez Campos se habría ahorrado marchar en 1874 con medio ejército español hasta Cartagena, o sea, la nada, y bombardearla para acabar con la revolución cantonal. Tendremos que montar una Diada conmemorativa a ver si nos traen el tren, que seguimos con las mismas vías del siglo XIX. Parece que es el único lenguaje que entiende eso que se conoce por Madrit.
Si lo que quieren es ofrecerles a los catalanes un estatuto de desigualdad, que no se esfuercen, que ya lo tienen. Pero si lo que pretende el triángulo Madrit-Barcelona-Bilbo-ao, que malgobierna y esquilma España desde hace ciento cincuenta años, es proclamar nuestra natural inferioridad, no sólo de hecho, sino legal, que directamente nos declaren siervos de la gleba o casta de intocables a todos los españoles de las regiones “inexistentes”, de la regiones-limbo. Esto es, bien leído, lo que proponen el PSOE-PSC bajo el nombre de reforma federal de la Constitución, una estafa absoluta para consolidar los privilegios catalanes y la supremacía de los territorios sobre los individuos. La envoltura de un racismo que envilece a la izquierda española y va camino de acabar también con la derecha, que así volvería de pleno a su vieja naturaleza caciquil y foralista.
Hace casi veinte años que ya se intentó la catalanización de España. Que al fin no es más que un secular proyecto del nacionalismo catalán de cuando aún no era mayoritariamente separatista, y pensaba, henchido de orgullo industrial, sustituir a una Castilla desaparecida en el combate de darse a España. Pero para fecundar una nación hay que estar dispuesto a diluirse en ella, lo que una Cataluña siempre ensimismada nunca quiso hacer. Por eso, ni siquiera ha conseguido ser aceptada en los territorios que repobló, porque siempre le han visto la patita colonial. Castilla, en efecto, hoy no existe, pero ha dejado tras de sí una civilización universal y quinientos millones de personas.
"Hace casi veinte años que ya se intentó la catalanización de España. Que al fin no es más que un secular proyecto del nacionalismo catalán de cuando aún no era mayoritariamente separatista, y pensaba, henchido de orgullo industrial, sustituir a una Castilla desaparecida en el combate de darse a España. Pero para fecundar una nación hay que estar dispuesto a diluirse en ella, lo que una Cataluña siempre ensimismada nunca quiso hacer. Por eso, ni siquiera ha conseguido ser aceptada en los territorios que repobló, porque siempre le han visto la patita colonial. Castilla, en efecto, hoy no existe, pero ha dejado tras de sí una civilización universal y quinientos millones de personas".
Aquello, lo de 1986, se llamó “Operación Roca”, y fue una alianza de los pocos liberales españoles, con Garrigues a la cabeza, y un pujolismo que enviaba a su mejor hombre, Roca(y de paso lo desactivaba en Cataluña), para lograr el viejo sueño de la total hegemonía catalana en España. Ya no sólo económica, como aún lo era entonces, sino política, cultural y simbólica.
Pero eso ya pasó. Los españoles, taurinos, intuyeron el engaño. Ya no hay mito. Sólo queda su mentira. Ni culta, ni civilizada, ni universal. Lo que ha quedado al descubierto es la hegemonía de una Cataluña cateta, en su peor sentido, cerrada, de pequeñoburgueses venidos a más, nostálgicos del proteccionismo y las fronteras. Donde llaman curiosamente españoles, a modo de insulto, a los los mejores catalanes, los que se resisten a ser así, los millones que no merecen que los olvidemos y que han sido excluidos de la vida oficial. Bendito insulto. Desde que se autogobiernan, su declive ha sido imparable. Cataluña es hoy la región más corrupta de España, según la Comisión Europea. O sea, que ya estamos bastante catalanizados. Más no, por favor".

domingo, 14 de julio de 2013

Agua fría para todos: Francia confirma que retrasa los ejes atlántico, central y mediterráneo hasta 2030 o 2050.

Por Javier Martínez.

El Gobierno francés confirmó el 09/07/2013, a través de comparecencia formal del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, lo que anticipó una semana antes en un semanario galo. Se retrasan las obras de inicio de todos los corredores transeuropeos ferroviarios que afectan a España hasta 2030, o incluso 2050. Francia no dará continuidad a los corredores atlántico y mediterráneo. Tampoco al central transpirenaico por Toulouse. De nada sirve que la UE tenga o no como prioridad en su red transeuropea de trasportes esos u otros corredores, los Estados miembros mandan, definen trazados y prioridades (luego también plazos), mientras la UE co-financia y pone criterios y fecha a lo cofinanciado, nada más, cosa que parecían haber olvidado sobre todo en el Mediterráneo español. No habrá AVE a Francia ni a Centroeuropa desde España ni por la vertiente atlántica ni por la mediterránea. Todo queda aplazado sine die (se baraja la fecha de 2030 pero sin descartar que finalmente sea 2050). Todo un jarro de agua fría y de humildad para los peleados entre sí hispanos, tanto si son hispanos orgullosos de serlo como renegados.

Y lo mejor, las razones esgrimidas en el informe Duron no están en la crisis y las estrecheces presupuestarias, sino en que dan prioridad a sus necesidades internas ("la mejora de la conexión terrestre de los puertos de interés europeo, eliminar los puntos negros de la red ferroviaria y realizar inversiones con efectos sobre la vida económica de los territorios") y en que "los riesgos de saturación y de uso [de los corredores atlántico y mediterráneo] no justifican su inicio antes de 2030". Sólo la línea de alta velocidad Burdeos (atlántico francés)-Toulouse (centro francés) se construirá antes de 2030 ("las primeras obras podrán comenzar en 2017", declaró).

Más agua fría y baño de realidad. Francia lo deja claro: antes de 2030 no habrá obras de tren de alta velocidad Paris-Orleans-Lyon (por el Este) ni interconexión Burdeos-Hendaya (por el Oeste) ni línea nueva Perpiñán-Montpellier (por el Este). Adiós a la conexión Barcelona-París del eje mediterráneo. París la cuestiona (a partir de 500km, mejor el avión que el tren).

Llegados aquí, parece oportuno recordar ciertas cosas. Cuando Portugal aplazó sine die (por razones económicas, pero sin cuestionarlo), su tramo Lisboa-Badajoz del AVE Lisboa-Madrid proliferaron las declaraciones catalanistas, incluso despectivas, hacia el AVE extremeño, pidiendo abiertamente que se abandonase y se reinvirtiese ese dinero en el eje mediterráneo, y más concretamente en Cataluña, donde todo, milagrosamente, siempre es más importante y necesario. Lo mismo dijeron del AVE gallego, lo que propició que hasta los separatistas gallegistas abandonaran la coalición Galeusca (también llamada desde entonces por algunos como Cagaleus). En este caso, la pela primó sobre el interés común político, económico y lingüístico antirestospañol de los antiespañoles galeusquianos. Recordemos que es en Restospaña, la España que queda tras restarle Galeusca, donde está Castilla, Aragón, Asturias, etc. Y es que a los bocazas del BNG no les gustó que sus homólogos catalanistas les apliquen la medicina nacionalista que ellos también reparten para el resto. 

Recordemos también que desde Cataluña se esgrimía continuamente el presunto desinterés francés (nunca confirmado), por la Travesía Central Pirenaica (TCP) para oponerse al Corredor Central. No es que no apoyasen el corredor central, que están en su derecho pese a que a dos de las provincias catalanas les beneficia, es que se oponían al mismo porque querían el corredor mediterráneo y en exclusividad. Tan importante era garantizarse tenerlo como que los demás no lo tuviesen. Ni complementariedades ni leches, solo ellos.
"A tenor de lo anunciado, ¿también Francia acabará siendo tachada de anticatalana? ¿No debería Cataluña, en coherencia, pedir ahora a España que abandone el corredor mediterráneo?"
A tenor de lo anunciado, ¿también Francia acabará siendo tachada de anticatalana? ¿No debería Cataluña, en coherencia, pedir ahora a España que abandone el corredor mediterráneo?, ¿no es hora de recordarles sus “argumentos”? No caerá esa breva, nadie lo hará por mucho que ellos aplican a los demás la ley del embudo. Pero lo que ya resulta cómico, obsceno, y hasta grotesco, es ver ahora a Artur Mas reclamar, en una misiva dirigida al primer ministro francés, que se cumplan “los compromisos hechos por Francia y España sobre la relación Cataluña-Francia”. ¿Pero no era España quien jodía a Cataluña, quién boicoteaba el corredor mediterráneo frente al central?; si quieren la independencia, ¿por qué apelan a España?; ¿desde cuándo el pigmeo de la Generalidad cumple compromisos, acuerdos, sentencias, leyes y constituciones?; ¿no era este quién afirmaba aquello de “contra el derecho a decidir de los catalanes no caben leyes ni Constitución”? Francia acaba de ejercer su derecho a decidir, y los demás, en cuanto podamos en referéndum, daremos cumplida cuenta de nuestra decisión. Decisión que bien podría pasar por la expulsión de Cataluña visto que ni cumple, ni respeta leyes, salvo la del embudo.

martes, 6 de septiembre de 2011

‘Vacaciones fiscales’ y cupo vasco: doble expolio fiscal a Castilla más una multa (I).

Por Javier Martínez
¿Qué es el cupo vasco y porqué es un expolio económico para el resto de España?
Según el salmantino Roberto Centeno, catedrático de Economía de la Escuela de Minas de Madrid (ver Cotizalia.com el 21/02/2011), ‘el cupo vasco consiste básicamente en gestionar autónomamente su Hacienda Pública como si fuera un Estado soberano, solo que infinitamente mejor, porque además dispone de todo un país [España] para expoliar sin contemplaciones, algo que no existe en ningún otro lugar del planeta. Recaudan sus impuestos, los correspondientes a las ventas y negocios de las empresas radicadas en su territorio y fuera de él, ponen sus propios tributos y financian con ello una autonomía de lujo’. Lo han leído bien, recaudan fuera de su territorio, caso único en el mundo. Esto significa que los castellanos, entre otros españoles, o ‘restospañoles’, estamos haciendo el primo, estamos pagando impuestos a un territorio ajeno que además nos es hostil (incluso con coche bomba de vez en cuando) y aspira, sin disimularlo, a traicionarnos, eso sí, previa anexión de tierras castellanas como Treviño y Villaverde de Trucios. ¿No es esto hacer el primo por partida doble?

‘Se trata de un privilegio económico gigantesco originado en las guerras civiles del siglo XIX, que inexplicablemente se conserva exponencialmente aumentado en el XXI. Después de la Guerra Civil, Franco suprimió este privilegio en Vizcaya y en Guipúzcoa, pero lo mantuvo en Álava y Navarra. En 1979, el entonces Ministro de Hacienda, Paco Fernández Ordoñez (UCD) decidió suprimir este increíble privilegio, pero la oposición frontal -un auténtico disparate histórico- de los diputados de UCD, Mayor Oreja y Rodríguez Sahagún, cabezas de lista en Guipúzcoa y Vizcaya, respectivamente, provocó un fuerte enfrentamiento con Ordóñez que fue zanjado por Suarez, con una visión increíblemente cortoplacista y una falta absoluta de sentido del Estado, a favor de los dos últimos, logrando finalmente que en lugar de suprimirse se restableciera en Vizcaya y Guipúzcoa’. Como puede verse el privilegio económico perdura desde el XIX, ‘justificado’ en sus fueros, y ha saltado ya por tres siglos (salvo un período corto de tiempo). Nótese también quienes son los responsables de que el privilegio continúe, no fueron solamente las presiones nacionalistas periféricas deseosas de privilegios y superioridad, fueron políticos constitucionalistas, alguno de ellos, como Suárez, castellano ¿No tuvimos en Castilla más y mejores fueros, muchísimo más antiguos que el siglo XIX?, ¿quién era el reino y quién el señorío? El concierto económico, o cupos vasco y navarro, no es más que un peaje injustificado, un privilegio, un simple y puro agravio. Es un expolio consentido por nosotros mismos, puesto que en justicia no podemos echarles la culpa de todo a ellos. Cabe preguntarse ¿y a cambio de qué, por qué sucede esto, nos ganaron en una guerra y hemos de pagar cual súbditos y país colonizado? El Estado, que debe velar por la igualdad de derechos, deberes y oportunidades de los españoles permite lo que se ha dado en llamar asimetrías, eufemismo de no igualdad, dándose la paradoja no solo de que lo ampara, incluso constitucionalmente, sino que contribuye a que las regiones pobres del país, financien a las ricas aumentando los desequilibrios territoriales. Y los castellanos gritando ¡viva España!, mientras los nazirulos secesionistas gritan ¡independencia! ¿Alguien lo entiende?
Los 'residuos históricos', o 'privilegios históricos', son ahora llamados 'derechos históricos'.
‘El cupo sirve en teoría para pagar aquellos gastos del Estado de carácter general que correspondería pagar al País Vasco y Navarra en función de su participación en el PIB, pero esto es la teoría, la realidad es completamente diferente. En la última revisión de 2002, y mediante toda una serie de cálculos tramposos, que Rato (PP) se tragó íntegros, el cupo se fijó en 1.035 millones, y 300 el navarro, en lugar de los 2.000 millones y 600 millones que hubieran correspondido si los cálculos se hubieran hecho correctamente. Pero ni uno ni otro reflejan ni de lejos la aportación que estas regiones tendrían que realizar si funcionaran por el régimen común de todas las demás. En concreto, a día de hoy, y descontando aquella parte que financia el gobierno vasco, y que no hubiese tenido que financiar si estuvieran en el régimen fiscal común, pagan la décima parte de lo que les correspondería, con lo cual el resto de los españoles financiamos una administración de lujo, con sueldos y medios de lujo, respecto al resto de regiones españolas, las diferencias de remuneraciones son tan escandalosas que pueden superar hasta el 50%’. Y vengan bollos, que paga el vecino tontilán, esto es, nosotros. Como puede verse, España no es otra cosa que una teta a la que exprimir, succionar mientras de leche y se deje. Esta, y no otra, es la razón por la que todavía no se han independizado, la teta todavía no está seca, cuando esto suceda ya veremos. ¿Entendemos ahora de una vez por todas, porqué un funcionario vasco o navarro cobra hasta un 50% más que uno castellano con una productividad similar? Trabajamos para ellos.

‘Pero es que el tema es mucho peor, pues a todo este cúmulo inaceptable de privilegios se añaden los impuestos pagados por las empresas con sede social en el País Vasco, y que derivan de los beneficios conseguidos no solo en el País Vasco, sino en toda España. Cuando las empresas son medianas o pequeñas, es decir, la inmensa mayoría, el dinero del IVA y de todos los demás impuestos se lo quedan íntegramente las Diputaciones Forales, es decir, el suyo y el nuestro; cuando son grandes empresas, caso del BBVA, Iberdrola, Fagor, Eroski, etc, pagan en teoría por la cifra relativa de negocios en el País Vasco y fuera de él, pero en la práctica las Diputaciones Forales, que son las que tienen los datos, se llevan la parte del león'. Es decir, que los castellanos, entre otros españoles, cuando compramos productos y servicios a empresas vasco-navarras en Castilla, no pagamos impuestos en y a instituciones de  Castilla, como debiera ser, sino en Vasconia y Navarra, y aunque teóricamente ellos nos los devuelven (diferencia entre lo facturado dentro y fuera de sus territorios) no hay forma de saber cuánto era esa cifra, nos tenemos que fiar de las poco leales Diputaciones forales. ¿No es esto un insulto, un caso de colonialismo, no ya económico, sino institucional?, ¿porqué no tenemos una agencia de control, hemos de fiarnos de quién continuamente da muestras de no serlo? 

Cada cinco años, el gobierno central y los gobiernos vasco y navarro, negocian, o más exactamente pastelean, qué cantidad abonar, llamada cupo vasco o aportación navarra, dentro del marco de una ley estatal. El problema surge porque esa cantidad no tiene, como debiera, una fórmula objetiva de cálculo, o no se emplea, sino que se renegocia, se pastelea, se cocina, entre el inquilino de turno de Moncloa y los peris del norte, y varía enormemente en función de las necesidades de apoyo político del primero y las ganas de expolio de los segundos, llegando fácilmente a un acuerdo dado que el paganini es un convidado de piedra: el pueblo restospañol, donde estamos incluidos los castellanos. Así, Iñaki Anasagasti, viejo senador del PNV famoso por el aspecto de ensaimada de su grasienta melena más que por sus dotes intelectuales o principios morales, declaraba en su bitácora y en Deia el 4/09/2011, 'sin mayoría absoluta del PP [el 20N] se podrían meter goles en el Bernabéu en beneficio de los intereses de todos los vascos [...] es importante que no la tengan'. Pero hay más, el pago no solo no cubre para pagar los servicios comunes (Corona, Embajadas, Ejército, etc.) en la proporción que les toca de acuerdo a su PIB, y aquellos que, por no transferidos, aún presta el Estado en ambas regiones, sino que no aportan ni un euro al reequilibrio interregional entre comunidades ricas y pobres tal y como, en teoría, tiene por misión corregir el Estado, según la violada Constitución. De esto último, el sobrecoste que supone para el resto de regiones ricas contribuir al desarrollo de las pobres se queja solo Cataluña, con razón, pero no pide que se corrija, sino cambiar de bando y tener su propio cupo y pasar a succionar al resto. Esta es la causa de que los catalanistas apuesten por eliminarle la autonomía al resto de regiones, para que ni lleguen a protestar algún día si se consuma la fechoría. Lo que quiero para mí, no lo quiero para los demás. A Castilla, a sus múltiples trozos, mientras tanto, nadie la defiende, en el PPSOE todos callan porque anteponen sus intereses personales, y de partido, a los de sus representados. ¿Sucedería esto con una Castilla reunificada, fuerte, y con políticos mínimamente castellanistas, sin que ello suponga ser antiespañol, claro está?
El profesor Centeno prosigue: ‘Pero es que además hay numerosos impuestos de muy diverso tipo que corresponderían a la Hacienda española en un 80%, que es aproximadamente la cifra de negocio que las empresas y  entidades financieras ubicadas en el País Vasco realizan fuera de él, que se quedan íntegras las haciendas forales, por ejemplo, la compra de Scottish Power [por Iberdrola] añadió a las arcas forales 100 millones de euros año, mientras que el resto de los españoles pasamos la mano por la pared’. Lo que no menciona el profesor, es que Iberdrola no es otra cosa que la fusión de la bilbaína Hidroeléctrica Española con la castellana Iberduero y cuya sede se puso, lógicamente, en ese paraíso fiscal chupasangre que es Vasconia, con lo que también nos quedamos en su día sin los impuestos que esta gran y estratégica empresa genera, además del centro de decisión.

No queda la cosa ahí. Los principales saltos de agua y centros de producción eléctrica están radicados en tierras y ríos castellanos, que pese a ser dominio público, no recibimos ni un euro por el agua y electricidad que generan (Duero, etc. algo que perdura y se agrava con el auge en el interior peninsular de las energías renovables, donde las dos sub mesetas somos los grandes productores hispanos… para beneficio de vascos, gracias al maldito privilegio foral) por lo que el expolio es cuádruple (recursos naturales expoliados, impuestos de sociedades evadidos a otro territorio, impuestos de ventas, IVA, ocultado y ‘perdido’ en otro territorio y los citados impuestos varios  por compras en el extranjero, íntegramente saqueado). Si en la sub meseta meridional los ríos castellanos sirven para engorde de levantinos y murcianos, en la septentrional sucede lo propio con los vascos que se llevan no solo el agua ‘a perpetuidad’ para Bilbao (ver aquí cómo dos dictadores entregaron a los vascos el agua de las merindades castellanas) sino los beneficios de la electricidad. Así pues, el expolio fiscal no es el único que padecemos, también sufrimos el hídrico, el eléctrico y el empresarial.

Si los ríos son castellanos (y públicos), el agua por tanto también, y la electricidad que generan aquí en buena lógica también lo es, ¿cómo es posible que no nos paguen a nosotros por la luz los peris?, ¿cómo es posible que encima seamos nosotros los que paguemos a otros territorios? sucede que las sedes de las empresas eléctricas, donde se crea el trabajo, se pagan impuestos y se quedan los beneficios están en Bilbao o Barcelona, donde además se tiene o se aspira a tener, un régimen fiscal distinto claramente expoliador. ¿No es hora de darnos cuenta? es como si nuestros ríos fuesen de ellos, nos saquean nuestros recursos. Estamos pagándoles por nuestra propia electricidad, estamos dejando de cobrar por nuestra propia electricidad. Incluso teniendo un régimen fiscal común para toda España no es aceptable la situación.

¿Ven ahora porqué deseo que la madrileña ACS compre Iberdrola y traiga la sede a Castilla? (Por desgracia, ACS, cuando compra una empresa, suele mantenerla independiente jurídicamente como filial y no suele cambiar la sede, cosa contraria a lo que hacen vascos y catalanes, es decir, ACS no actúa como 'empresa castellanista' sino solo como empresa) Para terminar con toda esta injusticia que España permite desde su misma Constitución al incluir un régimen fiscal diferente para según qué españoles. Otro día hablaremos de otras empresas castellanas, generalmente estratégicas y con fuerte capacidad tractora sobre la economía, o instituciones radicadas aquí (caso de la Comisión de las Telecomunicaciones) entregadas, o forzadas a fusionarse, con más o menos resistencia, por gobiernos españoles (tanto del PSOE como del PP) a vascos, pero sobre todo catalanes, a cambio de apoyos políticos (Endesa, a la que Pascual Maragall llegó a calificar como ‘medio Estatut’, Terra, Gas Madrid, Unión Eléctrica Madrileña Fenosa,…) o de empresas que ya desde su proyecto fundacional fueron convenientemente ‘invitadas’ a elegir sede en una ciudad concreta (Barcelona) desde la política (La Sexta TV, Click Air…) incluso teniendo capital mayoritario o 100% castellano (cosa que hacen para conseguir la imprescindible licencia político-administrativa) y eso por no hablar de leyes comerciales ‘antiCorteInglés’ o zancadillas hasta el cierre de filiales de empresas castellanas (como Pascual), o la entrada, por indicación política, de La Caixa en empresas clave castellanas como Telefónica, Repsol, etc. no para sumar, necesariamente, sino para defender a alguna filial menor ‘catalana’ en apuros. Cada vez que el inquilino de la Moncloa necesita apoyos, Castilla, como se ve, de una forma o de otra, siempre paga, somos moneda de cambio barata. Y lo peor es que no faltan tontilanes en la meseta que creen aún ‘en el mayor carácter emprendedor’ de los peris, esa gente que sin haber sido nada en la historia, o muy poquito, lo son todo medrando en el que todavía es su país, a nuestra costa, eso sí, y con nuestro permiso, por ese maldito defecto que tenemos los castellanos de pensar siempre más en el conjunto español, en un tiempo en el que nadie más de ese conjunto lo hace ya, que en nosotros mismos. No se puede ser tan desprendido ni tan ingenuo. No es un error pensar en la casa común, al contrario, es un claro acierto, el error es hacerlo en solitario. ¿Qué sentido tiene hacerlo si nadie más lo hace? En la calle pueden oírse ya expresiones hace poco impensables como ‘que se marchen ya’, ‘a qué esperan’, etc. señal inequívoca de que algo está cambiando pese a que los políticos no quieren enterarse. Hasta el mismísimo Jordi Pujol reconoce abiertamente que el rechazo y la imagen de Cataluña en Restospaña ha empeorado… y sorprende que hasta parece preocupado ¿teme que se acabe la teta o que todos se apunten a succionar? Más bien lo segundo, piensa que tocaría a menos, o simplemente que no podrían, por inviable, como quieren desde hace tiempo, apuntarse al sistema del cupo. Por eso abiertamente no quieren autonomías para todos, no quieren el 'café para todos' (y no faltan declaraciones de Durán Lleida, Oriol Pujol, etc. pidiendo poner fin al sistema autonómico para todos, nosotros somos Restospaña a secas, y punto, nos vienen a decir), pero sí para ellos, porque la autonomía para todos significa un freno a sus aspiraciones succionadoras ya que, inevitablemente, si ellos quieren cupo, el resto automáticamente lo pide y eso es inviable y lo saben. Por desgracia, esas expresiones comentadas, creo que se trata más del hartazgo al victimismo llorica y al chantaje permanente que la gente siente, que al descubrimiento por parte castellana de que somos los perdedores, los expoliados, los paganos y que hay que revertir la inaceptable situación.
"Se trata de un sistema distinto al de las demás comunidades, pero no debería de ser discriminatorio, ya que este sistema de asignación de recursos, por sí mismo, no debería de beneficiar a los territorios vasco y navarro en cumplimiento del artículo 138.2 de la Constitución que establece que 'las diferencias entre los estatutos, no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales'. Sin embargo, dado que la clave está, no en el diferente método de financiación sino en la concreta cuantificación del cupo vasco y la aportación navarra, negociado entre gobiernos, lo cierto es que se han ido produciendo importantes diferencias que han llegado a ser escandalosas: en este momento, la financiación per cápita entre los ciudadanos de Navarra y País vasco, comparada con la del resto de comunidades, es casi el doble a favor de las primeras". (Artículo '¿Ahora toca el concierto?' Francisco de Carreras, La Vanguardia 30/09/2010)
Los catalanistas de todo pelaje, pero principalmente CiU, parecen haber advertido el negocio vasco-navarro y no quieren quedarse atrás. Así, Jordi Pujol, que no es precisamente un españolista, y menos aún pan castellanista, ex presidente de la Generalidad, en entrevista concedida a Valentí Puig en ABC el 15/01/2006, tras expresar un ambiguo “Cataluña es España, pero a su manera” (que es como decir sí, pero no), declara, a propósito de una pregunta sobre el cambio conseguido en España: hay un gran progreso en las regiones con subdesarrollo. En varias de ellas ya no se puede en absoluto hablar de subdesarrollo. El cambio ha sido espectacular. ¿Gracias a qué y a quién? Pues, gracias a la política del Estado, gracias a las autonomías y gracias a la gente de estas regiones. Pero todo ello enormemente estimulado por los fondos europeos estructurales y de cohesión y por la contribución procedente de algunas autonomías con renta y PIB altos, con excepción de las forales”. Y no le falta razón. Implícitamente ha reconocido, en su final, “con excepción de las forales”, que hay quién no arrima el hombro y quién tiene una situación de privilegio. Lo lamentable es que no aspira a corregir esa situación de injusticia eliminando el privilegio que al resto, Cataluña incluida por estar (al menos de momento) en el régimen común, perjudica, sino que quiere que Cataluña pase a equipararse a Vascongadas y Navarra uniéndose a quienes chupan de la teta. “En el caso de Cataluña el déficit fiscal ha llegado a ser muy alto. Llega a frenar el desarrollo económico y también social de Cataluña. Esto es lo que, por diversos motivos, se ha exacerbado durante los últimos años. Y ahora es insostenible” continua don Jorge Polluelo, traducción literal castellana del ex presidente regional. Tampoco en esto último le falta razón, las regiones ricas de régimen común, por soportar más carga de la que debieran, por soportar ‘más solidaridad’, ven frenado su desarrollo, y más cierto será si todas las ricas se apuntan a la fiesta foral. Pero ojo porque culpar del freno, caso de ser cierto, a la ‘solidaridad interregional’, es cuando menos tramposo, no es toda la verdad. Así, Madrid, la que con diferencia más aporta, no le impide ser también la que más crece (ver informe ‘Las balanzas fiscales de las CCAA con la administración central 1991-2005 del BBVA’). Y todo ello hablando, exclusivamente, de las balanzas fiscales, de las balanzas comerciales, lógicamente se las callan, por lo beneficiosas que les resultan, ya que en ese ámbito, como en el de los flujos ahorro-inversión, resulta que seguir siendo español es altamente rentable. Es hora de advertir ya, en qué consiste ser nacionalista periférico. Su 'manera de ser español' consiste en aplicar la máxima 'lo mío es mío y lo vuestro, de todos los españoles'. Y mis compatriotas castellanos, mientras tanto, en su gran mayoría, mirando al cielo, incluso no falta el merluzo de turno, que con atrevida ignorancia, llega a posicionarse a favor de las tesis peris porque no alcanza a ver más que una simple territorialización de la recaudación.
"Los flujos económicos entre Cataluña y el resto de España no se limitan a la balanza fiscal, [como interesadamente se limitan a recordar los catalanistas], existen también las balanzas comerciales y las de ahorro-inversión. Y en las balanzas comerciales de bienes y servicios el superávit de Cataluña con el resto de CCAA es de más de 24.000 millones de euros, más del doble que su 'déficit' fiscal. Pero es que además, y más trascendente si cabe, a través de los bancos y cajas catalanas, parte del ahorro del resto de España se 'transfiere' a Cataluña. Se estima que por cada cien euros de ahorro en Cataluña, se invierten 180 financiados gracias a este mecanismo. ¿Qué pasaría si las Comunidades perjudicadas exigieran le reducción del déficit comercial y de ahorro-inversión?" (Roberto Centeno, 'El intolerable desafío nacionalista', Cotizalia.com, 12/09/2011). Y digo yo, ¿no es hora de reequilibrar también las balanzas comerciales? Las compañías pagan impuestos allí donde están radicadas sus sedes centrales, pero generan su actividad allí donde están sus clientes (toda España). De esta manera, una compañía con sede en Madrid o Barcelona que venda el 80% de su producción en el resto de España, aparece como contribuyente en su ciudad de origen, y genera en este territorio unos grandes ingresos a Hacienda, aunque tenga otras sedes y sus trabajadores estén desperdigados por varias provincias, adjudicándose esa riqueza. Esto, además, distorsiona aún más el cálculo de estas balanzas. Las regiones no pagan, lo hacen los ciudadanos y las empresas, de tal modo que regionalizar de la forma que los catalanistas proponen es adjudicarse riqueza que no les corresponde. 
Todo esto me hace recordar que los castellanos podríamos volver a la situación de los siglos XVI y XVII, donde éramos los únicos que pagábamos impuestos (entre un 500 y 800% más) y aportábamos soldados, incluso a las guerras de la Corona de Aragón, y que es la principal causa de nuestra posterior decadencia, a decir de no pocos historiadores y economistas, situación magistralmente descrita por Quevedo en su famosa frase: "En Navarra y Aragón, no hay quien tribute un real; Cataluña y Portugal, son de la misma opinión, sólo Castilla y León, y el noble pueblo andaluz, llevan a cuesta la cruz. Católica Majestad, ten de nosotros piedad, pues no te sirven los otros, así como nosotros.". Más leales que nadie, más apaleados que nadie ¿porqué no nos rebelamos de una vez?

¿Qué pasaría si el régimen fiscal vasco se extendiera a Cataluña?

‘El nacionalista Artur Mas, [Arturo cuando abre cuentas en Suiza, no lo olvidemos, como se publicó antes de las elecciones catalanas que ganó, sin que el dato importase a la ciudadanía de aquella región] dentro de su estrategia soberanista y anexionista, con un desprecio absoluto hacia España y su Constitución, y sabiendo que un referéndum independentista lo perdería [como la propia CiU reconoce], ha decidido algo mucho mejor que la independencia, convocar un ‘referéndum’ para la implantación en Cataluña de un sistema de cupo similar al del País Vasco y Navarra, a pesar de haberle sido expresamente prohibido por el Tribunal Constitucional. Con independencia de que en cualquier país civilizado, una rebelión de este tipo no sería tolerada y en caso de ir adelante, el Sr. Mas y quienes las convocaran irían directamente a la cárcel, y la autonomía de Cataluña suprimida, como fue suprimida la del Ulster, y no pasó absolutamente nada, desde un punto de vista estrictamente económico la propuesta no se sostiene. Se trataría de un expolio similar al del País Vasco pero multiplicado por tres, dado el tamaño de la economía catalana, donde Cataluña pasaría a aportar al resto de España la décima parte de lo que aporta actualmente'. Como puede deducirse, alguien tendrá que pagar el diferencial no aportado para sostener las cosas comunes y ese alguien seremos los castellanos, junto con algún otro desinformado ‘restospañol’ más que quede. ¿Aceptaremos el papel de paganini de nuevo? Si por la UCD, luego PP, fuese, ya vimos que sí, pero ¿y si dependiera del PSOE, la otra cara de la moneda PPSOE? Unas líneas más y saldremos de dudas.

‘Si todas las regiones españolas funcionaran por el sistema de cupo, [es decir, si todos pagásemos conforme a cómo lo hacen vascos y navarros] la Hacienda española perdería el 78% de sus ingresos y sería imposible financiar las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Instituciones, el Servicio Exterior, el pago de los intereses y la amortización de la Deuda Pública, el pago a las Clases Pasivas y los pagos debidos a la Unión Europea, es decir, pura y simplemente España desaparecería como nación, en línea con la opinión de Zapatero, para quien España es ‘algo discutido y discutible’’. El dato del 78% es escalofriante y revela hasta qué punto soportamos en nuestras espaldas una injusticia fiscal brutal, no solo pagamos lo que nos toca, sino lo que otros dejan de pagar. Es aquí cuando inevitablemente me acuerdo de esos paisanos míos, castellanos de Cuenca y de cualquier parte,  que dicen con la alegría del bobo ignorante, ¡hacen bien!, ¡defienden lo suyo! No defienden lo suyo, roban lo nuestro, y lo hacen con la aquiescencia del Estado común, no lo olvidemos, que lo envuelve de legalidad. Por eso cuando alguien todavía se cree eso de que ‘Castilla hizo a España’, cosa que personalmente creo es menos cierto de lo que suele afirmarse, se me ponen los pelos como escarpias de la rabia. No sé en otro tiempo lejano si fue así, pero hoy, España es un país hecho por y para la periferia en lo esencial, en su arquitectura administrativa y jurídica, en su ley electoral, en la planificación radial de infraestructuras de todo tipo, incluidos los acueductos de expolio de agua, en su régimen fiscal, en su trato lingüístico… todo en función de los peris.

‘No sé qué hará Zapatero respecto a la rebelión abierta de Más, pero habida cuenta de que se han fumado un puro con la Constitución y con el Estado de Derecho siempre que les ha convenido, puede suceder cualquier cosa, y aunque la aceptación por un Presidente de Gobierno de España de un hecho prohibido por el Constitucional, que pone en peligro cierto la existencia misma de España como nación, es un acto inequívoco de alta traición, creo que Zapatero hará, como siempre, lo que crea que le favorece más políticamente, porque España y los españoles le importamos un pimiento. Y ¿qué ocurre si lo acepta?’
Foto del trío calavera. “El gran problema no es que Solbes se haya alineado -rene­gando de sus supuestas convicciones-­ con la banda del gasto, eso es sólo una indignidad menor; el problema es haberse rendido ante los separatistas, haber planteado unos Presupuestos con déficit oculto, con la mayor pre­sión fiscal de toda la Historia de Espa­ña, y haber destruido el modelo de equidad-solidaridad que garantiza la Constitución, y que era la base para la convivencia entre los españoles.[…] Y lo que ya resulta el colmo de los colmos, es que, según el artículo 206.5 del Estatut, la parte que Catalu­ña aportará al Estado no podrá ‘alte­rar en ningún caso la posición de Ca­taluña en la ordenación de rentas per cápita entre CCAA’; es decir, que si por la incompetencia probada de los gobiernos de la Generalidad, Cataluña perdiera posición económica relativa, como ha ocurrido en los últimos 20 años, el Estado tendría que garantizar con el dinero de todos los españo­les el mantenimiento de su posición [El Estado está obligado a transferirles la cantidad que sea necesaria del Fondo de Compensación para que no la pierda. Es decir, el derecho exclusivo al saqueo de España. Adicionalmente Montilla se ha arrogado, y  Zapatero ha aceptado, el derecho a ser él y no el gobierno de España quien decida cuales son los servicios básicos que deben ser financiados por los restospañoles y cuáles no]. Y esto a pesar de que Cataluña vende en el resto de España los dos tercios de lo que produce y obtiene una cantidad similar del beneficio de sus empresas, por lo que si el resto de España dejara de comprar productos catalanes, sus empresas fueran ex­pulsadas u obligadas a cambiar la se­de social, y se vetase como sería obli­gado su entrada en la DE, Cataluña no podría sobrevivir. Entonces, ¿por qué tenemos que aguantar la perse­cución feroz de todo lo español, el boicot a los productos no catalanes, el victimismo y el saqueo de España? Y exactamente lo mismo es válido para el País Vasco. El cupo vasco es un insulto inaceptable  hacia el resto de las regiones españolas: siete veces, y media, menos de lo que le correspondería pagar a esta comunidad si tuviese el régimen fiscal del resto de autonomías, aunque esto es culpa del PP y del PSOE a partes iguales. […] Y en cuanto a la desigualdad del gasto, creo que ya está todo dicho. Cataluña y Andalucía se llevan casi el 40% de las inversiones en infraestructuras. Pero es que hay mucho más. Con el esquema pactado con los separatistas, toda la deuda pública –intereses y principal-, todos los pagos a la UE, el Fondo de Contingencia, etcétera, etcétera, no recaen ni sobre Cataluña ni sobre el País Vasco; se benefician, pero no pagan un euro, lo pagamos todos los demás. Por ejemplo, de los 40.000 millones de euros para financiar la ampliación de Europa, que tan irresponsablemente comprometió Zapatero, el País Vasco no pone un céntimo -nos dan la limosna del cupo y que nos zurzan-; y Cataluña si pierde renta, tampoco da nada. Pero si aún así la siguiera perdiendo -por ejemplo que Valencia u otra región la supere-, el Estado está obligado a transferirle todo el dinero necesario hasta que estos ineptos y despilfarradores recuperen la renta que les corresponde por la gracia de Dios”. Roberto Centeno, ‘Presupuestos a la desesperada’, 26/09/2007, El Mundo.
Un servidor opina como Centeno, al leonés Zapatero, pero ojo, no solo a él, le importamos un pimiento, al PPSOE solo le importa mantenerse en el macho, conseguir mayorías parlamentarias suficientes para seguir, y eso solo lo pueden conseguir vendiéndonos al resto, castellanos o no, los llamados ‘restospañoles’, ya sea en este tema, en el de las infraestructuras (ver el escándalo de cómo el PSOE tumba poco a poco el corredor central ferroviario de mercancías para apostar por el mediterráneo), en el de los trasvases de agua, etc. Ser fiel a España, cuesta y duele reconocerlo, es un mal negocio, serle infiel y hostil, es altamente rentable. El aspirante de turno a inquilino de la Moncloa siempre paga a traidores, esto no es Roma,…con dinero ajeno. Es el maquiavélico final en que se traduce una ley electoral injusta que favorece a partidos pequeños claramente anti españoles (y sobre todo, anti castellanos, no lo olvidemos) y abiertamente insolidarios con el resto, por lo que la conclusión es clara: o cambiamos la ley electoral y aceptamos aquello de un hombre un voto, o nos hacemos todos nacionalistas, y que pase lo que Dios quiera, pero no podemos seguir haciendo el primo. Un servidor no está por la labor. Dicho en otros términos más amables, o fueros para todos, o para ninguno. Ahora pensemos qué es mejor.

Continuemos: ‘Si lo acepta, y aunque la realidad sería por supuesto más compleja, el dibujo aproximado de la situación sería el siguiente: dado que el PIB de Cataluña es tres veces el del País Vasco, Más pedirá lógicamente un pago al Estado español del orden de los 3.000 millones de euros por año. Y teniendo en cuenta que los ingresos impositivos totales y la parte de Cataluña en los mismos proporcional a su PIB, estaríamos hablando de unos 27.000 millones de euros, de los que habría que deducir la parte de gastos que entonces tendría que financiar el gobierno catalán y que ahora financia el Estado, estaríamos hablando de unos 23.000 millones, con lo que el agujero primario que la extensión del cupo a Cataluña supondría para el Estado sería de unos 20.000 millones’ añade Centeno. ‘Luego vendría el agujero derivado más difícil de cuantificar, pero enorme. Cataluña vende en el resto de España del orden de los dos tercios de los bienes y servicios producidos en la región. Para las grandes empresas el criterio de repartir los ingresos impositivos generados por sus actividades en función del lugar generado, funcionaría parcialmente, parcialmente porque solo la hacienda catalana sabría de verdad donde han vendido qué, o a donde son imputables los beneficios obtenidos, a parte que habría numerosas partidas, como ocurre en el País Vasco con el BBVA, Iberdrola…, de las que se apropia directamente la hacienda local por estar ubicadas allí y tiro porque me toca'.  Y si solo ellos saben dónde y a quién han vendido, pues ya tenemos a los estafados castellanos pagándole impuestos a una administración ajena de nuevo. Y si esto sucediera, como ya sucede con el concierto vasco y navarro, sería con el plácet del PPSOE, no lo olvidemos, y de nosotros mismos, por aceptar ciertas cláusulas de la Constitución (que se aprobó en una época, la poco santa Transición, donde además se consumó la división y ruptura de la Castilla nuclear en hasta cinco girones para su mayor debilidad política y económica y su mejor control y expolio), y votar a quienes nos desprecian ‘porque no somos ni nacionalidad histórica ni tenemos lengua propia ni fueros’ ni nada que se le parezca. Nuestra lengua debe ser ‘impropia’ y solo sirve para pagar más que nadie por lo que se ve.

‘Ahora consideren la infinidad de empresas medianas y pequeñas, responsables de la mayor parte de las ventas de productos catalanes fuera de Cataluña, que como ocurre en el País Vasco ingresaran todos sus IVAs, [impuesto de] sociedades…, en la hacienda local, mientras la Hacienda de España pasa la mano por la pared. Si los productos fueran franceses, ingleses o chinos, el IVA generado en España sería recaudado íntegro sin problemas por la hacienda española, pero en éste caso la experiencia demuestra que no es así. Por dar una cifra de orden, haciendo un paralelismo con el País Vasco, que sabemos cómo funciona en la práctica, la hacienda española dejaría de percibir no menos de 30.000 millones de euros, un agujero sencillamente inasumible. Con el cupo, los intereses de la deuda española a Cataluña le traería al pairo, igual que hoy al País Vasco, ‘no estamos para pagar pufos’ dicen con toda su cara, cuando ellos han contribuido como el que más; le traerían al pairo los pagos a la UE, las aportaciones al Servicio de Empleo, las clases pasivas...’
Foto del acuerdo sobre el nuevo Estatut que agujereaba por 150 sitios la Constitución y que posteriormente fue enmendado, parcialmente, por el Tribunal Constitucional. Entre otras cosas preveía que Cataluña se quedase con el IVA recaudado por empresas catalanas (o con sede en Cataluña) fuera de su territorio. Dicho con otras palabras, si en Castilla compramos cava catalán, el IVA no se queda aquí, sino que pagamos impuestos a una administración ajena que además nos es abiertamente hostil y profundamente anticastellana, más que antiespañola, que también, como lo demuestra que con otros españoles peris no dudan en colaborar políticamente (Galeusca, o Cagaleus) en rascar lo que puedan a Restospaña. Si por el contrario adquirimos productos franceses, alemanes o chinos en Madrid, Cuenca o Toledo, el IVA, si va a las arcas públicas locales, tal y como sucedería en cualquier país serio y digno del mundo.
La durante muchos años la pública Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT), perteneciente al Instituto Nacional de Industria (INI), eligió, por decisión de los militares fundadores, a Martorell (Barcelona) como sede de la empresa que actuaría durante años cuasi como monopolio en el mercado español de automóviles (época autárquica). Fundada con dinero de todos los españoles llegó, por sí sola, a representar el 1% del PIB español de la época. Durante décadas, cualquier español que comprase un SEAT, pagaba el impuesto de Tráfico de Empresas no a la hacienda de su provincia, sino a la de Barcelona. Las incontables crisis de la compañía, también fueron pagadas por todos los españoles. En sus instalaciones se fabricará hoy el Audi Q3, necesitando de inversiones millonarias que serán asumidas en un 50% por el Estado español (el otro 50% por el grupo Wolkswagen, actual propietario). Sin embargo, los beneficios e impuestos (IVA y sociedades) recaudados por la venta de coches, caso de aprobarse el Estatut como los catalanistas quieren y del proyectado pacto fiscal catalán, serán solo para los catalanes. Restospaña convertida en una colonia de Cataluña, la vieja aspiración catalanista (españoles sí, pero para succionar, y si no, nos independizamos). En la foto, Franco en la inauguración oficial de SEAT.
En resumen, lo que nos dicen es, las facturas para Castilla y demás Restospaña. El historiador y político Sánchez Albornoz fue profético: 'juntos, castellanos y leoneses, sobreviviremos, separados seremos piltrafas de Cataluña, Euscadi y Galicia' en su famosa carta a los castellanos (ver Por la Castilla total).

Y si aún no ha quedado suficientemente clara la caradura y cinismo de nuestros, a pesar de todo, paisanos peris, otro ejemplo más de hasta dónde quieren llegar (y quién sabe si el Gobierno de España aceptará). Resulta que (ver artículo de Emilio J. González, ex redactor de política económica de Expansión, hoy articulista en Libremercado.com '¿Avalar la deuda catalana? ni locos' , 29/06/2011) ‘la Generalidad de Cataluña anda asfixiada, [como prácticamente toda España], por el estado calamitoso de sus finanzas y no se les ha ocurrido otra cosa que proponer que el Estado avale las emisiones de deuda pública de las autonomías [visto que los mercados no se fían de ninguna (y puede que pronto tampoco del Estado)]. Tal y como están las cosas en términos institucionales en nuestro país, que el Estado avale la deuda catalana sería un error. La Generalidad y CiU llevan tiempo dando muestra tras muestra de deslealtad institucional y como, además, su vocación última es la independencia de Cataluña, ¿por qué los demás españoles les tienen que avalar un endeudamiento que luego una Cataluña independiente puede repudiar, pasando la responsabilidad del pago a lo que quede de España?’ Por si alguien no lo ha advertido, si se independizasen y dejasen de pagar, porque sí, nosotros, Restospaña, tendríamos la obligación de hacerlo, ¿conoce alguien mejor arma militar para destruir, que provocar la ruina total instantánea del contrario sin pegar un tiro?, ¿nos fiamos? El Estado no debe avalar a nadie, que cada cual ponga orden en sus cuentas y se saque las castañas del fuego.
Cartel en contra del Estatuto catalán de 1932, que nos convertía a los restospañoles, de facto, en una colonia catalana, en ciudadanos de segunda. La historia, como se ve, no es nueva, en 1932, incluso antes, como se denuncia en el conocido como 'Mensaje de Castilla' de 1918  (redactado tras frecuentes manifestaciones en Valladolid, Burgos,...) se advierte del intento de convertir fiscalmente a Restospaña en una colonia de Cataluña. Y es que el catalanismo (ideología que promueve desde sus orígenes la supremacía racial catalana sobre los castellanos) de todas las épocas tiene muy claro en qué consiste su manera de ser español: 'lo mío es mío, y lo vuestro de todos'.
Volviendo al artículo del profesor Centeno: “es evidente, que desde un punto de vista económico, al resto de los españoles le interesaría infinitamente más la independencia [de Cataluña] que el cupo, el cupo nos convierte pura y simplemente en una colonia tipo del XIX, dicho lo cual quiero dejar claro que yo estoy radicalmente en contra de darles la independencia, pues para eso es infinitamente más sencillo aplicar el artículo 155 y suprimir temporalmente la autonomía y no pasaría nada -independencia que en todo caso, exigiría convocar referéndum provincia a provincia, pues sería absolutamente inaceptable y antidemocrático, que unas provincias impusieran su criterio a otras, pero la que así lo decidiera que se fuera”.

“Pero hay algo en que Más tiene toda la razón, ¿por qué el País Vasco y Navarra si y Cataluña no? Pues porque lo que hay que hacer es suprimir el cupo del País Vasco y Navarra, que es un robo legal inaceptable. Si a Más se le prohíbe el ‘referéndum’, es evidente que los cupos vasco y navarro no pueden mantenerse ni un día más. Ni el PSOE ni el PP están por la labor, solo UPyD lo propone”. Lo dicho, o ‘fueros’ para todos, cosa que se ha visto inviable pero que para los castellanos sería más justo, o para ninguno, como propone Centeno y UPyD. Esa es la encrucijada de la cual no sabemos salir, y nos sale caro. Si aceptamos el status actual, pagamos más, si vamos todos al cupo es inviable, y también pagamos. No queda otra, no al cupo. Como puede verse, no hace falta ser españolista para oponerse al cupo/aportación vasco/navarro, y a su extensión a Cataluña, basta con ser mínimamente castellanista (sin que ello suponga ser anti nada, ni anti español ni anti periferia), basta con no ser idiota, con tener un mínimo de dignidad.

Otro día, hablamos de las ‘vacaciones fiscales’ vascas, segundo expolio económico a Castilla  y a otras regiones, y de la multa que Bruselas nos ha puesto a todos los españoles, y que también hemos pagado proporcionalmente, por permitirlas. Además de expoliados, multados.
Otro trío calavera. ZP y el PSOE, a la desesperada, se echa en brazos de los peris. Ante el nuevo chantaje de los peris para apoyarle los presupuestos, se  ha comprometido a otorgar a Cataluña, en grave detrimento del resto de Comunidades ‘el mejor acuerdo de financiación de su historia’  ignorando malévolamente que éste es un juego de suma cero, lo que uno recibe de más (Cataluña) otros (Castilla, y un largo etc.) lo reciben de menos. No es una cuestión pues, entre nacionalistas peris y españolistas, ni entre nacionalistas peris y castellanistas, sino entre su sanidad o la nuestra. Para los tres lo importante es el sillón, luego el PSOE, y nunca jamás Castilla y su gente. Ya está bien de que se venda como 'salvar España', 'salvar la gobernabilidad, la estabilidad política', etc. lo que simplemente es salvarse ellos a costa del país o de alguna de sus partes.

El PSOE nos toma el pelo, se mea encima de los castellanos, promete y pacta con los peris asuntos que perjudican a Castilla,… y lo peor, con nuestro permiso, con algunos de nuestros votos. El PSOE carece de un proyecto global español. Como señala el prestigioso profesor Ghemawat de Harvard-IESE, ‘las regiones españolas comercian mucho más entre sí, que con el resto del mundo, el nivel de exportaciones de Cataluña a Aragón, es el mismo que a toda Francia, su principal mercado exterior con diferencia […] Sin el resto del mercado español, la economía de Cataluña retrocedería 20 años’, o en otras palabras, la renta per cápita de Cataluña caería casi a la mitad, luego, ¿quién debe temer sino ellos la posible independencia de Cataluña?, ¿a santo de qué viene aceptar sus continuos chantajes? Estos solo se entienden por el interés y ambición personal, y de partido, del inquilino o aspirante de turno (necesitado de apoyos) a la Moncloa.
P.D.: 23/12/2011. La compañía aérea valenciana de vuelos regionales perteneciente a la familia Serratosa, Air Nostrum, ha anunciado que estudia trasladar su sede desde Valencia a Bilbao. Aunque no se trate de una empresa castellana, sirve como ejemplo del expolio empresarial que los territorios del régimen común sufrimos a manos de los denominados forales (Vascongadas y Navarra) y que Cataluña aspira a tener (una hacienda propia y un pacto fiscal). Como se ve, el expolio empresarial no afecta solo a territorios limítrofes a esas dos regiones.