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martes, 31 de enero de 2012

Recordando las tropelías de ZP con la financiación autonómica de los restospañoles. El coste del ‘Estatut’ catalán.

Por Javier Martínez.
De cómo el PSOE, sin mayoría suficiente, nos entregó a los peris a cambio de unos votos y el porqué los peris, chequera en mano, siempre ‘socorren y apoyan la gobernabilidad’ de España. Grandes hombres de Estado sin duda, unos y otros. El PSOE, partido catalanista-andaluz (no confundir con catalano-andaluz) como ya hemos denunciado en esta bitácora, es muy generoso con el dinero de los demás y siempre se acuerda de sus feudos y soportes. Unos compran y los otros se dejan comprar, que alguien pagará. Y si no lean. ¿Adivinen quién pagó, y aún paga, la fiesta del enésimo chantaje periferista? Restospaña, es decir, lo que queda sin contar Vascongadas y Navarra por un lado (que tienen, porque se lo consentimos, un régimen fiscal privilegiado, blindado por la mismísima Constitución, que actúa como un auténtico paraíso fiscal, empresarial e industrial a nuestra costa) y Cataluña por el otro (al que ahora se une Andalucía).
Algunas de las conclusiones que se deducen, antes de reproducir íntegramente, por su interés, los artículos de ElConfidencial.com del 14/07/2009 y de El Mundo (julio de 2009), son:
·         Cataluña tendrá la financiación más alta de España… pese a no ser la región más rica. Los restospañoles, o ciudadanos de segunda, más pobres y tontos, financiaremos a los antiespañoles, o ciudadanos de primera, más ricos y listos. Solidaridad socialista en estado puro.
·         Cataluña, pese a ser rica, apenas si contribuirá a la solidaridad interregional española (al igual que vascos y navarros) que solo recaerá ahora sobre Madrid, Baleares y Comunidad Valenciana. Sí a las ventajas de estar 'en' España, pero no a estar 'con' España, a sus inconvenientes u obligaciones.
·         Cataluña y Andalucía se llevarán el 55% del dinero pese a representar solo el 33% de la población total. Pese a lo cual, no paran de darnos la brasa, ‘España expolia a Cataluña’ repiten por doquier.
·         Con ZP, el Estado abandona su papel de garante de iguales servicios públicos básicos y redistribuidor de la riqueza nacional (porque es de todos, no está troceada, la contabilidad sigue siendo única) entre territorios ricos y explotados (gracias a la jerarquización territorial que nadie corrige). Los pobres han de ser generosos con los ricos.
·         La financiación autonómica, por primera vez no ha sido pactada entre el Estado y las autonomías, sino entre el Estado y una autonomía, y el resto, a tragar. Esto es la asimetría y bilateralidad, la sumisión del resto de autonomías (restospaña, escrito con minúscula), y del Estado mismo, a una de ellas, que manda e impone criterios y reglas. Los intereses del Partido que Jode al Obrero Español (PJOE) cada vez que gobierna, y de ZP, ante todo. Nuevo paso en el cabreo nacional, otra grieta más en la piel de toro. Los descontentos ahora somos todos, antiespañoles y restospañoles. ¡Un crack este Zapatero remendón!
Y todo ello, para que Cataluña, dentro de un par de minutos, vuelva a cuestionar el sistema,  como siempre. Todos los mejunjes Estado-Periferia los acabamos pagando los castellanos y demás restospañoles ‘no históricos’. Puede que haya café para todos, pero algunos siempre tocan a dos tazas. El tema del dinero público siempre es un juego de suma cero, lo que unos reciben de más, otros de menos. O espabilamos y apostamos de una vez por reunificar todas las provincias castellanas (y leonesas que así lo quieran) en una sola CCAA fuerte que haga de contrapeso a esos mejunjes Estado-Periferia que tan frecuentes como  inevitables son con la deplorable ley electoral y el infumable mapa político autonómico… o las facturas siempre nos las pasan al cobro a los mismos. Y todo ello para acabar, de todas formas, con el país roto, porque a nadie se le escapa que la lealtad periférica durará mientras el negocio de ordeñar la teta del Estado funcione. No se ustedes, pero un servidor está harto de convivir con sibilinos fenicios, desleales y hostiles, y un Estado que paga y premia generosamente a traidores y no a leales. Estamos en enero de 2012 y tal y como les decía, no han parado de presionar con lo de nuevo ‘pacto’ fiscal. ¿Qué les decía? Dame más. Cierren sus bolsillos.
He aquí los artículos prometidos rescatados sobre la humillante nueva financiación autonómica de ZP:
Noticia de El Confidencial, 14/07/2009
Cataluña tendrá la financiación per cápita más alta de España
Por Carlos Sánchez (ElConfidencial.com, 14/07/2009)
“No hay cambio de modelo. Lo que se ha hecho, simple y llanamente, es cumplir con el Estatut”. Lo dice Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad del País Vasco y uno de los mayores expertos en financiación autonómica. Para otro colega suyo -también catedrático de Hacienda Pública- pero que prefiere guardar su identidad, hablar de nuevo sistema es simplemente “absurdo”.
Básicamente por una razón. Un sistema es un conjunto de reglas, y “aquí lo que se ha hecho es la firma de un pacto político con Cataluña, y a continuación los técnicos de Hacienda lo han dado forma y lo han presentado como si se tratara de un nuevo modelo”. Pero la realidad, asegura, es que “se ha hecho un traje a la medida de Cataluña”, lo cual, apostilla, tiene que ver con el cumplimiento del Estatut catalán. “No es casualidad, insiste, en que en La Vanguardia se decía desde hace más de un año que Cataluña necesitaba 3.800 millones de euros más, y esa es la cantidad que finalmente se ha pactado”.
De esta  forma tan crítica han recibido algunos expertos el documento presentado el domingo por la vicepresidenta Salgado, que a tenor de algunos  juicios vertidos ayer tiene dos grandes triunfadores: Cataluña y Andalucía. Entre ambas comunidades se llevarán 6.040 millones de euros de los 11.000 millones que ha puesto el Gobierno central a disposición de las comunidades autónomas (3.855 millones en el primer caso y 2.185 millones en el segundo). Es decir, el 55% del total, cuando el peso de su población respecto al conjunto del Estado es del 33%.
Según Zubiri, “el único cambio real es que Cataluña va a recibir más dinero”, lo que provocará un vuelco radical en la financiación total per cápita. Con cifras relativas a la liquidación de 2007 –ver aquí enlace a últimos datos publicados-, y tomando como referencia el Censo oficial de población correspondiente a ese ejercicio, la financiación catalana per cápita se elevó ese año a 2.675 euros por habitante, lo que supone que se situó en la décima posición de las quince regiones que forman el régimen común (excluidos el País Vasco y Navarra y las ciudades de Ceuta y Melilla). Teniendo en cuenta que tras el acuerdo con el Gobierno central recibirá otros 534 euros por ciudadano, eso quiere decir que alcanzará los 3.209 euros, en la cima del ránking actual.
Solidaridad regional
La media de financiación per cápita para el conjunto del Estado asciende a 2.529 euros, por lo que, según lo pactado, es muy probable que Cataluña acabe en primera o segunda posición en cuanto a financiación per cápita, y en línea con Cantabria (3.291 euros en 2007) y Extremadura (3.098 euros por habitante). Muy lejos, en cualquier caso, de las tres comunidades que llevan el peso del sistema desde el punto de vista de la solidaridad interregional: Madrid (2.536 euros de financiación per cápita), Baleares (2.420 euros) y la Comunidad Valenciana (2.411 euros). No hay que olvidar que la renta per cápita de Cataluña en la cuarta más elevada de España y la segunda del régimen común, tras el País Vasco, Madrid y Navarra, lo que choca con su posición en la distribución de la financiación autonómica. Lo pactado, por lo tanto, es coherente con lo que establece el Estatut, que obliga a que haya mayor correspondencia entre lo que se recauda en Cataluña y lo finalmente ingresa vía financiación autonómica (el llamado principio de ordinalidad).
El nuevo modelo, según ha señalado la vicepresidenta Salgado, tiene la virtud de que proporciona una financiación idéntica para todos los servicios públicos de carácter esencial (sanidad o educación), pero hay que tener en cuenta que el sistema también distribuye recursos para otras necesidades, y por ahí se escaparán muchos fondos que irán a Cataluña (política lingüística, mossos o infraestructuras).
El hecho de que aumente  el porcentaje de cesión de algunos tributos cedidos -en el IRPF del 30% al 50%; en el IVA del 35% al 50%, y en los impuestos especiales del 40% al 58%- no añade nuevos recursos, ya que lo que cobrarán por un lado las regiones se aminorará del fondo de suficiencia global, que se consolida como el instrumento de solidaridad interregional, ya que modula la relación entre capacidad de recaudación y necesidades de gasto.
Desde el punto de vista político, lo que critican los expertos es que en un modelo como el español, que tiene muchas semejanzas con un sistema federal, -aunque formalmente no lo sea- se recurra al bilateralismo para negociar, lo cual choca contra los principios federales. En palabras de una de las fuentes consultadas, se trata de un planteamiento oscurantista que impide una discusión global, y que sólo pretende reducir el peso del Estado en la actividad económica en favor de las regiones, pero sin transparencia. "La discusión es profundamente antidemocrática, asegura, "ya que se plantea como un contrato de adhesión: o firmas o te quedas sin nada".
"La política española se está argentinizando", asegura. "Allí los Kirchner amenazan a las provincias con disponer de menores recursos si no hacen lo que ellos dicen". Para Zubiri, por su parte, "lo cierto es que dentro de un par de años Cataluña volverá a cuestionar el sistema.
El MUNDO (Jul. 2009): “Ni los 3.600 millones de euros que calculaba, en primera instancia, el PSC ni los 3.855 que hicieron dar el sí a ERC. La Generalitat estima que el nuevo modelo de financiación autonómica incrementará en 4.028 millones los recursos de Cataluña en 2012, cuando se consolide el sistema, según anunció ayer el consejero Antoni Castells (PSC). El máximo responsable del Departamento de Finanzas del Gobierno catalán ofreció explicaciones y datos de cómo ha terminado el culebrón de la negociación con el Ejecutivo central. «Empezamos a parecer un país civilizado», dijo Castells. Su satisfacción es comprensible: la Generalidad ha conseguido todo lo que se proponía en función de lo que proclama el Estatuto aprobado en 2006. Seguirá siendo solidaria con el resto de España, pero estará por encima de la media en cuanto a la disposición de recursos después de la nivelación; reducirá su déficit fiscal más de dos puntos; el Estado ha aceptado finalmente gestionar menos de la mitad de los recursos totales, un 43%, frente al 57% que se quedarán las comunidades autónomas”

El trato preferente a Cataluña y Andalucía, así como el pasteleo en el reparto pactado con una sola CCAA, desata la ‘catalanofobia’. Nadie como ZP, en tan poco tiempo, ha hecho tanto por separar a los españoles. Doble victoria periférica, trinco la pasta y quedo como víctima. EL MUNDO (Jul. 2009): “Pero, ¿por qué el baile de cifras? Porque, vino a decir Castells, es imposible calcular cuánto mejorará la financiación de Cataluña en 2012, porque depende de la variación de los ingresos tributarios del Estado. La Generalidad ha hecho un cálculo «prudente» que arroja esos 4.028 millones. Esa cifra se consigue gracias a un aumento anual del 3% en la recaudación del Estado; si el incremento es superior, Cataluña recibiría aún más. Castells explicó que el modelo se cimenta sobre tres patas: el Fondo de Garantía de los Servicios Básicos, al que cada comunidad aportará el 75% de los tributos y que se distribuirá equitativamente, la gestión propia del 25% de los impuestos restantes y la creación de dos fondos de ajuste. El Fondo de Competitividad servirá para «compensar» a las comunidades que queden por debajo de la media tras la aplicación de los dos primeros puntos, y el Fondo de Suficiencia evitará que las comunidades ricas pierdan competitividad tras la nivelación. El consejero reconoció que Cataluña se llevará una gran parte del pastel de los 11.000 millones que el Estado se ha comprometido a inyectar para que cuadren las cuentas. Como de momento no cuadran, porque de los cálculos de las comunidades sale una cifra bastante superior, Castells afirmó ayer que «seguramente» el Estado tendrá que poner más y acercarse a los 12.000 millones. La Generalidad se quedará entre el 26% y el 30% del total. No terminan ahí las ventajas del nuevo sistema, según el Ejecutivo catalán: dijo que se puede considerar que el modelo tiene un carácter permanente, porque establece mecanismos de actualización en función de variables como la población o de parámetros estructurales, como la participación de las comunidades en los impuestos. «A partir de ahora se tendría que acabar la renegociación del modelo. En los países donde funciona no se inventan un modelo cada cinco años», subrayó Castells. El consejero tuvo también respuesta para quien tacha a Cataluña de insolidaria. «Cataluña continúa siendo solidaria, pero ahora es una solidaridad justa. Contribuimos a la solidaridad más o menos como un länder alemán», afirmó, tras recordar que aportará por este concepto el 18% de su esfuerzo fiscal en 2012, unos 1.000 millones de euros. Castells cargó duramente contra el PP, a quien acusó de «volver a caer de forma penosa e irresponsable en explotar el odio y la animadversión contra Cataluña»; y contra CiU. A los nacionalistas les dijo que, tras la Constitución y los estatutos, se quedan fuera «por primera vez» de un «gran pacto de autogobierno»”
EL MUNDO (Jul. 2009): “El coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, calificó ayer de «chantaje político» [al resto de autonomías] de Zapatero el nuevo modelo de financiación autonómica. Al día siguiente de su aprobación por el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con la abstención de las comunidades del PP, Montoro arremetió contra el Ejecutivo con la única arma que le queda al principal partido de la oposición: la palabra. Y es que después de acordar -e imponer en el caso de Madrid- un único criterio entre los gobiernos populares, y de renunciar al riesgo financiero y político de presentar una negativa clara al nuevo sistema, Rajoy y sus huestes sólo podían ayer acentuar lo que, más que una denuncia, resultó una amarga queja. Así, en su intervención como coordinador de una mesa redonda en la escuela de verano del PP de Roquetas (Almería), Montoro afirmó que «el nuevo modelo discrimina a los españoles según su residencia y responde a un chantaje político que lleva adelante ERC para mantener el tripartito, y para servir a un partido que, pese a tener sólo un apoyo de 300.000 votos, condiciona la nueva política de Zapatero». En la dirección del PP no había dudas ayer sobre la decisión adoptada la víspera. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario autonómico, Javier Arenas, coincidían, según las fuentes consultadas, en que la abstención era la única salida que hacía conciliable la crítica con la pasta. Lo que más asustaba a los populares era la penalización de la bajada de impuestos explicitada en el modelo; y lo que más les indignaba, que aún ayer desconocían los detalles del reparto. Montoro se infló ayer de sacar defectos al sistema. Dijo que es «opaco, dificilísimo de entender, absurdo e injusto socialmente», porque conduce a «la diferencia y al enfrentamiento entre españoles». Pero junto al lamento, Montoro presumió de la posición unitaria de los populares. Al criticar que «el Gobierno no ha querido ni hablar con el PP», apuntó que «seguramente pensaba que así rompía el partido, pero en lugar de encontrarse esa ruptura se ha encontrado con el enfrentamiento de los españoles». Más allá de la crítica y la reivindicación, el dirigente popular hizo dos anuncios. Primero, confirmó que el Grupo Popular se abstendrá en la votación de las Cortes. «El PP no apoyó el modelo ni lo apoyará en la tramitación parlamentaria», dijo, volviendo a subrayar las distancias con el Ejecutivo. Pero además prometió, aunque vagamente, un cambio de modelo: «El PP, cuando llegue al Gobierno, anunciará un sistema en el que la financiación de los recursos públicos vendrá del crecimiento económico; hará que en España haya nuevas premisas de prosperidad en el modelo». Se refería Montoro al origen de los fondos públicos que, dijo, no deben provenir de la deuda sino de los ingresos del Estado, como ocurría con el modelo aprobado por el PP en 2001. «No puede ser», protestó, «que todas las comunidades autónomas ganen cuando España pierde. Es imposible. ¡Pero esto es el socialismo!». El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, aseguró ayer que el nuevo sistema de financiación «no establece privilegios», por lo que rechazó la «'catalanofobia' y 'andalucifobia'» de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En una entrevista con Canal Sur Radio recogida por Europa Press, Chaves advirtió de que el nuevo sistema de financiación autonómica «no está hecho al servicio de Andalucía y Cataluña», por lo que aseguró que Andalucía ha salido «muy bien parada pero no por capricho, sino porque el sistema de financiación tiene que tener presente la población». El 'número dos' de Esperanza Aguirre, Ignacio González, acusó por su parte al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «'madrileñofobia'» por el recorte de recursos en el nuevo sistema de financiación y la no inversión en infraestructuras durante los últimos cinco años, frente a la «'catalanofobia'» que, según el vicepresidente tercero del Gobierno central, Manuel Chaves, tienen las comunidades del PP. El presidente gallego [Núñez Feijóo] calificó el modelo de «injusto e insolidario», pero precisó que Galicia no puede prescindir de «una partida clave para sus finanzas en tiempo de crisis». «Galicia no podía perder dos veces: con un mal modelo y renunciando a más de 600 millones», informa Efe. El presidente socialista de Castilla-La Mancha [Barreda] aseguró que desde Cataluña, a veces, «no se colabora para que haya un ambiente de mayor cordialidad», en referencia a las acusaciones de 'catalanofobia'”

3 comentarios:

  1. "...por reunificar todas las provincias castellanas (y leonesas que así lo quieran)..."

    Puestos meter en el mismo saco , también por las extremañs, que por cierto también estñan en la meseta. En la submeseta sur, pero meseta al fin y al cabo.

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    1. Te dan la oportunidad de no entrar, y va, y te molesta. Son ganas de querer llevarse mal sin motivos.

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  2. El criterio relevante no es, con ser importante, el geográfico, el 'estar en la meseta'. En cualquier caso, con la historia en la mano y el componente étnico de Extremadura, nadie podría negarse a que éstos entraran en la proyectada CCAA única aquí propuesta. Sucede que eso empieza a asemejarse más a la restauración del reino de Castilla y León que a la comunidad autónoma reunificada de CyL. En cualquier, caso también es defendible y no descartable, a fin de cuentas por el camino que anda España es muy probable que tengamos que recuperar el viejo reino... que funcionaria con varias CCAA.

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